Ante las noticias de las persecuciones sufridas por los cristianos en tantos países del mundo, sorprende el silencio de las opulentas sociedades occidentales. Si existe en el mundo la libertad y se reconoce en Occidente como el bien por excelencia, eso se debe a que los cristianos han mirado al que traspasaron y han aprendido esa lección.
Es cierto que en ciertos momentos, a algunos se les haya olvidado esa lección al emplear la violencia al servicio del Evangelio. Estamos pagando las consecuencias de esta infidelidad al Mártir de la verdad, que es la peor de las infidelidades. Porque usar la violencia para defender la verdad es el antimartirio. Son paradojas de la vida que se repiten periódicamente: los defensores de la verdad que se erigen en Maestros y usan la violencia para ello son el anticristo.
Hoy, en la solemnidad del Sagrada Corazón de Jesús, miramos al que traspasaron... y no queremos apartar la mirada de cuantos están siendo también traspasados en su nombre.
Me gusta este vídeo porque no reclama venganza ni promueve una defensa de la fe basada en la ideología, sino que anima a contemplar directamente el testimonio de estos mártires de nuestros días y aprendamos como ellos esa lección.
Joan Carreras