26 de abril de 2013

II. Legado del Papa Benedicto XVI: Advertencia sobre el Estado Secular y el Peligro para Nuestra Libertad Religiosa



“Tendremos derecho a criticar al Gobierno sólo si tenemos fe en Dios. Si se promulga la abolición de Dios, entonces el Gobierno se convierte en Dios. Ese hecho ha sido escrito a través de toda la historia;…el verdadero opio de los pueblos es la anti-religión. Cuando la gente no cree en algo que existe más allá del mundo, entonces la gente adorará solamente al mundo, pero sobretodo adorarán a lo más fuerte que hay en el mundo”
-G. K. Chesterton-

Esta advertencia fue pronunciada menos de un siglo antes del pontificado del Papa Benedicto XVI. Captura la esencia del peligro para un mundo donde Dios ha sido excluido de la vida pública. En un mundo sin Dios, lo más fuerte es el Estado. Evidentemente que el estado que ha abolido a Dios es aún más fuerte y absoluto,  convirtiéndose así mismo en un Dios que estamos obligados a adorar por decreto. En la medida en que un estado tienda a abolir a Dios, en una progresión aún mayor disminuye la libertad en todas sus dimensiones, ya que al no haber libertad religiosa, tampoco hay libertades civiles ni garantías individuales. El término ´secularismo´, semánticamente hablando, implica un trato equitativo, respetuoso y distante de todas las religiones, para garantizar la tolerancia y el respeto en base a ciertos principios compartidos, pero actualmente se ha asociado más al odio hacia la religión en general.

La libertad religiosa sigue siendo fundamental. Si no existe, el estado no puede ofrecer garantías. Observemos la experiencia de los países que recientemente vivieron su ‘Primavera Árabe’, entre ellos, Egipto, Túnez, Libia y otros que todavía no se han podido liberar del estigma del radicalismo islámico. Una de las libertades que no ha podido florecer en esos países es la libertad de prensa y el sufragio efectivo,  debido a la falta de libertad religiosa. Todavía persiste la persecución para las minorías religiosas y no hay transparencia fiscal, lo cual escasamente atrae inversión para impulsar la economía. Por eso no es de sorprender que al desintegrarse la Unión Soviética  a finales de los 90s, surgieron conflictos étnicos y religiosos. Los pueblos necesitan definir su identidad religiosa para ser libres y al estado no le corresponde suprimir esta identidad. El poeta Armando Valladares, que pasó más de 20 años en prisión en Cuba escribió sobre la libertad interior de los prisioneros de conciencia y sobre el temor del estado totalitario a la libertad. Alexandr Solzhenitsyn, Premio Nobel de Literatura, ruso, además de ‘Archipiélago Gulag’, escribió una carta a los líderes soviéticos en 1974, desde el exilio para advertirles este mismo peligro, que es un suicidio de Occidente.   
Alexandr Solzhenitsyn


La advertencia del Papa Benedicto XVI a Occidente ha sido todavía más clara y directa: Doblemos nuestra rodilla ante Dios, no ante el Estado. Lanzó este reto desde el 24 de Abril del 2005, en la homilía de inauguración de su pontificado. Haciendo eco de las mismas palabras que utilizó su predecesor, Juan Pablo II, dijo: “¡No tengan miedo. Abran las puertas para Cristo!”. En este mensaje estaba incluyendo a los poderosos del mundo, quienes temen que Cristo les pueda reducir su poder al llevarse ‘algo’ que les corresponde a ellos, si permiten que Cristo entre en nuestra sociedad con la libertad religiosa. Efectivamente, Cristo sí tomaría algo que ellos consideran suyo: el dominio de la corrupción, la manipulación de las leyes y la libertad que ha sido controlada según los designios de los poderosos y del estado servil que los protege y encubre. Pero Cristo no eliminaría la dignidad humana ni la libertad, que constituyen el cimiento de una sociedad justa.

