19 de mayo de 2014

ALGUNOS DATOS PARA REFLEXIONAR SOBRE EL III SÍNODO EXTRAORDINARIO.


Mons. Paglia explicó que después del Concilio Vaticano II y la Exhortación Apostólica Familiaris Consortio de San Juan Pablo II, este Sínodo “es algo realmente providencial, es una caricia extraordinaria del Papa Francisco a las familias”.
El Papa Francisco decretó que se celebre una Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos entre los días 5 y 19 de octubre de 2014 en la Santa Sede sobre el tema “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”.
“El Papa Francisco está subrayando un camino que todos debemos tomar con sabiduría inteligencia audacia estando junto al Papa. Retomar la imagen de la pesca milagrosa, la de Pedro con pocos peces, todos debemos ir todos con él a pescar”,
Mons. Paglia resaltó que desde el Vaticano II, la Iglesia “ha dado muchos pasos en relación a la pastoral familiar”, y, partiendo de una de las constituciones que emanan del Concilio, la Gaudium et Spes, “no hay duda de que el Papa Bergoglio está acogiendo en este contexto esa simpatía extraordinaria que acaricia a la familia y al mundo”.
“La familia es el gran recurso de la humanidad”
El carácter extraordinario de la próxima asamblea sinodal es de señalar que "este tipo de sínodos responden a la necesidad de tratar una materia que a pesar de referirse al bien de la Iglesia universal, exija una rápida definición. Es evidente que la crisis social y espiritual del mundo actual afecta a la vida familiar y crea una verdadera urgencia pastoral que justifica la convocatoria de una Asamblea General Extraordinaria".
El Cardenal Erdo señaló que en el documento preparatorio "la familia aparece como una realidad que procede de la voluntad del Creador y constituye una presencia social. Por lo tanto, no es una mera invención de la sociedad humana, mucho menos de cualquier poder puramente humano, sino más bien una realidad natural, que fue elevada por Cristo Nuestro Señor en el contexto de la gracia divina. El documento, así como la Iglesia misma, une estrechamente la problemática de la familia con la del matrimonio".
El Purpurado pasó revista a todas las cuestiones abordadas en el texto, desde la preparación para el matrimonio y la evangelización de los cónyuges y de sus familias, a las uniones de hecho sin reconocimiento religioso o civil, a la situación de los divorciados católicos que se han vuelto a casar o a las uniones entre personas del mismo sexo, pasando por los procedimientos de nulidad matrimonial.
Sin embargo, afirmó, todo el cuestionario que se ha enviado a las conferencias episcopales de todo el mundo "se coloca en un contexto más elevado: más allá de los problemas existentes abre el horizonte hacia el reconocimiento del hecho de que la familia es un verdadero don del Creador a la humanidad".
Mons. Baldisseri explicó que "la temática de este Sínodo se inserta en una ruta de trabajo en dos etapas: la primera es, precisamente, la Asamblea General Extraordinaria de 2014 cuyo propósito es precisar el ‘status quaestionis’ y recoger testimonios y propuestas de los obispos para anunciar y vivir el Evangelio con credibilidad para la familia; la segunda es la Asamblea General Ordinaria, prevista para 2015, cuyo fin es dar las líneas operativas para la pastoral de la persona humana y de la familia".
Por último, el Arzobispo Bruno Forte recordó que el enfoque para abordar los desafíos de la vida familiar en la actualidad es el que San Juan XXIII anotaba en su diario poco antes de la apertura del Concilio Vaticano II: "mirar todo a la luz del ministerio pastoral, es decir: almas que salvar y que reconstruir".
"No se trata, en definitiva -dijo-, de debatir asuntos de doctrina, por otra parte explicadas ya por el Magisterio también reciente. La invitación que deriva para toda la Iglesia es escuchar los problemas y expectativas que están viviendo hoy en día tantas familias, mostrarse cerca de ellas y ofrecerles de forma creíble la misericordia de Dios y la belleza de la respuesta a su llamada". Datos tomados de algunas noticias de Aciprensa.
Es un buen momento para quitar etiquetas, para limpiar la mente, sobre cosas que se dicen y se siguen diciendo sobre el próximo Sínodo. Sabemos por experiencia que cuando se reúne el Santo Padre con los Obispos en colegialidad, el Espíritu Santo los asiste. A nosotros nos corresponde estar bien informados y hacer oración.