12 de febrero de 2013

¡Animo! Todavía Habemus Papam.


La Tiara que el Papa no llegó  a usar: un símbolo de otros tiempos. Hay quien no lo ha entendido



En los próximos días escucharemos muchos comentarios sobre el anuncio del Papa Benedicto XVI de hoy. Si bien el Consistorio fue convocado para anunciar la canonización de algunos santos, entre ellos los 800 mártires italianos asesinados por musulmanes en el siglo XV, el anuncio de su renuncia fue el que capitalizaron los medios. A todos nos sorprendió el anuncio, pero hay aspectos de este anuncio que no debieran confundirnos, ni desvirtuar el valor del Pontificado, puesto que los Papas pueden renunciar. Muy pocos lo han hecho, pero sí existe precedente. Celestino V renunció en 1296. Una vez que el Papa comunica su intención de renuncia, es irrevocable.

La ‘renuncia’ del Papa Benedicto no debe interpretarse en el sentido en que convencionalmente usamos la palabra ‘renuncia’. En el sentido convencional, una renuncia implica que debe someterse a consideración de los superiores. El Papa no tiene más superiores que Dios. En el texto que se publicó en el portal del Vaticano, se usa la palabra ‘renuntiate’, que no coincide con en el sentido que le damos en Español, sino que más bien implica una entrega generosa

Esta decisión debe ser libre.  El canon 332 numeral 2, precisa que: "si el Romano Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero que no sea aceptada por nadie"

Todavía no se sabe cuál sería el título que emplearíamos para referirnos al Papa Benedicto XVI en su nueva vida de retiro. Se dará a conocer el protocolo a seguir.

La Iglesia  nunca ha aceptado la profecía de San Malaquías, que ha sido difundida en diferentes formas e interpretaciones. Esta profecía dice que sólo habrá un Papa después de Benedicto XVI y que será -supuestamente-  Pedro el Romano. Esta profecía es indudablemente falsa. Se dice que fue hecha por San Malaquías en 1139, pero salió a luz pública hasta 1595. Al parecer, estaba destinada a influir la elección del Papa en ese tiempo.  Por lo tanto, no debemos darle crédito y no hay razón para promover injustificadamente la ansiedad que algunos medios han derivado de esa profecía.
              No sabemos y nadie sabe quién será el próximo Papa. La sede quedará vacante el 28 de Febrero, a las 8:00 PM, hora de Roma y se convocará a un cónclave. La decisión del Papa no cambiará ningún tipo de compromiso con los fieles y los dos próximos domingos, rezará el Ángelus junto a los peregrinos en la Plaza de San Pedro. A partir del 17 de febrero por la noche y por el plazo de una semana, comenzará sus ejercicios espirituales de preparación a la Cuaresma junto a la Curia Cardenalicia. Durante ese periodo, como estaba previsto, no concederá audiencia alguna.
El Papa Benedicto XVI no elegirá a ningún candidato de su predilección.  Respetará el proceso de acuerdo a la norma de Derecho Canónico. A partir del 28 de Febrero  inicia la situación de "sede vacante", regulada, desde el punto de vista jurídico y canónico por los textos que se refieren a la "sede vacante" en el Código de Derecho Canónico y en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis escrita por el Beato Juan Pablo II. 

Encomendemos la elección de su sucesor al Espíritu Santo, bajo cuya presencia santificante fueron electos como Vicarios de Cristo toda la sucesión en el Pontificado, desde San Pedro el humilde pescador de Galilea, hasta el Beato Juan Pablo II, el predecesor del Papa Benedicto XVI, que todavía vive en nuestros corazones. Elevemos en nuestras oraciones también nuestra gratitud por el pontificado de Su Santidad Benedicto XVI, cuyo hermoso legado trascenderá no sólo en nuestras comunidades y en nuestras vidas, sino que también se proyectará en las generaciones futuras. 

-Yvette Camou-


Referencias Bibliográficas:


  • Aciprensa. Cobertura General. 11 de Febrero del 2013. 
  • Keating, Karl. Catholic Answers Website. Assorted Posts. 02-11-13.
  • McKenna, Kevin E. "A Concise Guide to Canon Law". Kindle Edition. Ave Maria Press.