Por supuesto que el Papa Benedicto XVI se estaba dirigiendo a todos en este mensaje, pero también llevaba muy presente en su corazón a los jóvenes. Todos nosotros en cierta medida, cargamos en nuestro interior el temor de abrirnos a Cristo porque también tememos que se lleve ‘algo´ que es nuestro, algo que es único, significativo o muy valioso para nosotros, que embellece nuestra vida. Siendo así, también nosotros nos estamos arriesgando a reducir nuestra dimensión humana, ya que estamos disminuyendo el margen de acción a nuestra libertad y dignidad. El Papa Benedicto XVI con gran optimismo nos exhortó a abrir las puertas de nuestra vida a Cristo, ya que si lo dejamos entrar, no perderemos absolutamente nada que contribuya a hacernos libres y a tener una vida hermosa y feliz. “Sólo en la amistad con Cristo se abren las puertas de la vida ampliamente. Sólo a través de la amistad con Jesús se nos revela el gran potencial de la existencia humana. Sólo con su amistad podemos experimentar belleza y liberación”.  El Estado Secular no puede trascenderse así mismo para satisfacer estos anhelos tan profundos del ser humano.

Su homilía fue característicamente suya, con su estilo catequético y el análisis del estado que guarda el mundo en el siglo XXI, habiendo establecido claramente que sin ciertas verdades compartidas para conducir el debate en la esfera pública, lo que llamamos ‘sociedad’ sería imposible que existiera. La vida en el desierto del relativismo radical y el escepticismo no nos brindan una vida auténticamente humana, ya que es imposible que el escepticismo acerca de la verdad promueva o sostenga una genuina comunidad humana. Si un estado promueve esta combinación letal de relativismo con escepticismo, insiste el Papa, producirá una humanidad sin alma, propensa al comportamiento destructivo que prevaleció en el siglo XX, que tratará de ‘reinventarse’ a sí misma, pero ya no lo hará mediante la política, sino valiéndose de una ciencia desconectada del bien. La reingeniería social que se ha venido registrando en los países de Occidente tiende a dar legitimidad a estas conductas. Ya se ha legislado sobre el  ‘aborto parcial’, las uniones homosexuales han sido objeto de legislación para llamarlas ‘matrimonios’, la ideología de género ha sido elevada al terreno jurídico, sólo falta etiquetarla con un falso sello científico.

En su análisis de la situación cultural de Occidente, el Papa Benedicto da un recorrido sobre la Doctrina Social de la Iglesia, partiendo de León XIII, el último papa del siglo XIX y primer Papa del siglo XX hasta Juan Pablo II, último Papa del siglo XX y primero del siglo XXI, habiendo contribuido él mismo a todo este cuerpo de doctrina. Estos temas están alcanzando madurez en nuestros días y ya emergen como valiosas reflexiones que él ha contribuido sobre la sociedad, la cultura, la economía y la ciencia, que constituyen su legado. Tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI representan un florecimiento de un Renacimiento del pensamiento católico que inició con León XIII, quien después de haber sido electo al pontificado, se dio a la búsqueda de una forma de comprometer la fe con la vida cultural e intelectual. El Renacimiento leonino floreció a mediados del siglo XX con estudios filosóficos, teológicos, litúrgicos, históricos y bíblicos. Paralelamente a este renacimiento dentro del siglo XX, también surgieron los grandes horrores promovidos desde el leviatán que ha sido el Estado con su tentación totalitaria: el Nazismo y el totalitarismo comunista que condenaron a millones de personas a morir por decreto: 20 millones con las hambrunas promovidas por las fallidas políticas stalinistas, Gulag para los disidentes y los campos de concentración nazis en donde perecieron aproximadamente 6 millones de judíos y 5 millones de Cristianos.  Tanto en Gulag como en Auschwitz hubo mártires de la fe.

