*ORACION: TODO POR TI, SEÑOR*
Jesús, hoy me acerco y me encuentro ante Ti, tus propuestas me parecen inalcanzables, como al joven rico y los apóstoles. Siento que la propuesta del Evangelio está demasiado alejada de lo que yo puedo hacer, que en la vida real no se puede vivir con esa radicalidad. A veces tengo la sensación que no voy a poder vivir plenamente tu Evangelio.
Jesús, miraste con cariño a aquel joven rico y me miras a mí. Cuando me miras, sabes lo que necesito para seguir creciendo, sabes de mis capacidades y de mis limitaciones, sabes de lo que yo puedo llegar a hacer y a ser. Me animas a ir siempre un paso más allá y me lo pides con cariño, sabiendo de lo que soy capaz, confiando en mí. Que yo sepa mirarme también con cariño y con confianza.
No me resulta fácil desprenderme de todo lo que me da seguridad, riquezas, ideologías, lazos afectivos, pequeñas costumbres que he de cambiar. Te presento mis resistencias y dificultades para seguirte.
Ayúdame a superarlas, Jesús. No siempre me puedo apoyar en mi fuerza de voluntad o en el suelo firme que ya piso. Solo tu mirada y tu aliento puede tirar de mí. No me quiero alejar de Ti, triste, como el joven rico. Que tus deseos y los míos se vayan acercando cada día más y pueda experimentar que, con tu ayuda, todo es posible. Amén.