Toda la vida queriendo salir del rebaño, construir mi propia vida, elegir mi propio camino y escuchar solo a mi corazón. Ser alguien único, distinto, reconocible.
Y de repente llegas Tú, Señor, y me quieres oveja, que acepte tu guía, que reconozca tu voz, que siga tu camino, que sea una más del rebaño.
Y entonces, me parto por dentro. Porque no sé qué prefiero, si tu voz o mi susurro,mi sendero o tu camino, seguir perdido o seguirte a ti.
Y en esa encrucijada recuerdo una cosa: que por tu camino crezco, que con tus ovejas me enriqueces, que en tu rebaño me haces libre y que tu palabra me da Vida. Amén.
Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.