Señor Jesús, que sepa ser astuto, como Tú y Contigo, para reconocer las trampas del mal y no dejarme engañar por propagandas e intereses, para conocerme y conocer mejor a los demás, y descubrir las posibilidades de cada tiempo, para buscar los caminos y los modos más adecuado en el servicio a las personas y en el anuncio del Evangelio.
Señor Jesús, que sepa ser sencillo, como Tú y Contigo, para mostrarme sin artificios ni máscaras y no situarme con prepotencia, por encima de nadie, para no esconder mis limitaciones y mis talentos y reconocer los aciertos y errores ajenos, para apostar por el trabajo humilde y discreto, y dar espacio a las personas más pequeñas y vulnerables.
Señor Jesús, que sepa ser astuto y a la vez sencillo, como Tú y Contigo. Amén.