¿Qué me dices, Dios mío, en Adviento? Me dices que me visitas. Tú viniste a habitar entre nosotros y vendrás de nuevo al final de los tiempos. Pero ahora, ahora mismo, estás viniendo. El Adviento es para que aprenda a captar tu presencia en todo, a contemplarte cerca en cualquier situación, a celebrar un Amor que me ama sin medida, a recordar que no puedo salvarme por mí mismo. En Adviento me pides posada, mendigas acogidas. Aquí tienes tu casa, Señor; en este tiempo quiero escuchar y meditar a diario tu Palabra, recibir con más frecuencia la Eucaristía, abrazarte en el hermano más necesitado. Y así aprender lo que debe ser toda la vida. ¡Ven, Señor; ven Salvador!
Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.