                Hoy en día el estado promueve otro Holocausto. Para este Holocausto ya no necesita a un Hitler, ni campos de concentración, ni tan siquiera guerras, tratados de Yalta o conflictos militares. El Holocausto moderno sólo requiere activismo judicial y legislativo para asesinar ‘legalmente’ a millones de bebés no nacidos. El estado se ha llegado a tomar la atribución de determinar cuándo empieza la vida para legislar y justificar este cobarde holocausto. La dignidad del bebé no nacido ha sido reducida a un ‘derecho’ de la mujer que a la vez ha dado lugar a una industria que genera millones para los abortistas y sus lobbies, que son clientes en la cartera del estado servil.

El Secularismo radical es un peligro inminente para todos los creyentes, no sólo para los Católicos, pero ninguna voz ha sido tan coherente en manifestarlo como la voz de Su Santidad Benedicto XVI, una voz Católica que ha defendido la libertad religiosa valiéndose las sagradas escrituras, de la Tradición y de un amplio espectro de corrientes de pensamiento filosófico. Sus advertencias están a la vista del mundo, ya que algunos estados han optado por legislar nuestras libertades básicas recurriendo al activismo judicial en las cortes y a agendas legislativas comprometidas con el estado servil:

  • El Departamento de Salud y Servicios Humanos de la Administración Obama en los Estados Unidos, cuya secretaria es Kathleen Sebelius, católica de nacimiento, ha decretado un mandato dirigido a todas las instituciones religiosas –muy especialmente a las universidades y hospitales católicos- girando instrucciones de que deberán proveer anticonceptivos, abortifacientes y esterilizaciones en sus pólizas de seguros médicos. Esta política tiene por objeto decretar una participación de los propios católicos en la revolución sexual que el estado ha lanzado contra la Iglesia. ¿Inquisición anti-católica?
  • Los ataques a la moral Cristiana y a la ortodoxia se han convertido en el discurso regular del Parlamento Europeo y de otras entidades de la Unión Europea.
  • ‘Star Chambers’, como se les conoce a las comisiones de derechos humanos en Canadá, aplican severas multas en dólares a los pastores evangélicos que se atreven a predicar sobre el concepto del matrimonio según las escrituras.
  • La ‘Cristofobia’ que se percibió el 2003 durante los debates sobre el Tratado Constitucional Europeo, una horrible exhibición que duró meses promoviendo una aversión irracional hacia la relevancia de la moral cristiana en la arena pública, una postura muy común en la órbita de la Civilización Occidental.  Joseph Weiler, un experto en esta materia de jurisdicción constitucional, que es judío ortodoxo, fue quien calificó los debates como actos de Cristofobia.
  • España, el país que hizo posible la evangelización de las Américas ha superado a otros países de Europa con la reingeniería social que auspició durante el régimen del socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Su gobierno promovió esta reingeniería en África.
  • En la Cd. de México, sede del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de las Américas, se han realizado más de 105,000 abortos desde el 2008, cuando se despenalizó el aborto. El primer año hubo poco más de 7,000. El aborto ha ido aumentando en una progresión que supera la de Estados Unidos, tras la resolución Roe Vs. Wade en 1972. Ningún otro estado de la República Mexicana ha despenalizado el aborto. ¡Esa cifra es tan sólo regional!
  • En Inglaterra, existe una organización llamada National Secular Society que criticó los comentarios del Papa durante su visita a Westminster con estas palabras: “La identidad secular del pueblo británico no es algo que deba criticarse, sino más bien es algo digno de celebrar. Hemos rechazado la religión dogmática que carece de compasión”, agregando también que la Iglesia discrimina a las mujeres y a los gays. El Papa Benedicto XVI advirtió que muchos “buscan excluir las creencias religiosas del discurso público, ‘privatizarlas’ por ser un peligro para la igualdad y la libertad, pero la fe no es una amenaza para la igualdad”, sino más bien promueve la dignidad de todos, como hijos Dios y no como peones del estado.

