Jesús el Nazareno, con la cruz a cuestas por las calles de la vida. Caminando sin fuerzas, abrazado a la cruz, como don del Padre a los hombres.
Señor, ¿por qué cargaste con mi cruz? Tú, que eres amigo, acompaña nuestras cruces. Tú, que eres verdad, ayuda a los que llevan la pesada cruz, a vivir proclamándola.
Tú, Señor, con la cruz a cuestas recorriendo todos los rincones de la tierra, solidario de todas las miserias.
Señor, gracias por cargar con la cruz, por llevar mi cruz, porque yo soy muchas veces "tu cruz".
Ayúdame a llevar las contrariedades con la paz de tu mansedumbre; los problemas, con tu humildad. Que la cruz tenga para mí sabor a redención, a vida que se entrega. Amén.
Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.