15 de abril de 2014

¿Quién es San Ponciano?


El “Liber Pontificalis” (ed. Duchesne, I, 145) dice que  Nació en Roma. Elegido el 28.VIII.230, murió el 28.IX.235. Ordenó el canto de los Salmos y la recitación del confiteor Deo antes de morir y el uso del saludo Dominus v obiscum. Deportado y condenado a las minas en Serdeña. Murió de sufrimientos en la isla de Tavolara.  y que su padre se llamaba Calpurnio. Con él comienza la breve crónica de los obispos romanos del siglo III, de la cual hizo uso el autor del Catálogo Liberiano de los Papas en el siglo IV y que da información más exacta sobre la vida de los Papas. Según este relato Ponciano fue electo Papa el 21 de julio de 230 y reinó hasta el 235. El cisma de Hipólito continuó durante su episcopado; hacia el final de su pontificado hubo una reconciliación entre el partido cismático y su líder con el obispo romano. Después de la condena de Orígenes en Alejandría (231-2), se celebró en Roma un sínodo, de acuerdo a San Jerónimo (Epist. XXXII, IV) y Rufino (Apol. contra Hieron., II, XX), que estuvo de acuerdo con las decisiones del sínodo alejandrino contra Orígenes; sin duda este sínodo fue convocado por Ponciano (Hefele, Konziliengeschichte, 2nd ed., I, 106 sq.).


En 235, en el reinado de Maximino el Tracio comenzó una persecución dirigida principalmente contra los jefes de la Iglesia. Una de sus primeras víctimas fue Ponciano, quien con San Hipólito fue desterrado a la malsana isla de Cerdeña. Para hacer posible la elección de un nuevo Papa, Ponciano renunció el 28 de septiembre de 235, dice el Catálogo Liberiano “discinctus est”. Consecuentemente, Antero fue elegido en su lugar. Poco antes de esto o poco después Hipólito, quien había sido desterrado con Ponciano, llegó a reconciliarse con la Iglesia Romana, y con esto terminó el cisma que él había ocasionado. Se desconoce cuánto tiempo Ponciano soportó los sufrimientos del exilio y el duro trato en las minas de Cerdeña. De acuerdo con antiguos y ya inexistentes Actas de mártires, utilizadas por el autor del “Liber Pontificalis”, murió como consecuencia de las privaciones y el trato inhumano que había tenido que soportar.