Últimamente se habla mucho del Santo Padre Francisco desde
un plano comparativo con sus antecesores. Lamento la pobreza de algunas comparaciones.
Si usa o no zapatos rojos, si la Cruz que lleva puesta, la silla dónde se sienta, etc.. Hay argumentos para ambos lados de las comparaciones; es decir, algunos
podrán decir que la pobreza que demuestra el Santo Padre por no utilizar algunos
artículos es ejemplar porque se aleja de lo ostentoso. Otros podrán decir que
el desapego a las cosas materiales es la verdadera pobreza y, que seguir con la
misma cruz, zapatos, pantalones, etc. puede
ser apego ya que nada es nuestro y precisamente dejarlo todo demuestra mayor
pobreza en ese desprendimiento de lo material.
Prácticamente todas esas “cosas” que “usan” los Papas no son
de ellos, ¿alguien leyó el testamento del Beato Juan Pablo II? No fue dueño de nada; se sentó en una silla
muy “ostentosa” pero de una forma obediente y humilde. Queda claro que entregó
hasta la última gota, quedó exprimido
hasta el final ¿quién no lo recuerda intentando hablar?
Y ¿qué decir de
Benedicto XVI? afrontando con humildad y valentía los numerosos embates, temas
complicados y muy mediáticos; su calidad de respuestas, cantidad de trabajo,
libros, escritos, homilías, encíclicas,
reuniones… que, con más de 80 años de
edad entregaba al mundo mostraron el
camino a más de mil millones de Católicos; la cantidad de oración detrás de
cada palabra escrita, de sacrificio, de esfuerzo contra las limitaciones humanas
propias de la edad. No se necesitan más
pruebas para ver el acierto del cónclave en “escuchar” al Espíritu Santo y que
Benedicto XVI haya sido y sea para toda la Iglesia el mensajero de Dios que es.
Ahora, con el Papa Francisco, tenemos ejemplo de Caridad y de acción, es una invitación para que éste
sea el momento de actuar de forma constante, como testigos. El Papa Francisco
ha recibido y cultivado unas gracias ejemplares que Dios le ha dado para
guiarnos, para seguir buscando a las ovejas extraviadas, para invitarnos y
motivarnos a ser Cristianos, a recodar que todo se resume en una relación
personal con Cristo y por efecto a las obras, al testimonio.
Me parece que las comparaciones, no van de sillas, oro o
bordados más o menos vistosos... vamos,
que se trata de seguir a Cristo. En
Blogueros con el Papa: “Desde
sus orígenes, Blogueros con el Papa ha perseguido como principal finalidad su
unión y apoyo incondicional a
la persona del Romano Pontífice y al ministerio por él ejercido. Ésta es al
mismo tiempo la nota distintiva de los miembros y la finalidad principal de la
Asociación.”
Las redes sociales son un medio actual. Una parte cada vez
más integral de nuestra vida y hay que usarlas bien, hay que ahogar con
“abundancia de Bien” todo el mal que se hace en ellas. Es una forma de
comunicación de hoy y medio de evangelización
El Papa Francisco es el Santo Padre, es quien dirige la
barca, escogido por el Espíritu Santo que es Dios mismo, vamos a seguirlo,
apoyarlo, escucharlo “incondicionalmente” y con mucha alegría igual que se ha
seguido a los anteriores y a los que vengan.
Mauricio Traeger Mendoza