El profesor Daniel Arasa fue entrevistado por Luis Javier Moxó en su blog echad las redes, donde podéis consultar la entrevista realizada a los ponentes del Primer Encuentro Internacional de Blogueros con el Papa.
Su pregunta podría ser afrontada desde muchos puntos de vista. A nivel general, yo recordaría que si el Concilio Vaticano II ha sido muy claro en recordar que la evangelización es tarea de todos los cristianos, un bloguero católico tiene por tanto el mismo deber que cualquier otro fiel cristiano. Si realiza su tarea con profesionalidad y con sentido apostólico y evangelizador, no hay duda que está dando su contribución.
A un nivel más particular, está claro que la función del bloguero tiene sus peculiaridades y se mueve entre esos dos polos: mantener su identidad católica y ser atractivo o efectivo comercialmente. No hay reglas fijas para afrontar esta aparente dicotomía. El ámbito de la red es muy cambiante y hay que estar constantemente corrigiendo el tiro. Simplificando al máximo, yo diría que el bloguero católico debe tener en cuenta tres cosas: la coherencia, la preparación técnica y profesional y la creatividad.
En primer lugar, ser coherente. Ante la vastedad de informaciones y posibilidades que ofrece la red, el usuario necesita puntos de referencia claros. En la medida en que un blog mantenga su identidad (en este caso católica), será reconocible y más fácilmente accesible, incluso por usuarios que no comparten la fe católica.
En segundo lugar, aprender a usar los instrumentos de promoción online. No basta tener cosas para decir, sino que hay que hacerse oir. En la red, esto significa saber promocionarse, realizar actividades de optimización, estar presente en las redes, etc., lo que requiere una formación técnica y profesional constante.
Por último, ser creativo. La temática religiosa puede parecer a primera vista aburrida o poco atractiva, cuando no tendría porqué serlo. Este es el desafío del bloguero católico: hacer interesante lo importante.