La Palabra es fundamental pues es Dios mismo que nos habla, nos dice el Papa Francisco en su audiencia de hoy. Sin la Palabra no podemos seguir al Señor porque en ella Él nos indica el camino y nos da las pautas necesarias para cumplir su Voluntad. Tengamos muy presente lo que nos dice el Papa y tratemos de reflexionar y escuchar la Palabra por medio de la cual Dios nos señala el camino para cumplir su Voluntad.
PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA GENERAL
Plaza de San Pedro
Miércoles, 31 de enero de 2018
Miércoles, 31 de enero de 2018
Queridos hermanos y hermanas:
Después de haber dedicado varias catequesis a los ritos introductorios de la Santa Misa, consideramos ahora la liturgia de la Palabra, que es una parte constitutiva de la celebración eucarística, en la que nos reunimos para escuchar lo que Dios ha hecho y quiere hacer por nosotros.
Por
En la liturgia de la Palabra las páginas de la Biblia dejan de ser un texto escrito para ser palabra viva de Dios. Él mismo nos habla y nosotros lo escuchamos poniendo en práctica lo que nos dice. Tenemos necesidad de escuchar la Palabra de Dios, pues «no solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios». De hecho, hablamos de liturgia de la Palabra como de una «mesa» que el Señor dispone para alimentar nuestra vida espiritual, tanto con las lecturas del Antiguo y Nuevo Testamento, como también del salmo responsorial.
La proclamación litúrgica de las lecturas, con las antífonas y cantos tomados de la Sagrada Escritura, manifiestan y favorecen la comunión eclesial, y acompañan nuestro camino de fe. Hay que valorar la liturgia de la Palabra, formando lectores y creando un clima de silencio que favorezca la experiencia del diálogo entre Dios y la comunidad creyente.
Saludos:
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española venidos de España y Latinoamérica; de modo especial a los seminaristas del Seminario Menor de Ciudad Real, y a los participantes en la Asamblea anual de Delegados diocesanos de Medios de Comunicación de España. Los invito a acoger cada día el alimento y la luz de la Palabra de Dios que resuena en la liturgia, siendo capaces de ponerla en práctica con obras concretas.
Que Dios los bendiga. Y Muchas gracias.