31 de agosto de 2010

Anecdotario de un amigo (4)


Nuestro amigo es muy agradecido y lo mismo acepta un sombrero, que una bicicleta o un pastel. Pero si queréis hacerle un regalo y no equivocaros, regaladle un buen libro.

En efecto, desde su juventud, Benedicto es un empedernido lector y cuentan que siempre viaja con varias maletas llenas de libros. Su sueño no era llegar a Papa, sino jubilarse como bibliotecario, según se ha desvelado recientemente.

Afortunadamente para nosotros, no va poder cumplir su sueño. Tampoco tiene tiempo para leer como quisiera, salvo los martes por la tarde, que es como su día libre y que emplea en cultivar sus dos mayores aficiones, la lectura y la música.

¿Qué lee Benedicto? De todo, teología, filosofía, literatura, divulgación científica, prensa. Naturalmente tiene a algunos autores preferidos, entre los que destaca siempre a San Agustín.

Para calibrar la importancia que cada uno de estos autores tiene sobre Benedicto, habría que hacer un estudio de las veces que los cita. Un estudio que escapa a las posibilidades de un bloguero. Pero lo que sí podemos hacer en este post es citar a algunos de los más significativos.

Y para ello vamos a emplear citas ha empleado el propio Papa en sus discursos y que demuestran su predilección por estos autores:



Bernanos (novelista)

“Nuestra Iglesia es la Iglesia de los santos, no una especie de gendarmería espiritual. La santidad es una aventura, más aún, la única aventura posible"



Fiodor Dostoievski (novelista)

"El hombre es un misterio. Un misterio que es necesario esclarecer; y, si pasas toda la vida tratando de esclarecerlo, no digas que has perdido el tiempo; yo estudio este misterio porque quiero ser hombre".



Paul Claudel (poeta)

“El Hijo de Dios no vino a destruir el sufrimiento, sino a sufrir con nosotros. No vino a destruir la cruz, sino a tenderse sobre ella. Nos ha enseñado el camino para salir del dolor y la posibilidad de su transformación”.



François Mauriac (novelista)

“Era preciso que Dios se sumergiera en la Humanidad y que en un momento preciso de la Historia, en un punto determinado del Globo, un ser humano, hecho de carne y sangre, hubiese pronunciado ciertas frases, ejecutado diversos ademanes, para que yo me hincara de rodillas. Si Cristo no hubiera dicho:... Porque solo creo en lo que toco, en lo que veo, en lo que se incorpora a mi sustancia y por eso tengo fe en Cristo”.



Josef Pieper (filósofo)

"En la época final de la historia, bajo el señorío de la sofística y de una pseudofilosofía corrupta, la verdadera filosofía se podrá unir en la unidad primordial con la teología" ."La raíz de todas las cosas y el sentido último de la existencia -que quiere decir: el objeto específico de la filosofía- será visto y considerado sólo por los que creen".



Romano Guardini (teólogo)

“Los relatos evangélicos subrayan a menudo y con fuerza que Cristo resucitado es distinto de como era antes de Pascua y distinto del resto de los hombres. En las narraciones su naturaleza tiene algo de extraño. Su cercanía conmueve profundamente, llena de estupor. Mientras que antes "iba" y "venía" ahora se dice que "aparece", "de repente", junto a los peregrinos, que "desaparece". Las barreras corporales no existen ya para Él. No está limitado a las fronteras del espacio y del tiempo. Se mueve con una libertad nueva, desconocida en la tierra... pero al mismo tiempo se afirma claramente que es Jesús de Nazaret, en carne y hueso, tal como vivió antes con los suyos, y no un fantasma...». Sí, «el Señor se ha transformado. Vive de forma distinta a como vivía antes. Su existencia presente nos resulta incomprensible. Y, sin embargo, es corporal, contiene a Jesús todo entero... e incluso, a través de sus llagas, contiene toda su vida vivida, la suerte que sufrió, su pasión y muerte». Por tanto, no se trata solamente de una supervivencia gloriosa de su yo. Nos encontramos en presencia de una realidad profunda y compleja, de una vida nueva, plenamente humana: «La penetración, la transformación de toda la vida, incluido el cuerpo, por la presencia del Espíritu... Se realiza en nosotros ese cambio que llamamos fe y que, en vez de concebir a Cristo en función del mundo, hace pensar en el mundo y en todas las cosas en función de Cristo... Sí, necesitamos la resurrección y la transfiguración para comprender realmente lo que es el cuerpo humano... En realidad, sólo el cristianismo se ha atrevido a situar el cuerpo en las profundidades más ocultas de Dios”.





«Existe una teología que viene de la arrogancia de la razón, que quiere dominarlo todo, hacer que Dios pase de sujeto a objeto que nosotros estudiamos, mientras que debería ser sujeto que nos habla y nos guía».




"Porque tú estabas más dentro de mí que lo más íntimo de mí, y más alto que lo supremo de mi ser". "Tú estabas, ciertamente, delante de mí, mas yo me había alejado también de mí, y no acertaba a hallarme, ¡cuánto menos a ti!" "Tarde te amé, hermosura tan antigua, y tan nueva, tarde te amé. Y he aquí que tú estabas dentro de mí, y yo fuera, y fuera te buscaba yo, y me arrojaba sobre esas hermosuras que tú creaste. Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo. Me mantenían lejos de ti aquellas cosas que, si no estuviesen en ti, no existirían. Llamaste y gritaste, y rompiste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y ahuyentaste mi ceguera; exhalaste tu fragancia, la respiré y suspiro por ti; te gusté y tengo hambre y sed de ti; me tocaste y me abrasé en tu paz".

29 de agosto de 2010

AUDIENCIA GENERAL DEL PAPA


Benedicto XVI el miércoles 25 de agosto de 2010.



Queridos hermanos y hermanas,

En la vida de cada uno de nosotros hay personas muy queridas, a las que nos sentimos particularmente cercanas, algunas están ya en los brazos de Dios, otras comparten aún con nosotros el camino de la vida: son nuestros padres, los familiares, los educadores; son personas a las que hemos hecho el bien o de las que hemos recibido el bien; son personas con las que sabemos que podemos contar.