Sus advertencias no deben caer en oídos sordos, sino en conciencias con recta formación Cristiana. Sin embargo, no debemos subestimar el Catolicismo Evangélico del Papa Benedicto XVI, su reto a la cultura de la muerte y al creciente secularismo. La Iglesia hoy en día puede aprovechar la gran oportunidad que le ofrecen los medios para difundir su legado y gracias a varios movimientos se ha organizado tenazmente, ya ha sido posible penetrar en las conciencias de los votantes católicos que están avanzando la Nueva Evangelización a pesar de los obstáculos que interpone la cultura:

  • En los Estados Unidos, este reto ya está generando un realineamiento político gracias a que los Católicos han reexaminado su conciencia. El votante católico ya no tiene esa afinidad automática que tenía antes hacia el Partido Demócrata, ya que este partido ha abrasado la cultura de la muerte, incluyendo la agenda de los grupos pro-aborto.
  • En Inglaterra, también se está observando una tendencia similar de los Católicos hacia el Partido Laborista, que se ha radicalizado y ha acogido una gran variedad de propuestas paganas. Lo que todavía no se define es hacia donde van esos votantes, pero es evidente que ese partido ya no puede depender del voto católico.
Esto mismo se está viendo en otros países de América, donde el votante católico ya demanda una postura más clara de los candidatos, aunque todavía la pobreza es el caldo de la demagogia de los partidos de socialistas que avanzan la agenda ideológica del estado secular.

Independientemente de las tendencias del voto católico, mientras el reto del libertinaje persista en Occidente y continúe definiendo las políticas domésticas y el negligente derecho a la vida que se ha legislado, las corrientes de pensamiento auspiciadas por Juan Pablo II en Evangelium Vitae y por Benedicto XVI en Caritas in Veritate,  insisten promover la justicia social y el derecho a la vida. Ambas seguirán ofreciendo una profunda corriente contracultural similar a la que ofrecieron los seguidores de Wesley en Inglaterra, a principios del siglo XIX cuando se opusieron ellos mismos al tráfico de esclavos. Estas corrientes tendrán una voz coherente y madurarán con una voz pública unificada: la voz del evangelio.  Llegará a ser la voz de la Iglesia en defensa de la vida, de la libertad religiosa y de la dignidad humana, tal como se manifiesta en la vida sacramental, en las Escrituras y en la Tradición, según las enseñanzas del Magisterium.

Antes de su renuncia, el Papa Benedicto XVI dejó ciertos textos inconclusos que seguramente se publicarán a su debido tiempo. Si bien el legado de Su Santidad inició mucho antes de su pontificado, oremos a Dios para que continúe escribiendo aún en esta etapa de su vida dedicada a la oración. Él había dicho que la trilogía de Jesús de Nazaret sería su último libro, pero el Señor lo ha dotado de una espiritualidad capaz de transformar nuestra civilización y nuestras almas. Esta catequesis sobre el estado secular debe continuar. Oremos por él y por su sucesor, el Papa Francisco.

-Yvette Camou-

Bibliografía:

1.        Pope Benedict XVI. ‘Light of the World’. Entrevista con Peter Seewald. Ignatius Press. 2010. Págs. xiii, 43.

2.        McAllister, Joseph & staff writers. “Pope warns of Aggressive Secularism in UK”. National Catholic Register. 09/16/2010.

3.        Merriam-Webster Collegiate Dictionary. Tenth Edition. 1993. Pag. 1057. Merriam-Webster, Inc.

4.        Solzhenitsyn, Alexander Isaevich. ‘Letter to Soviet Leaders’. Harper & Row Publishers. 1974. Págs. 9-10.

5.        Valladares, Armando. ‘Contra Toda Esperanza’. Plaza y Janés. 2001. Págs. 36-41.

6.        Weigel, George. ‘Evangelical Catholicism: Deep Reform in the XXI Century Church’. 2013. Págs. 23, 34, 56, 71, 84. Harper-Collins.

7.        Wiker, Benjamin. ‘Worshipping the State: How Liberalism became our State Religion’.  Regnery Publishing 2012. Págs. 42, 53, 61, 67. 2012.