Juan
Pablo I: Del que ya hemos hablado anteriormente, y quizás ahora, el mencionar
una anécdota de su visita a Fátima en el verano de 1977, cuando se vio con la
Hna. Lucía. Y es que, si como sabemos que antes de hablar con Lucía tenía una
gran inquietud por lo referido del milagro del sol, volvió pálido a Venecia, ya
que Lucia le había profetizado que sería el siguiente Papa.
Juan
Pablo II: Como me alargaría más de lo previsto al hablar de Juan Pablo II y su
relación con las apariciones de Fátima, mencionaré solamente algunos
acontecimientos significativos: El 13 de mayo de 1982 viajo al Santuario de
Fátima para agradecer a Nuestra Señora el haberle salvado la vida exactamente
un año antes, en el atentado de la Plaza de San Pedro. Ese día consagró el
mundo una vez más a nuestra Señora, renovándola el año 1984 en la Plaza de San
Pedro ante la imagen de Nuestra Señora de Fátima,llegada
desde la capilla de las Apariciones. En esa ocasión ofreció uno de los
proyectiles que le alcanzaron, hoy engastado en la corona preciosa de la misma
imagen. Visitó de nuevo Fátima en 1991, y agradeció a la Santísima Virgen la
resolución de los acontecimientos en los países del Este de Europa.
Y
dejar constancia de la importancia que dio al rezo del santo rosario cuando le
preguntaron por el tercer secreto de Fátima, sacando del bolsillo un santo
rosario y considerándolo como el mejor remedio.
Benedicto
XVI. “Fátima es un lugar particularmente significativo para este Papa”, dijo el
P. Federico Lombardi, que habló del Santuario portugués ...
Recordemos
su viaje Apostólico a Portugal en el 10 aniversario de la beatificación de
Jacinta y Francisco el 13 de mayo de 2010.
Francisco
I: Consagró su pontificado a la Virgen de Fátima el 13 de abril de 2013.
El 17
de mayo de 2017, centenario de apariciones, canonizó en Fátima a los
pastorcitos, Jacinta y Francisco, y en su primer discurso ante el inmenso
gentío y en el idioma portugués: "En este lugar, desde el que hace 100
años manifestaste a todo el mundo los designios de la misericordia de Dios,
miro tu túnica de luz y, como obispo vestido de blanco, tengo presente a todos
aquellos que vestidos con la blancura bautismal quieren vivir en Dios y recitan
los misterios de Cristo para obtener la paz"
andrésdeMaría