Es importante, sin embargo, tener también “compañeros de viaje” en el camino de nuestra vida cristiana: pienso en el director espiritual, en el confesor, en las personas con las que se puede compartir la experiencia de fe, pero pienso también en la Virgen María y en los santos.

Cada uno debería tener algún santo que le fuese familiar, para sentirle cercano con la oración y la intercesión, pero también para imitarlo. Quisiera invitaros, por tanto, a conocer más a los santos, empezando por aquel cuyo nombre lleváis, leyendo su vida, sus escritos. Estad seguros de que se convertirán en buenos guías para amar cada vez más al Señor y ayudas válidas para vuestro crecimiento humano y cristiano.

Como sabéis, yo también estoy unido de modo especial a algunas figuras de Santos: entre estas, además de san José y san Benito, de quienes llevo el nombre, y de otros, está san Agustín, a quien tuve el gran don de conocer, por así decirlo, de cerca a través del estudio y la oración, y que se ha convertido en un buen “compañero de viaje” en mi vida y en mi ministerio. Quisiera subrayar una vez más un aspecto importante de su experiencia humana y cristiana, actual también en nuestra época, en la que parece que el relativismo sea, paradójicamente, la “verdad” que debe guiar el pensamiento, las decisiones, los comportamientos.

San Agustín fue un hombre que nunca vivió con superficialidad; la sed, la búsqueda inquieta y constante de la Verdad es una de las características de fondo de su existencia; pero no la de las “pseudo-verdades” incapaces de dar paz duradera al corazón, sino de esa Verdad que da sentido a la existencia y es la “morada” en la que el corazón encuentra serenidad y alegría.

El suyo, lo sabemos, no fue un camino fácil: creyó encontrar la Verdad en el prestigio, en la carrera, en la posesión de las cosas, en las voces que le prometían la felicidad inmediata; cometió errores, atravesó tristezas, afrontó fracasos, pero nunca se detuvo, nunca se contentó con lo que le daba solamente buscaba un indicio de luz; supo mirar en lo íntimo de sí mismo y se dio cuenta, como escribe en sus Confesiones, de que esa Verdad, ese Dios que buscaba con sus fuerzas era más íntimo a él que el mismo, había estado siempre a su lado, nunca le había abandonado, estaba a la espera de poder entrar de forma definitiva en su vida (cfr III, 6, 11; X, 27, 38).

Como decía comentando el reciente film sobre su vida, san Agustín comprendió, en su inquieta búsqueda, que no era él quien había encontrado la Verdad, sino que la propia Verdad, que es Dios, le persiguió y le encontró (cfr L´Osservatore Romano, jueves 4 de septiembre de 2009, p. 8). Romano Guardini, comentando un pasaje del capítulo tercero de las Confesiones, afirma: san Agustín comprendió que Dios es “gloria que nos pone de rodillas, bebida que extingue la sed, tesoro que hace felices. Él tuvo la pacificadora certeza de quien finalmente ha comprendido, pero también la bienaventuranza del amor que sabe: esto es todo y me basta” (Pensatori religiosi, Brescia 2001, p. 177).

Siempre en las Confesiones, en el Libro noveno, nuestro santo recoge un coloquio con su madre, santa Mónica. Es una escena muy hermosa: él y su madre están en Ostia, en un albergue, y desde la ventaba ven el cielo y el mar, y trascienden cielo y mar, y por un momento tocan el corazón de Dios en el silencio de las criaturas. Y aquí aparece una idea fundamental en el camino hacia la Verdad: las criaturas deben callar para que se produzca el silencio en el que Dios puede hablar. Esto es verdad también en nuestro tiempo: a veces se tiene una especie de miedo al silencio, del recogimiento, de pensar en los propios actos, en el sentido profundo de la propia vida, a menudo se prefiere vivir solo el momento fugaz, esperando que traiga felicidad duradera; se prefiere vivir, porque parece más fácil, con superficialidad, sin pensar; se tiene miedo de buscar la Verdad, o quizás se tiene miedo de que la Verdad nos encuentre, nos aferre y nos cambie la vida, como le sucedió a san Agustín.

Queridos hermanos y hermanas, quisiera decir a todos, también a quien está en un momento de dificultad en su camino de fe, a quien participa poco en la vida de la Iglesia o a quien vive “como si Dios no existiese”, que no tengan miedo de la Verdad, que no interrumpan nunca el camino hacia ella, que no cesen nunca de buscar la verdad profunda sobre sí mismos y sobre las cosas con los ojos internos del corazón.

Dios no dejará de dar Luz para hacer ver y Calor para hacer sentir al corazón que nos ama y que desea ser amado.

Que la intercesión de la Virgen María, de san Agustín y de santa Mónica nos acompañe en este camino.

28 de agosto de 2010

El sensus fidei bloguero




El sensus fidei. A algunos les sonará a chino. A la mayoría en latín, aunque no comprendan el significado, pues se trata de una expresión técnica usada por los teólogos. En parte, vendría a ser algo así como la "nariz católica" que tienen los creyentes para presentir la verdad revelada allí donde se encuentra. Se trata de una particular asistencia del Espíritu Santo, que es el alma de la Iglesia y anima a todos sus miembros. 

En otros siglos, parecía que la recepción y transmisión de la verdad revelada -no olvidemos que la Revelación sobrenatural terminó con el último de los Apóstoles y consiste en un depósito que la Iglesia debe custodiar- era una competencia exclusiva de la jerarquía de la Iglesia. El depósito de la fe debería ser custodiado por el Colegio de los Obispos, sucesores de los Apóstoles, que tiene al Papa como cabeza visible. En un planteamiento así el sensus fidei era desconocido. 

El Concilio Vaticano II ha querido que nos fijemos en la Iglesia como un Pueblo peregrino y sacerdotal, regio y profético, guiado ciertamente por los Obispos en comunión con el Papa, pero cuyos miembros son santificados por el Espíritu. Es la Iglesia entera la que trasmite la Revelación de generación en generación. Es también la Iglesia entera la que la recibe. 

