"Queridos amigos, proyectados con todo el ardor de vuestra juventud hacia el tercer milenio, vivid intensamente la oportunidad que os ofrece la Jornada Mundial de la Juventud en esta Iglesia de Roma, que hoy más que nunca es vuestra Iglesia. Dejaos modelar por el Espíritu Santo. Haced la experiencia de la oración, dejando que el Espíritu hable a vuestro corazón. Orar significa dedicar un poco del propio tiempo a Cristo, confiarse a Él, permanecer en silenciosa escucha de su Palabra y hacerla resonar en el corazón.
En estos días, como si fuera una gran semana de Ejercicios Espirituales, buscad momentos de silencio, de oración, de recogimiento. Pedid al Espíritu Santo que ilumine vuestra mente, suplicadle el don de una fe viva que dé para siempre un sentido a vuestra vida, centrándola en Jesús, la Palabra hecha carne.
Que María Santísima, que engendró a Cristo por obra del Espíritu Santo, María Salus Populi Romani y Madre de todos los pueblos; que los santos Pedro y Pablo y todos los demás Santos y Mártires de esta Iglesia y de vuestras Iglesias os acompañen en vuestro camino."
S.S. Juan Pablo II, Discurso en la Plaza San Pedro con ocasión de la XV Jornada Mundial de la Juventud ( Fragmento )