El Papa renuncia. Estamos con el Papa |
Es una noticia sorprendente por extraordinaria. No ocurría algo parecido desde el año 1415, cuando renunció Gregorio XII.
«Os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice» (fuente).
Han sido ocho años de un pontificado increíblemente fecundo. Benedicto XVI ha sucedido a un gran pontífice: Juan Pablo II el grande. Un pontífice que batió todos los records imaginables de eficacia evangelizadora; un Papa que asombró al mundo por el arrojo y fortaleza de sus primeros años de pontificado, así como por su capacidad de sufrimiento al sobrellevar la enfermedad en sus últimos años. A esto parece aludir Benedicto XVI cuando afirma: "Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando". Así fueron los últimos años de Juan Pablo II. Fue un ejercicio heroico de las virtudes.
Pero no menos heroico puede ser el acto de renuncia. Las razones que aduce el Papa han sido sopesadas:
Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado.Dos modos muy distintos de reaccionar.
Tan ejemplar es uno como el otro, puesto que en ambos se advierte el gran amor por la Iglesia.
Blogueros con el Papa queremos apoyar a Benedicto XVI, con nuestra oración y con todos los medios a nuestro alcance. En un momento grave que muchos aprovecharán para denostar su figura y lo que ella representa, nos gustaría hacer llegar a todos los rincones del mundo y de la blogosfera estas sencillas palabras:
GRACIAS, BENEDICTO XVI
GRAZIE TANTE, SANTO PADRE.