6 de abril de 2025

IV ESTACIÓN LA VERÓNICA

Despreciado y evitado de los hombres, como un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos, ante el cual se ocultaban los rostros, despreciado y desestimado.

(Isaías 53,3) 

Una mujer, un gesto de manos compasivas para limpiarte el rostro, empapado de sudor y sangre. Un pobre lienzo, manchado por la huella de tu sufrimiento por nosotros, reliquia preciosa de tu amor por los hombres, carta púrpura dirigida a todo nacido de mujer, para decirnos que tú, el Hijo, has venido entre nosotros para habitar y para consolar el dolor que nos oprime, para vencer a la muerte y para darnos la vida ¡Ayúdanos, Señor, ¡con tu misericordia! Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

V ESTACIÓN. EL CIRINEO

Mientras lo conducían, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que volvía del campo, y le cargaron la cruz, para que la llevase detrás de Jesús.

 (Lucas 23,26)  

Que te moviera la piedad o bien la orden del soldado romano, nunca lo sabremos, poco importa, Simón de Cirene. Lo que importa es el gesto, aquel momento de proximidad, de camaradería con el Hijo del hombre cargado con la cruz. Cireneo del Calvario, allí donde te hagas presente sea bendito tu nombre desconocido, benditos tus brazos misericordiosos, bendito tu camino bajo el mismo peso. El Señor que ayudaste, nos ayude a ser como tú, cercanos y solidarios para llevar la Cruz de los que sufren. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

5 de abril de 2025

IV ESTACIÓN. LA MADRE

Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción, y a ti misma una espada te traspasará el alma».

(Lucas 2,34-35) 

No hay otro consuelo a tu dolor que el rostro de tu Madre. Su mirada alivia las llagas de tu corazón herido por la falta de amor de los hombres y las mujeres. Su silencio, partícipe del sufrimiento, que solo el amor puede ofrecer y llevar en humilde custodia, es bálsamo para tu alma, fuerza compartida del perdón, caridad mayor que cualquier rechazo ingrato. María, Madre de Jesús y madre nuestra, ¡intercede por nosotros y acompáñanos para vencer la prueba! Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

4 de abril de 2025

lll ESTACIÓN. PRIMERA CAÍDA

Pero él fue traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. (Isaías 53,5)  

Tú te has hecho débil por mí, has sufrido el dolor, la soledad, la incomprensión por mí. Gracias por haberme querido tanto.  Quiero pensar en todas las veces que yo me he caído y tú, de manera tan generosa me has levantado. Te quiero dar las gracias por el amor que me tienes y por el peso que has cargado. Quisiera que mi amor aliviara el peso de la Cruz. Hoy sé que cada día vacilamos y podemos caer, pero Jesús está siempre ahí para tendernos la mano, para hacerse cargo del peso de nuestras cruces y volver a encender en nosotros la esperanza. 

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

3 de abril de 2025

ll ESTACIÓN. CON LA CRUZ A CUESTAS

Los soldados se lo llevaron al interior del palacio –al pretorio– y convocaron a toda la compañía. Terminada la burla, le quitaron la púrpura y le pusieron su ropa.  Y lo sacan para crucificarlo. (Marcos 15,16 y 20) El peso de la cruz, hecha de la madera de nuestra tierra, no era ligero, cargado con nuestras historias, nuestros pecados y nuestras esperanzas. Los llevas a cuestas, Señor totalmente hombre, para acercarte a cada corazón con tu amor tan humano, tan divino, y dar sentido a todo, consuelo silencioso y amigo, fuerza de vida que ha vencido y vencerá a la muerte. ¡Señor, ten piedad!

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

2 de abril de 2025

l ESTACIÓN. LA CONDENA

Pilato les preguntó: «¿Y qué hago con Jesús, llamado el Mesías?». Contestaron todos: «Sea crucificado».  Entonces les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran. (Mateo 27,22 y 26) Cuantas veces no he sido yo el que he gritado “crucifícalo” con mis pecados. Muchas veces te he olvidado, te he traicionado, he olvidado las cosas maravillosas que has hecho en mi vida y he preferido darte la espalda y te he dejado solo. Pienso en esas veces que he preferido a Barrabás, las muchas veces que antes de hacer el bien he elegido ese mal que no nos hace felices. No quiero recordarlo con tristeza, sino con el propósito de no seguir haciéndolo, o por lo menos de ser cada vez más conscientes de mi debilidad.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

1 de abril de 2025

ORACIÓN: CUARESMA CON MARÍA

María, Madre, cuánto tengo que aprender de Ti, que junto a la Cruz alcanzaste la máxima expresión de tu Amor por Jesús, tu fidelidad a la voluntad del Padre. María, tú me enseñas la importancia de confiar y de creer, de ser firme en la fe, para entregarme en mi vida cristiana. De tu mano, María, me es más fácil aceptarlo todo y estar de acuerdo con todo lo que sucede en mi vida. 

En este tiempo, María, ayúdame a profundizar como hiciste Tú en la Palabra de Dios, a ser más constante y fiel en la oración, a retener y meditar en lo más profundo de mi corazón todo lo que el Padre quiere transmitirme. Concédeme, María, la fuerza para responder cada día a la llamada de Dios con autenticidad y responsabilidad. Ayúdame, María, a seguir los pasos de Jesús, a ser como Él, a crecer en la cosas de Dios, a aumentar mi fe, a esperar en la esperanza y a vivir en el amor. Gracias, María, por caminar junto a mí en el camino de la Cruz. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina