26 de octubre de 2022

AUDIENCIA DEL PADRE FRANCISCO

La desolación, de la que nos habla hoy en su audiencia el Papa Francisco, está presente en nuestras vidas. Tarde o temprano llegará y hará zozobrar nuestra barca.  Son momentos, como nos dice el Papa Francisco, de tubación, de tristeza y de tentaciones. Experimentamos la seducción y nos sentimos atraidos y confundidos. Somos débiles y discernir que solo injertado en Xto. Jesús podremos sostenernos a flote será lo bueno, importante y decisivo. Así venceremos a la desolación.



PAPA FRANCISCO

AUDIENCIA GENERAL

Plaza de San Pedro
Miércoles, 26 de octubre de 2022

[Multimedia]

_______________________________________

Catequesis sobre el discernimiento 7. La materia del discernimiento. La desolación

Queridos hermanos y hermanas:

En este ciclo de catequesis dedicado al discernimiento, hoy reflexionamos sobre la desolación. Todo lo que hacemos tiene una connotación afectiva, y es necesario reconocer —o sea, discernir— lo que “se mueve” en nuestro interior, porque Dios habla al corazón. Cuando los movimientos interiores se caracterizan por la turbación, la tristeza y las tentaciones; cuando sentimos que perdemos la esperanza y nos alejamos de Dios, estamos experimentando la desolación.

Nadie quisiera tener que pasar por estos momentos de oscuridad, pero a todos nos llegan, es parte del camino. Y si sabemos “leerlos”, rezarlos y confrontarlos con un guía espiritual que nos acompañe, pueden ayudarnos a madurar y a afrontar la vida de otra manera, más “arraigados y firmes en la fe”. También es importante, cuando llega la prueba, “no hacer mudanza”, no cambiar, es decir, permanecer fuertemente unidos al Señor y no desviarnos del camino que nos conduce hasta Él. Así, con la gracia de Dios, podremos fortalecernos y seguir viviendo con mayor paz y libertad.


 

Saludos:

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. El próximo martes celebramos la Solemnidad de Todos los Santos. Pidamos que, siguiendo su ejemplo de entrega a la voluntad de Dios, no nos desanimemos en los momentos de desolación, y sepamos confiar siempre en Él y en su amor infinito que no nos abandona. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Muchas gracias.