10 de mayo de 2013

El Papa Francisco y el carisma bloguero



Todo cambio de Papa conlleva ligeros cambios en la Iglesia. Nunca se producen cambios de raíz, ya que la Iglesia es la misma desde que fue fundada por Cristo hace ya dos milenios. Uno de los cambios que se puede percibir con más facilidad es la forma de comunicar, debido a la personalidad y carismas de cada Sumo Pontífice. La forma de comunicar conlleva cambios de lenguaje, protocolos y los medios utilizados.  

Fijándonos en el Papa francisco, es fácil darse cuenta que en sus palabras suelen aparecen tres aspectos claves, que a su vez, configuran su forma de comunicar y de acercarse a nosotros:

  • Llegar a las periferias. Los alejados, los tibios, los desencantados, los anhelantes que temen el compromiso, etc.
  • Tender puentes que nos unan y nos reúnan en torno a Cristo; que tiene que ser centro de nuestra vida.
  • La acción armonizadora del Espíritu Santo. Acción que permite que las diferencias sean oportunidades de complementariedad y no excusas para alejarnos.

El bloguero católico, que se enfrenta a la misión de difundir el Evangelio, termina por darse cuenta de la importancia que tienen todos los discursos, homilías y en general, todo acto comunicativo del Santo Padre. Es evidente que la repercusión mediática de las palabras papales son una oportunidad para difundir el evangelio y la acción evangelizadora de la Iglesia. Pero ¿Cómo puede un bloguero “utilizar” esta corriente mediática para su misión? Entiéndase el verbo “utilizar” como una oportunidad que nos brinda la Divina Providencia, no como una manipulación de las palabras del Santo Padre para nuestro beneficio personal.

En el caso del Papa Francisco hay tres características que son importantes y debemos tener en cuenta:

a)   Los temas que aborda son fácilmente resumibles en una frase corta y concisa. Esto nos proporciona estupendas oportunidades para elaborar el título de nuestra entrada. Por ejemplo, en las breves homilías que suele realizar diariamente en la Residencia de Santa Marta se pueden encontrar frases que son, casi, un título perfecto por si mismas. 
b)   El Papa Francisco utiliza pocas citas y referencias textuales. Su forma de comunicar es sencilla, directa y relevante. Esta forma de comunicar nos permite buscar referencias que contextualicen lo que nos transmite.
c)   Los temas que desarrolla son suficientemente actuales y cotidianos, por lo que podemos utilizarlos como palanca para mostrar cómo es posible insertar la Fe en la vida cotidiana de cada uno de nosotros. Para complementar las palabras del Papa podemos contar anécdotas personales o incluso crear algún tipo de “storytelling” que refuerce la ida que queremos transmitir.

Quizás la dificultad que se presenta al revisar los actos comunicativos del Papa Francisco, sea precisamente lo que hace que sus palabras lleguen con facilidad a todo tipo de personas: su sencillez. Si adornamos demasiado las palabras del Santo Padre corremos el riesgo de que pierdan su capacidad comunicativa. Si las dejamos desnudas, haremos de simples transmisores de lo que las agencias de prensa nos ofrecen. Por ello es sugerente la opción que indicaba antes: utilizar una anécdota personal o armar una historia donde se inserten adecuadamente.

A las personas nos gusta que las historias que nos cuenten tengan algo que ver con nosotros, lo que sentimos, lo que padecemos o de las expectativas que tenemos por delante. Evangelizar es un arte que tiene mucho de saber tejer la Verdad del Evangelio dentro del tapiz de la vida de cada cual. Al leer las palabras del Papa, no es difícil encontrar algo que nos toque de cerca o nos conmueva. Ese "algo" puede ser el hilo que nos permita generar una entrada que, a su vez, conmueva a otras personas y les permita ver el Evangelio como algo que tiene relevancia en su vida.

Como decía antes, la palabras del Santo Padre son oportunidades que la Providencia Divina nos ofrece y que no podemos dejar de considerar de vez en cuando al elaborar nuestras entradas. Como Blogueros con el Papa, esta oportunidad es casi una misión a cumplir.

Néstor Mora