Señor Jesús:
Hoy, en este amanecer de mi día, sin importar la hora, estoy ante ti.
Tú eres la Resurrección y la Vida.
Tú eres mi vida.
Regala luz a mis oscuridades.
Con tu mano sanadora retira las piedras que entorpecen mi caminar y ayúdame a salir corriendo en busca de los hermanos.
Gracias porque estás vivo.
Gracias porque tú eres mi esperanza. Amén.
Hoy, en este amanecer de mi día, sin importar la hora, estoy ante ti.
Tú eres la Resurrección y la Vida.
Tú eres mi vida.
Regala luz a mis oscuridades.
Con tu mano sanadora retira las piedras que entorpecen mi caminar y ayúdame a salir corriendo en busca de los hermanos.
Gracias porque estás vivo.
Gracias porque tú eres mi esperanza. Amén.
Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.