El sensus fidei puede significar, en parte, la nariz católica. Los fieles reciben la Revelación y en la medida que creen de verdad -es decir, en la medida en que su Fe es Católica- asienten a las verdades reveladas con facilidad y certeza y la disciernen de las propuestas falsas e ideológicas. Esta nariz católica no es infalible, lógicamente, como tampoco lo es el sentido del olfato de un individuo solo. Un resfriado, una alergia o unos conductos nasales estrechos pueden impedir que el mejor perfume sea gustado por una persona. Sin embargo, en presencia de una multitud la "nariz católica" es infalible al creer. Eso es lo que quiere decir este texto fundamental de la constitución dogmática Lumen Gentium n. 12:

"La totalidad de los fieles que tienen la unción que procede del Santo (cfr. 1 Jn 2, 20.27) no puede engañarse al creer, y expresa esta propiedad peculiar suya mediante el sentido sobrenatural de la fe de todo el pueblo cuando 'desde los Obispos hasta el último de los fieles laicos' muestran cuál es su consentimiento universal en las cosas de fe y costumbres".
Esto es maravilloso. La Iglesia lo somos todos los bautizados. Y todos a la vez no podemos engañarnos al creer. 

Pero la imagen de la nariz no nos sirve del todo. Porque la Iglesia no sólo recibe sino que también comunica. Y quienes comunican no son sólo los Obispos, sino que todos debemos comunicar la fe que profesamos, cada cual según su carisma. Porque creer y transmitir lo creído es casi la misma cosa. Creemos con el corazón y profesamos con los labios. Recibimos y transmitimos. Con ello no quiero quitarle la importancia al Magisterio de la Iglesia, como tantos teólogos libertarios que abundan en nuestros días. Lo que quiero decir es que cada uno en este Pueblo de Dios tiene su carisma y su responsabilidad: no es un pueblo de borregos, sino de reyes, profetas y sacerdotes. 

Por medio de este sentido de la fe -continúa diciendo el texto ya citado de la Lumen Gentium- que el Espíritu de verdad despierta y sostiene, y bajo la dirección del sagrado magisterio -el cual, si se le sigue fielmente, hace que reciba no ya una palabra humana, sino verdaderamente la palabra de Dios-, el Pueblo de Dios se adhiere indefectiblemente a la fe que se entregó a los santos una vez para siempre, penetra en ella más profundamente con recto criterio y la pone en práctica en su vida de un modo más pleno".
Hemos subrayado -o más bien evidenciado en letra roja- un matiz importante: quien interpreta el buen sentir de la Iglesia es el sagrado magisterio. Y es lógico que lo hagamos. Blogueros con el Papa somos conscientes de ambos aspectos: en cuanto blogueros creemos y profesamos, en cuanto católicos estamos dichosamente bajo la guía del Papa y de los Obispos, con la convicción de que este seguimiento es bendecido por Dios e infalible. 

Cada uno se puede equivocar, pero todos juntos, blogueros con el Papa, no diré que somos infalibles -pues la infalibilidad la tiene el consenso universal de los fieles- pero sí que nos convertimos en un altavoz y en un faro de luz, al difundir un mensaje de salvación.

27 de agosto de 2010


Fue un 26 de agosto de 1910… ¡Hoy se cumplen cien años! La que conocemos como “Madre Teresa de Calcuta”, nacía en Skopje y era bautizada con el nombre de Gonxha Agnes.
La identidad de Madre Teresa queda inequívocamente expresada en aquellas palabras suyas: “De sangre soy albanesa. De ciudadanía, india. En lo referente a la fe, soy una monja católica. Por mi vocación, pertenezco al mundo. En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús”.
El Papa Benedicto XVI se unió ayer a las celebraciones realizadas para conmemorar el primer centenario del nacimiento de la Madre Teresa de Calcuta, a quien definió como el «modelo ejemplar de las virtudes cristianas».

Durante el mensaje del Papa, leído durante la misa solemne que se celebró en la casa general de las Misioneras de la Caridad de Calcuta, se añadió también que el amor y las enseñanzas de la beata «siguen» vigentes en la actualidad «a través del cariñoso e incansable trabajo» que llevan a cabo sus hijas espirituales.
“Madre Teresa ha simplificado ante el mundo, las palabras de San Juan: ‘Si Dios nos ha amado, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. Si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece con nosotros y el amor de Él es perfecto en nosotros’ (cf 1 Jn4:11-12)”, escribió el Papa
El Pontífice, quien recordó también el «inestimable don» que fue la Madre Teresa de Calcuta para la Iglesia, invitó a las misioneras a continuar el trabajo de la monja albanesa «junto a los más pobres de los pobres, a los enfermos y a las personas solas y abandonadas».

Benedicto XVI conmemoró el centenario de la beata junto a miles de personas en todo el mundo también lo celebraron, al ser la Madre Teresa de Calcuta la figura más reconocida a nivel popular y una de las misioneras más carismáticas de la Iglesia católica.
Nuestro Papa se unió espiritualmente a las celebraciones por el centenario “y con gran afecto –concluyó- imparto cordialmente a las Misioneras de la Caridad, y a todos aquellos que servís, mi paternal Bendición Apostólica

26 de agosto de 2010

Anecdotario de un amigo (3)


Los padres del Papa se conocieron por un anuncio explícito en la prensa.

Con ocasión del viaje papal, a Alemania en el año 2006, el dominical Bild am Sonntag publicó un anuncio de contactos aparecido en el semanario católico Altoettinger Liebfrauenbote (Correo de Nuestra Señora de Altotting) de 7 de marzo de 1920 , con el que el padre del Papa, "funcionario soltero, católico, de 43 años, con un pasado intachable", buscó "una muchacha buena, católica y limpia que sepa cocinar bien y hacer todas las labores domésticas, versada en la costura y que posea ajuar" para "pronto matrimonio".

Al no lograr el éxito esperado, el anuncio volvió a publicarse cuatro meses después, de nuevo con la petición de remitir ofertas con foto. El gendarme Joseph Ratzinger y la cocinera Maria Peintner se casaron el 9 de noviembre de 1920, cuatro meses después de publicarse el segundo anuncio. Tuvieron tres hijos: Maria, Georg y Joseph Ratzinger.

En aquella época en que no estaba generalizado el teléfono y no existía Internet, es de suponer que los primeros contactos entre los padres de nuestro amigo, se produjeron por carta. Y qué distintas debían ser aquellas cartas de nuestros modernos SMS y cuanto cuidado se pondría en la redacción y en la caligrafía de las mismas. No era para menos, se jugaban el bien casarse.

