En mi debilidad, Tú eres mi fuerza, Señor.
En mi deseo de curarme, Tú eres mi fuerza, Señor.
En mis momentos bajos, Tú eres mi fuerza, Señor.
Cuando no puedo rezar, Tú eres mi fuerza, Señor.
Cuando rezo con fe, Tú eres mi fuerza, Señor.
En mi familia y amigos, Tú eres mi fuerza, Señor.
En mi vida, Tú eres mi fuerza, Señor. Amén.
Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.