*ORAR CON EL EVANGELIO DE HOY*
Al acercarte a mi vida, Señor, me dices llorando: "¡Si al menos tú comprendieras lo mucho que te amo; si comprendieras que estoy siempre dispuesto a acompañarte, a escucharte, a consolarte, a darte fuerza; si cuidaras a tus hermanos más necesitados!"
Señor, sé que tú eres fuego y no me acerco a calentarme; sé que tú eres pan y no me acerco a saciar mi hambre; sé que tú eres paz y no me acerco a curarme de mis inquietudes; sé que tú eres alegría y prefiero quedarme a solas con mi tristeza...
Prefiero hacer otras cosas, acercarme a otras personas, aunque sé que sólo tú puedes colmar el gran corazón que me diste. Señor, que tus lágrimas me conviertan y sepa acercarme cada día a ti, sin prisa, con absoluta confianza, que sepa dejarme cuidar por ti, para vivir seguro y feliz. Amén.