Benedicto, con medios más modernos, ha seguido los pasos de su padre y, así, con motivo la Jornada Mundial de la Juventud de Sydney, mandó un SMS diario a cada uno de los jóvenes participantes, a los cuales, no conocía. Unos mensajes cortos, pero de cuidada redacción y contenido profundo: “Joven amigo, Dios y su pueblo esperan mucho de ti porque tienes en ti el don supremo del Padre, el Espíritu de Jesús, BXVI”


Esta anécdota nos da pie para hablar de cómo debe comunicarse la Iglesia del Tercer Milenio y de cómo llevar a término una de las prioridades de Su Santidad BXVI, la Nueva Evangelización, de la que nos hablaba en otro post nuestro compañero bloguero DonJoan. En aquel post se hacía hincapié en la actitud orante del evangelizador y en este vamos a poner el énfasis en el anuncio explícito del Evangelio.

Porque la Iglesia no puede andarse con los hombres con insinuaciones y guiños, con un quiero y no quiero, como una adolescente tímida que en realidad no sabe si lo que desea es pasar un rato o llegar a mayores. Necesita un anuncio explícito del Evangelio y eso es lo que atrae a los hombres realmente.

Lo era válido ayer, en Jerusalén, cuando Pedro tomó la palabra para anunciar el Kerigma, sigue siéndolo hoy, en una sociedad parecida a aquella, con multitud de ídolos y la Iglesia en franca minoría. Hoy más que nunca es preciso anunciar que no hay otro nombre sobre el cielo o en la tierra que el Nombre de Nuestro Señor Jesús.

Y así, retomando la anécdota que ha dado pie a este post, un anunció directo, un mensaje de contacto personal, podría quedar así:

“Iglesia Católica, de 2000 años, con un pasado no exento de culpas, busca persona, no importa sea mala y sucia, manirrota y pecadora, para encontrar juntos a Jesucristo, muerto y resucitado y alcanzar la Gloria.”

¿Habrá algún Obispo, responsables directo de la Evangelización, que se atreva a publicar este anunció en un periódico....?... Así nos luce el pelo...

25 de agosto de 2010

La cruz de las JMJ, en mi casa


Hace unas semanas, tuve la gran suerte de descubrir este blog y a sus componentes, y me aconsejaron escribir una entrada sobre un día todavía más afortunado para mí; el día en que la Cruz de las JMJ vino a mi casa.

He de aclarar que vivo en una finca, con una preciosa ermita de siglos atrás, y la Cruz, con todos los jóvenes que la seguían en la peregrinación, acudió a mi casa para visitar la ermita de Sant Jaume.
Antes de que llegara, mi familia y yo-junto con una amiga-nos dedicamos a prepararlo todo para cuando la Cruz viniera; es decir, decorar la ermita, limpiarlo todo, etc. Estuvimos toda la mañana preparándolo, y yo, al principio, creía que no valía la pena esforzarse tanto por una simple cruz de madera-y es algo que aún no me he acabado de perdonar, aunque tenga trece años-.
Los jóvenes, sus monitores y los sacerdotes tardaron aún en venir, pero llegaron. Y con ellos, una camioneta, donde guardaban su más preciado tesoro.
Yo había estado acompañando a la Cruz en Barcelona, cuando vino a Santa María del Mar. Lo cierto es que no sentí aquello tan especial que sintieron otros jóvenes; no pude sentir la alegría y exultación que notaba en algunas caras, ni el serio respeto de otras. Tal vez era porque yo no veía demasiado la Cruz; no podía sentirla de cerca, ni sentir a Dios acompañarla también.
Por suerte, todo aquello cambió en mi casa.
Los acompañantes de la Cruz decidieron que la familia que vivía allí era quien debía llevarla hasta el altar de la ermita. Yo acaté la tarea con una sonrisa, porque aquello sí era algo importante.
Cargaron sobre mí el peso de la Cruz, y desde aquel momento, me sentí pequeñita a su lado; me llené de sentimientos y pensamientos distintos, algunos hasta desconocidos. Ni siquiera notaba casi el peso de la madera en el hombro; sólo podía sentir a Dios cerca de mí-más cerca, quizá, de lo que haya estado nunca-. Ni se me ocurrió pensar que cargaba una simple cruz de madera; pensaba que estaba llevando el tesoro de los jóvenes, el mejor regalo del Papa, un trozo de fe que había viajado por mil lugares distintos. Fue algo realmente increíble.
Tuvimos que dejarla junto a la entrada, cuando pasó por las manos de todos los jóvenes ya dentro de la ermita, que la levantaban juntos, hasta que llegó al altar. En aquel momento era como si me hubieran quitado algo muy querido, casi necesité cogerla otra vez, pero la sensación, el pensamiento, el sentimiento que tenía segundos antes, no había desaparecido. Seguía ahí.

He aplazado el escribir esta entrada muchas veces, porque no sabía cómo explicar lo que me había sucedido, y ni siquiera ahora sé si lo he expresado bien, pero cuando revivo aquel recuerdo, la misma sensación de humildad y alegría parece que esté rodeándome.
Ojalá todos los jóvenes pudieran sentir lo mismo. Ojalá muchos más puedan coger la Cruz y sentir lo mismo que yo he sentido.

23 de agosto de 2010

FONDO DE SOLIDARIDAD DE LA JMJ

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22 de agosto de 2010

Mi historia de la JMJ


A raíz de un comentario que hice en la entrada “Historia de las JMJ”, narrando una anécdota personal, un bloguero sugirió que sería bueno contarla en una entrada propia y, como me quedan 2 días de estar de Rodríguez, lo voy a hacer.

No es fácil remontarse 26 (Roma), 21 (Santiago de Compostela), 19 años atrás (Częstochowa) y recordar lo que viví en las Jornadas Mundiales de la Juventud en las cuales participé. Pero si bien he olvidado muchos detalles, ha quedado lo esencial, finalmente lo que importa.

