Gracias, Dios Espíritu Santo, porque estás sobre nosotros, dentro de nosotros y en cada persona. Tú nos alientas para que nos acerquemos a Dios, para que vivamos intensamente la vida. Tú nos das fuerza para que cumplamos nuestra misión, en la familia, en la iglesia y en la sociedad.
Gracias, Jesús, por anunciarnos la mejor noticia, por decirnos que Dios nos ama con locura. Gracias, porque cuando nos acercamos a Tï caen las cadenas del egoísmo y el miedo. Gracias, por curar las cegueras que no dejan ver la belleza de la creación y de las personas.
Gracias, Padre, porque cuentas con nosotros, aunque seamos débiles y pecadores, para continuar la misión de Jesús, con la fuerza del Espíritu Santo; para que anunciemos, con la vida y la palabra, que Tú eres la fuente de la felicidad más grande. Amén.