No cabe duda que la mejor forma de conocer a una persona es relacionarse con ella. Es evidente que así es. Y, por supuesta lógica, siguiendo esa premisa conocida por todos, la mejor forma, y la única, de conocer a JESÚS es relacionarnos con ÉL.
Esa forma de relación, ÉL mismo nos la enseñó, se llama oración. Es hablar con ÉL y a través del ÉL, también con el PADRE, y con el ESPÍRITU SANTO, porque injertados en JESÚS estamos también con el PADRE y el ESPÍRITU.
Por nuestra parte, podemos decirle muchas cosas. Todas aquellas que nos preocupan, que no sabemos como responder ante ellas, que tienen difícil solución, o que nos cuesta aceptar y asumirlas como vivencia diaria en nuestras vidas. También, seguro, le damos gracias por todo lo que nos ha dado y por amarnos tanto.
Pero, hay una cosa muy importante. Yo diría más importante que nuestro propio diálogo. Me refiero al silencio y a la escucha. No sólo hablo yo, también habla ÉL, y es lo más importante tratar de escucharle y entender lo que me dice. Sí, ten por seguro que ÉL nos habla. Sólo nos falta el creernos que, también nosotros, podemos escucharle. Y lo digo desde mi propia experiencia, descubierto hace muy poco tiempo.
Por eso, conocedor de ello mi director espiritual, me ha animado a reflexionar todos los días el Evangelio diario. Y, puede ser una señal, mi sorpresa agradable, de caer en la cuenta que ya lo hacía todos los días, por la Gracia de DIOS, al aceptar voluntariamente mi compromiso de reflexionarlo en la página "Un rincón para orar cada día". Como siempre suele ocurrir en las cosas del ESPÍRITU, el aparente compromiso lejos de ser una carga se convierte en el momento más importante del día y empieza a ser un gozo.
Por eso, les brindo el enlace a todos los blogueros católicos (ver aquí), (pues no sé si lee o no) con el fin de que si les puede ayudar a mejorar esa relación con JESÚS que sea para bien. No hay otra intención, pues yo seguiré adelante hasta que ustedes lo permitan y quieran. Eso si, creo que difícilmente deje de hacerlo, pues paralelamente lo hago en mi blog "De dodim a agapé" y luego lo copio a Blogueros. Un compromiso con apariencias de carga, se ha convertido en una suave brisa ligera. Verdaderamente me ha venido a la mente sus Palabras de: "Mi yugo es suave, y mi carga ligera".