La primera vez que un Papa, Juan Pablo II, convocó a jóvenes de todo el mundo fue en 1984 y se llamó a aquello Jubileo Internacional de la Juventud. Este fue el germen de lo que luego se han denominado JMJ, jornadas mundiales de la juventud.

Parece ser que, a priori, según muchos entendidos de dentro y de fuera de la Iglesia, aquello iba a ser un fracaso. Esta es la diferencia entre los santos y los entendidos; los entendidos intentan explicar la realidad y anticiparla; los santos la cambian. Esto es lo que sucedió el Domingo de Ramos de 1984 en la Plaza de San Pedro; un santo a la antigua, es decir, por aclamación popular, como es Juan Pablo II, llamó y acudimos 300.000 jóvenes, cosa inaudita para la época.

Tenía yo entonces solo 16 años y era un converso reciente, desde un cristianismo sociológico a un cristianismo personificado en Cristo real y resucitado. Por tanto, estaba lleno de entusiasmo por el mundo nuevo que estaba descubriendo y aquel Jubileo significó un refrendo, un sello de autenticidad, de que el encuentro con Cristo que yo estaba viviendo era real y operaba en otros jóvenes como yo.

Como dije en el comentario antes citado, de lo que dijo el Papa en aquella ocasión, no recuerdo nada; costaba seguirle el discurso, pues entonces no teníamos traductores y además había demasiados estímulos a mi alrededor, chicas incluidas, y demasiadas hormonas dentro como para ser consciente de lo que nos decía Juan Pablo II.


Anécdotas de aquel encuentro, muchas, pero sobre todo recuerdo el regalazo, soy un mimado de Dios, que me esperaba el Domingo de Ramos y que consistió en lo siguiente:

Entre los jóvenes peregrinos del Camino Neocatecumenal, al que pertenezco, se sorteó dos invitaciones por autocar para ayudar a los sacerdotes a distribuir la comunión el Domingo de Ramos. A mí me tocó una de las invitaciones de mi autocar; la otra le tocó a un hermano de mi Comunidad. Era un chollo, pues estaríamos en primera fila, debajo del altar. La invitación ponía textualmente “Servizio Comunione” y era un a tarjetita de color amarillo, pero la de mi compañero, aunque ponía lo mismo era de color azul. Total que cuando nos presentamos a la mañana del domingo en la puerta del Vaticano, empezamos a pasar controles vaticanos y en el último, el de la Guardia Suiza, pasó algo extraordinario. Delante de mí, había una chica con una invitación del mismo color que la mía pero que ponía “Comunione Santa” y el guardia pensó que ella y yo veníamos juntos y nos mandaron a la izquierda. A mi compañero, como tenía la tarjeta de color azul, lo mandaron a la derecha y le perdí de vista. Me hicieron sentar en un lateral y maldije mi suerte pues veía al Papa de espaldas y no sabía que tipo de invitación era aquella con la que habían confundido la mía. Total que cuando llega la hora de comulgar veo que tres filas más adelante se levantan, que los de la segunda fila se levantan también y que yo también estoy levantado dirigiéndome tras los demás directamente hacia el Papa. Yo alucinaba; estaba tan nervioso que cuando llegué ante Juan Pablo abrí la boca y cerré los ojos. Cuánto me arrepiento ahora de no haberle mirado fijamente a esos ojos santos.

Después de la ceremonia, nos volvíamos inmediatamente a Madrid y no tuve tiempo de pedir la foto. Y cuando contaba lo sucedido en el autocar mis compañeros pensaban que estaba bacilándoles.

Muchos años más tarde, como 15 años después, mi hermano, seminarista entonces, fue a Roma y tuvo el detalle de ir al archivo fotográfico del Vaticano y preguntar por las fotos de los comulgantes del Domingo de Ramos de 1984. Recuperó mi foto con el Papa y con ella y un bonito marco me hizo uno de los mejores regalos de cumpleaños que he tenido nunca.

En la foto se me ve con una chaqueta blanca de franjas rojas y azules horterísima, prueba de que estaba allí por error humano y gracia divina, pues la gente solicita comulgar con el Papa con años de antelación y cuando les toca se presentan de tiros largos.

Esta foto es que la aparece en mi perfil y esta es su historia, una de tantas entre los millones de historias de Gracia que han vivido y vivirán los jóvenes en las Jornadas Mundiales de la Juventud.

Yo he abierto el fuego. Ahora os toca a vosotros contar vuestra experiencia.

PD. No os podré agradecer ni contestar a ningún comentario pues tengo vacas pastando en el Campo de Montiel «Y comencé a caminar por él, antiguo y conocido, y era verdad que por él camino.». A buen entendedor...

21 de agosto de 2010

ANHELO DE AMISTAD

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Me gustaría rescatar un mensaje de febrero de 2009 que me parece muy valioso para todos. Se trata de las palabras que nos dirigió el Santo Padre sobre la amistad en la red.




EL PAPA PROPONE A LA GENERACIÓN DIGITAL DESCUBRIR LA VERDADERA AMISTAD EN LA RED


El Papa pone de manifiesto los
 "beneficios que las nuevas tecnologías están aportando a las relaciones humanas. El éxito de las nuevas tecnologías tiene su raíz en la propia naturaleza humana: en el anhelo de amistad que todo hombre tiene dentro y son en el fondo, manifestaciones modernas de la tendencia fundamental y constánte del ser humano a ir más allá de sí mismo para entrar en relación con los demás".
 

"En último término, este anhelo del hombre responde a la llamada divina que está grabada en nuestra naturaleza de seres creados a imagen y semejanza del Dios de la comunicación y de la comunión"
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El Papa añade, sin embargo, que "es necesario que esos medios promuevan una cultura de respeto, diálogo y amistad, que respeten la dignidad y el valor de la persona, evitando compartir palabras e imágenes degradantes para el ser humano y excluir por tánto lo que alimenta el odio y la intolerancia, lo que envilece la belleza y la intimidad de la sexualidad humana o lo que explota a los débiles e indefensos".

