*ORACION: JESUS ES LA PUERTA*
Señor, todos queremos ser felices, plenamente felices. Tú has puesto en nuestro corazón el deseo de una felicidad infinita. Pero no siempre acertamos a entrar por la puerta que conduce a esa felicidad, a esa salvación. Y, a veces, llegamos a pensar que no existe esa puerta, que nunca podremos disfrutar una felicidad a la medida de nuestro corazón.
Pero tú, Jesús, nos dices que existe una puerta que nos hace entrar en la familia del Padre, en el calor de su casa. Tú, Jesús, eres la puerta, el paso hacia la salvación, hacia la felicidad que colmará todos nuestros deseos. Eres la puerta que nunca está cerrada, que está abierta siempre y a todos, sin distinción, sin exclusiones, sin privilegios. Tú eres una puerta abierta, también y de forma especial a los que nos sentimos pecadores. Tú nos esperas para abrazarnos, para perdonarnos, para curarnos, para transformar y renovar nuestra vida, para llenarla de alegría plena y duradera. Amén.