Creo que
todos estamos al tanto de la triste e insostenible situación que viven nuestros
hermanos cristianos de Irak. Hoy he leído que hay una
plaza en la que los islamistas fanáticos y asesinos exhiben las cabezas de los
niños cristianos asesinados.
La
pregunta que todos nos hacemos es ¿Qué podemos hacer desde tan lejos para
ayudarles? Hay muchas acciones que podemos emprender y que no deberíamos de
dejar de hacer.
La
primera y más importante de todas es orar y orar de corazón, haciendo nuestro
el sufrimiento. Sintiendo que las personas que son asesinadas allí son nuestros
hijos, hermanos, padres o abuelos, porque lo son. Somos hermanos por el
bautismo y eso tiene que ser relevante para nosotros.
Después
podemos hacer acciones simbólicas, que son importantes porque vemos que no somos
unos pocos los que nos sentimos hermanados con estos cristianos sufrientes. En
las redes sociales se proponen una serie de acciones:
- Colocar en la foto de
nuestro perfil la letra nun, con la que marcan las casas de los
cristianos.
- Utilizar el hashtag: #WeAreChristians
cuando hablemos de este tema en las redes sociales
- Compartir y/o retwittear
los mensajes que creamos más adecuados a nuestra forma de unirnos a los
sufriente hermanos de Irak.
También
se propone poner en nuestras ventanas una vela o una foto de una vela, colocar
la letra “nun” en nuestras puertas. De esta forma, también en el mundo físico
visualizaremos que somos muchos los que sufrimos con nuestros hermanos irakíes.
Existen
también iniciativas de ayuda por parte de “Ayuda
a la Iglesia necesitada” que busca paliar, en algo, el sufrimiento de estos
hermanos.
Pero hay
que tener cuenta que nuestra participación en estas campañas deberían ser la
consecuencia de sentirnos unidos a nuestros hermanos irakíes y orar por ellos
como por nuestra propia familia.
No se
trata de hacer campañas para quedar bien o para parecer solidario. Tampoco se
trata de unirnos a un flashmove divertido. Participar es sencillo, con poner la
letra nun y retwitterar un par de veces podríamos sentirnos bien con nosotros
mismos, pero no se trata sólo de participar. Lo que nos pide el Señor es que
ejercitemos la caridad desde la profundidad de nuestro ser. Caridad que es
emoción, entendimiento y acción, no simples apariencias y actos automáticos.
Desde “Blogueros
con el Papa” queremos señalar que cada uno de nosotros tenemos un sitio para orar y
actuar por estos hermanos. Un sitio que nadie puede ocupar por usted y que es
necesario que ocupe en este momento. Cada lágrima que derramemos por estos
hermanos, será una bendición que reciban tarde o temprano. Esta es nuestra misión
en este momento, estar presentes en Irak con todo nuestro ser y agarrarnos a
cada uno de nuestros hermanos para protegerles lo mejor que podamos. No duden
que una oración sincera y profunda es capaz de mover una montaña en este mundo.
Gracias
Néstor Mora