"La amistad es una de las más nobles conquistas de la cultura humana, una de las riquezas más grandes que puede tener el ser humano. Por tanto, se ha de tener cuidado y no banalizar el concepto y la experiencia de la amistad" 
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20 de agosto de 2010

Conferencia Mundial de la Juventud

Entre los días del 23 al 27 de agosto de 2010 se realizará en León, Gto. Méx. La Conferencia Mundial de la Juventud, con motivo de que la ONU declaró al año 2010 como Año Internacional de la Juventud.
Este es el sitio web del evento www.youth2010.org, el organizador es el gobierno mexicano y cuenta con el apoyo de agencias y programas de la ONU.
Todo esto hasta aquí suena muy bien, pero hay voces de alerta como la de Juan C. Sanahuaja que mencionan que LA ONU PRETENDE APROPIARSE DE LOS JÓVENES, y así titula su noticia en www.noticiasglobales.org.

A continuación transcribo una parte del análisis que él realiza.

El lenguaje del nuevo orden mundial
El proyecto de documento final está redactado con el lenguaje del moralismo político, es decir, grandes palabras y conceptos que se prestan a cualquier tipo de abuso.
Es el lenguaje común de quienes intentan implantar una nueva ética internacional de valores relativos: “convivencia pacífica”, “libertad, “tolerancia”, “libertad de pensamiento y conciencia”; palabras que, sin fundamento en la verdad absoluta, son manipulables y reinterpretables por el poder, cuantas veces le sea útil.



Los jóvenes son del estado.
Llama la atención que, sobre todo tratándose de jóvenes, en las 6 páginas de documento conclusivo en ningún párrafo se nombre a la familia ni a los padres.
Se considera “a los jóvenes como sujetos de todos los derechos” (n. 25), sin mencionar la patria potestad y los derechos-deberes de los progenitores.
El Estado (nacional o supranacional), a través de las políticas públicas que se enuncian en el proyecto de declaración, se convierte en el “gran educador” de la juventud.



Pansexualismo de la ONU.
Las buenas palabras sin fundamento en la verdad, justifican el pansexualismo de los organismos internacionales plasmado en el documento.
Por ejemplo, dice en el n. 7: “Mejorar la calidad y la pertinencia de la educación en todos los niveles y orientar los programas educativos a la formación integral de las personas jóvenes que considere: una educación humanista ante los desafíos éticos; los derechos humanos; la solidaridad; educación para la paz y la convivencia armónica; las competencias ciudadanas; el cuidado del medio ambiente; la educación en sexualidad; y promueva la igualdad de género (…)”



En el n. 13 dice: “Lograr el acceso universal a la salud reproductiva incluyendo la planificación familiar, como una medida para reducir la mortalidad materna en mujeres adolescentes y jóvenes, y asegurar la prevención, tratamiento, cuidado y apoyo para detener la propagación del VIH/SIDA (…)”. Es decir, aborto, anticoncepción y el supuesto “sexo seguro” que induce a la banalización del sexo, a la promiscuidad.



En el n. 38 dice: “Garantizar la igualdad y equidad de género y el empoderamiento de la mujer joven (…)”, y añade en el 39: “Incluir la perspectiva de género en el diseño, instrumentación y evaluación de todas las políticas”. Es decir, el totalitarismo de la perspectiva de género: aborto, anticoncepción, homosexualismo.



Las ONGs de la cultura de la muerte.
Cada país miembro de la ONU enviará dos parlamentarios al Foro de los Legisladores y, por otro lado, los comités organizadores han acreditado, por cada uno de esos países, dos ONGs que asistirán al Foro Social.
Es de notar el alto número de organizaciones no-gubernamentales encuadradas en la cultura de la muerte que pretenden ser la voz de la sociedad civil y a las que el sistema les permite contar con un número elevado de representantes, lo que las convierte automáticamente en mayoría. Por eso, afirmamos una vez más que la tan cacareada democracia de la ONU se ha pervertido desde hace mucho tiempo.

NOTICIAS GLOBALES es un boletín de noticias sobre temas que se relacionan con la PROMOCIÓN Y DEFENSA DE LA VIDA HUMANA Y LA FAMILIA. Editor: Pbro. Dr. Juan Claudio Sanahuja; E-mail: noticiasglobales@noticiasglobales.org, http://www.noticiasglobales.org

18 de agosto de 2010

Recuerdos de un Papa grande


Los post son como las cerezas. Tiras de uno y te sale otro, detrás. El comentario de Radiomariano en el post anterior -historia de las JMJ- me ha traído a la memoria un suceso que seguro que os gustará. Ya lo publiqué en otra ocasión, hace un año y medio bajo el título Un milagro que Juan Pablo II realizó en vida.
A mí me resulta impresionante. Y blogueros con el Papa -me parece a mí- no tiene porque limitarse a apoyar al Papa reinante, sino también a los que han sido y serán sucesores de Pedro. Venzo también un poco de resistencia a colgar aquí la fotografía en que el Papa Juan Pablo II me imponía las manos... ¡Corría el año 1989!

Es curioso. Su nombre se me ha quedado grabado de manera imperecedera. Se llama Andrea Palamides. He buscado en Google y allí estaban las noticias que hacen eco del milagro romano sucedido en la Vigilia Pascual del año 1995. La memoria no me ha fallado. Sólo algunos pequeños detalles son algo distintos a como los recordaba. (Puede leerse la noticia de El mundo, con fecha 18 de abril de 1995).

Debió ser el año 1996, cuando conocí a don Andrea Palamides. Yo era entonces profesor de Derecho matrimonial canónico en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz. Me pidieron que formara parte de un tribunal académico. Uno de los alumnos que se examinaba era precisamente don Andrea. Al acabar la prueba, el otro profesor me lo presentó, añadiendo que era "il miracolato" (término italiano con el que se refieren a alguien que ha recibido una gracia milagrosa). Al mostrar extrañeza, me recordó que en la Pascua de 1995 don Andrea había recobrado la vista milagrosamente. El hecho fue noticia que ocupó los periódicos no sólo italianos, sino también de todo el mundo. Pero me acordé de que los médicos no habían querido confirmar la naturaleza milagrosa de la curación. Y así lo objeté. Entonces don Andrea me respondió:

- Dedíqueme usted unos minutos y juzgue por sí mismo si se trató o no de un milagro.

