Señor, que en todo momento sea capaz de reconocer tu voz, de escucharte de aceptar ser moldeado por Ti. En mi compromiso contigo, Señor, que tu voz sea para mi un instrumento de discernimiento en la oración, de lo que quieres para mi vida, de poner de manifiesto la voluntad del Padre en mi corazón, rechazar aquello que altera mi relación con Dios, con los demás e, incluso conmigo mismo. Señor, ven a buscarme en todo momento porque yo también soy oveja perdida, muchas veces estoy lejos de ti, me amenazan muchos lobos de este mundo. Te pido, Señor, que me busques, que me acojas, que me conduzcas siempre por los caminos de bondad. Señor, me causa una gran alegría que seas mi pastor, no me importa entregar mi vida y unirla a la cruz; por eso, Señor, te pido que no dejes de seguir buscándome y cuando me encuentres me tomes entre tus brazos y me conduzcas de nuevo a mi redil. Amén.
11 de diciembre de 2024
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