Señor, nosotros, como Zacarías, también te decimos: "¿Cómo estaré seguro de eso?" Queremos estar seguros, seguros del todo. Aunque presumamos de aventureros, lo cierto es que nos cuesta el riesgo.
Danos sabiduría para aceptar que en las decisiones más importantes de la vida nunca tenemos plena seguridad. Cuando Tú nos llamas, nunca podemos tener todo controlado. Para poder vivir, para poder avanzar en la vida, como personas y como cristianos, necesitamos confianza. Sin confianza, sin riesgo, no puede haber avances.
Señor, nos falta confianza en Ti, creemos que no sabes hacer tu oficio de Dios. Perdona y cura nuestras impaciencias y desconfianzas. Aumenta nuestra fe en Ti, porque sólo Tú escuchas siempre nuestras oraciones, cumples todas tus promesas y nos das en cada momento lo que más nos conviene. Amén.