- Perfecto- Le respondí-. Comience usted (1)

- Corría el mes de diciembre de 1993 y unos desaprensivos me detuvieron en plena calle. Un gigante me agarraba del cuello y me levantaba del suelo, mientras sus compañeros me daban puñetazos y patadas. Quedé totalmente maltrecho y tuve que ir a urgencias. Parecía que sólo tenía magulladuras por todas partes, pero a las pocas semana perdí por completo la vista. El nervio óptico no estaba afectado, pero a consecuencia de la paliza recibida una parte del cerebro estaba inflamada.

¿Quiénes fueron los salvajes que me agredieron? Probablemente la mafia del Trastevere, enfadados por el éxito que estaba teniendo con la juventud del barrio. Algunos jóvenes estaban abandonando el mundo de la droga y acudiendo a las actividades que desarrollaba en la parroquia Madonna ai Monti, de la que soy vicepárroco. Fue un aviso para que dejara esa actividad.

El caso es que los médicos -eso es verdad- no abandonaron nunca la esperanza de que yo pudiera recuperar algún día la vista. Técnicamente hablando no hay milagro. Ningún médico se ha atrevido a confirmar el carácter milagroso de mi curación, pero usted mismo puede llegar a compartir la certeza interior a la que yo he llegado.

Llevaba yo dos años de ceguera absoluta, cuando el secretario del Papa, don Stanislao, me llamó por teléfono para invitarme a participar en la Misa Crismal que se celebraría en la basílica de San Pedro el Jueves Santo por la mañana. Le dije que sí y, antes de colgar, me soltó esta frase a la que yo no di mucha importancia en ese momento:

- Andrea, il Santo Padre sta chiedendo la tua guarigione. Quando avrai la grazia, glielo farai sapere. (Andrea, el Santo Padre está pidiendo tu curación. Cuando recibirás esa gracia, comunicaselo).

Repito que no le di importancia. Tampoco atribuí un especial valor a las palabras de consuelo y de ánimo que me dirigió el santo Padre, en las que hablaba de mi curación futura. Pensé que se trataba de un gesto de caridad hacia mí. Ese día concelebré en el altar de san Pedro, junto al Papa.

Todo sucedió durante la vigilia Pascual (2) en la que participé en mi parroquia. Y fue durante el rito de la Luz. En la tercera ocasión en que el celebrante dijo en alta voz "Lumen Christi" y se encendieron todas las luces de la iglesia de la Madonna ai Monti, se hizo la luz no sólo en el templo sino también en mi interior: recuperé la vista (3).

Los motivos por los que considero que se trata de un milagro son los siguientes:

- Las palabras de don Stanislao y la actitud de Juan Pablo II hacia mi enfermedad, dándola por superada.
- El hecho de que se produjera en el momento exacto del rito de la luz, tan apropiado para que un ciego recupere la vista
- El hecho de que hasta ese momento yo tenía varias dioptrías de miopía y ahora veo perfectamente si gafas
- Y, por último -dijo sonriendo y consiguiendo que todos nos riéramos- porque hasta ese momento yo estaba bastante calvo y también he recuperado un poco de pelo...

__________

(1) Es interesante el reportaje publicado en Il Corriere della sera del mes de marzo de 1994, en el que se narran los sucesos que contaré yo.

(2) Gracias a los testimonios escritos, he corregido un dato: durante estos años, cuando he referido estos hechos, explicaba yo que el milagro sucedió en la basílica de san Pedro. Y no es así.

(3) En el relato que consta en Il Corriere della Sera del 18 de abril de 1995, se dice que, mirando a la chica que tenía a su lado, le dijo "tú eres Ilaria, yo te conozco". Al acabar la misa fue a la sacristía a comunicarle al párroco lo ocurrido y éste entró en la nave de la iglesia diciendoles a todos los feligreses que don Andrea había se había curado milagrosamente. De allí, la noticia se extendió por toda la ciudad y llegó a los periódicos.

17 de agosto de 2010

La Historia de la JMJ


"Queridos amigos, proyectados con todo el ardor de vuestra juventud hacia el tercer milenio, vivid intensamente la oportunidad que os ofrece la Jornada Mundial de la Juventud en esta Iglesia de Roma, que hoy más que nunca es vuestra Iglesia. Dejaos modelar por el Espíritu Santo. Haced la experiencia de la oración, dejando que el Espíritu hable a vuestro corazón. Orar significa dedicar un poco del propio tiempo a Cristo, confiarse a Él, permanecer en silenciosa escucha de su Palabra y hacerla resonar en el corazón.
En estos días, como si fuera una gran semana de Ejercicios Espirituales, buscad momentos de silencio, de oración, de recogimiento. Pedid al Espíritu Santo que ilumine vuestra mente, suplicadle el don de una fe viva que dé para siempre un sentido a vuestra vida, centrándola en Jesús, la Palabra hecha carne.
Que María Santísima, que engendró a Cristo por obra del Espíritu Santo, María Salus Populi Romani y Madre de todos los pueblos; que los santos Pedro y Pablo y todos los demás Santos y Mártires de esta Iglesia y de vuestras Iglesias os acompañen en vuestro camino."

S.S. Juan Pablo II, Discurso en la Plaza San Pedro con ocasión de la XV Jornada Mundial de la Juventud ( Fragmento )

16 de agosto de 2010

No opines, comprométete


Hoy comienza la cuenta atrás de la Jornada Mundial de la Juventud, al menos del día en que comienza la semana que culmina con dicha Jornada.

Blogueros con el Papa queremos comenzar este año con un compromiso de oración por el éxito de esa Jornada que nos reunirá a todos en Madrid junto al Padre común Benedicto XVI.

Con este fin, añadimos hoy en la barra lateral izquierda una encuesta que tiene como título: No opines, comprométete. Por lo general, los encuestas sirven para reflejar la opinión de los encuestados. En este caso, Blogueros con el Papa no queremos inquirir la opinión de nadie, sino más bien buscar un elemento exterior -podríamos llamar icónico- que muestre el grado de compromiso de los lectores y especialmente de los blogueros.

Por esta razón, se anima a todos a que participen en esta encuesta con un espíritu de compromiso. No votes simplemente, ¡mójate!, es decir, comprométete a vivir tu voto.

