Señor, líbrame de todo deseo de sobresalir, de parecer más grande o más bueno que los demás, de pretender la fama a cualquier precio.
Pero, si he de llamar la atención, que la llame por ser como tú; por decir la verdad con dulzura, como tú; por acercarme a los más necesitados, como tú; por ser libre frente a los poderosos y al qué dirán, como tú; por no estar apegado al dinero y a la comodidad, como tú;
por buscar más el amor que el placer, como tú; por luchar contra el mal sólo con las armas del bien, como tú; por tener paciencia con los que no acaban de aprender, como tú; por perdonar setenta veces siete, como tú; por trabajar en comunidad por la comunidad, como tú; por dar la vida con alegría hasta el final, como tú; por confiar siempre en Dios Padre hasta en los peores momentos, como tú.
Señor, ayúdame a ser cada día más parecido a ti. Amén.