Animamos también a los blogueros que nos lean a que difundan este post. Por lo general, las encuestas en los blogs suelen tener muy poco éxito, por esta razón son muchos los blogueros que no las usan en sus bitácoras. Sin embargo, esta encuesta es distinta. Se trata de mostrar que hay mucha gente comprometida en la oración y que -JUNTOS- rezan por el Papa y por la Jornada Mundial de la Juventud de agosto de 2011.

La encuesta es ésta

1. Rezaré el Rosario diariamente con esta intención
2. Rezaré una oración semanal, sin especificar la hora ni el día
3. Rezaré el Rosario los sábados a las 19:00 hora española
4. Rezaré el Rosario los sábados a las 6:30 hora española
5. Rezaré el Rosario los sábados sin importar la hora


Las horas españolas señaladas coinciden con el rezo del Santo Rosario en la emisora Radio María. Creemos que el hecho de albergar la JMJ en Madrid justifica este "centralismo" horario. Hay quien prefiere tener esa certeza de que a algunas horas hay gente -quizá mucha gente, ojalá mucha gente- que está rezando por la misma intención.

15 de agosto de 2010

Como un río hacia el océano divino


A Oceanida le ha gustado esta frase, entresacada de una de las perlas de Benedicto XVI publicadas ayer con ocasión de la víspera de la gran fiesta de nuestra Madre Asunta al cielo.

Y a mí también me ha gustado.

El poeta español había definido la vida de cada uno como un río, pero desde un planteamiento más pesimista. Se quedaba él en el umbral de una realidad a la que sólo la fe proporciona un acceso seguro:

Nuestras vidas son los ríos
que van a dar a la mar
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
allegados son iguales,
los que viven por sus manos
y los ricos.

El poeta quería recordar que los ricachones tienen el mismo fin que los pobres miserables. Al final, todos morimos y la muerte nos engulle.

Sin embargo, Benedicto XVI nos presenta que el Océano cuyas infinitas aguas abrazarán a cada uno será Dios mismo. ¡Qué cambio de perspectiva! La vida de cada uno es un río y en sus aguas caudalosas no vamos solos. La vida es comunión de personas. Enlazados a nuestra entrega muchos llegarán -esa es la esperanza que hoy celebramos los católicos- a ese océano que es Dios.

Esta mañana temprano he leído la frase subrayada por Oceanida e inmediatamente he pensado en la razón principal por la que la Virgen María goza ya de la felicidad del Cielo. Porque Ella vivió plenamente identificada con su Hijo. El Espíritu de Jesús es un río en el que todos seremos llevados a la Vida Eterna. Dios ha querido que María, su madre, esté ya con Él en el cielo. El cielo de Jesús es la Trinidad divina y la trinidad de la tierra. Jesús, María y José. ¡Cuán lógico que Jesús haya querido llevarse al cielo a sus padres virginales!

"Lo que Dios ha unido no lo separe el hombre". Estas palabras de Jesús se refieren a las personas de los cónyuges unidos en santo matrimonio. María y José estaban casados y su amor es eterno. El mismo principio por el que Jesús se llevó al cielo a su madre también puede aplicarse a José, su padre virginal. Los que Dios ha unido de forma tan santa e indisoluble -la trinidad de la tierra- no pueden estar ahora separados. Si Jesús y María gozan de la glorificación en cuerpo y alma, ¿cómo vamos a dejar fuera a José?

Ver la Sagrada Familia encumbrada en lo alto de los cielos es un icono maravilloso especialmente para estos tiempos en que vivimos. La familia es el santuario de la vida, pero no toda agregación humana es una familia. Existe el orden del amor que respeta la naturaleza y sus exigencias.

Jesús había enseñado que los que crean en Él "ríos de agua viva manarán de sus entrañas" (Jn 7, 38). Ciertamente se trata de un símbolo del Espíritu Santo, pero ese río que mana de nuestros corazones y nos lleve hacia el cielo no podemos comprenderlo sin nuestros seres queridos. Como Jesús se llevó a sus padres al cielo, así también deseamos hacerlo también nosotros.

Pero para permanecer en ese río que es Jesucristo -que es la Iglesia- debemos estar dispuestos a cumplir sus mandamientos.

Queridos blogueros, me alegra pensar que formamos como un río de comunión -de afectos y de oraciones- que está destinado a crecer y que nos llevará a un Cielo maravilloso si somos fieles a las enseñanzas de nuestro Maestro -ahora representado por Benedicto XVI-.

¿Habrá también un cielo de los blogueros?

14 de agosto de 2010

Perlas de la Ascensión


Como muchos sabéis, administro un blog llamado Rincón Mariano. No tengo ningún merito, al contrario, porque engendrar un hijo y abandonarlo como lo he hecho es para quitarme la patria potestad. Pero el caso es que tengo 5 hijos de carne y hueso, dos de menos de 3 años y no tengo tiempo de dedicarme como antes a la blogosfera.

Uno de los aciertos de este blog, acierto que se ha perdido, fueron lo que llamé las PERLAS BENEDICTO, que eran pequeñas frases de los discursos de Benedicto que me gustaban especialmente por su profundidad espiritual y su belleza formal; frases que leídas en la totalidad de los discursos podían pasar desapercibidas pero que eran verdaderas perlas merecedoras de ser descubiertas y publicadas

Como he dicho es un género que tengo completamente abandonado y que cedo con nombre y todo a quien guste para que lo aumente y perfeccione. No obstante, lo voy a retomar puntualmente en esta entrada con motivo de la Solemnidad de la Asunción de nuestra Señora y lo ofrezco a todos para su disfrute.



PERLAS EN LA SOLEMNIDAD DE LA ASUNCIÓN
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA PRONUNCIADAS POR S.S BENEDICTO XVI

Parroquia Pontificia de Santo Tomás de Villanueva, Castelgandolfo



Perlas del lunes 15 de agosto de 2005

Queridos hermanos y hermanas:

1. María fue elevada al cielo en cuerpo y alma: en Dios también hay lugar para el cuerpo. El cielo ya no es para nosotros una esfera muy lejana y desconocida. En el cielo tenemos una madre. Y la Madre de Dios, la Madre del Hijo de Dios, es nuestra madre. Él mismo lo dijo. La hizo madre nuestra cuando dijo al discípulo y a todos nosotros: "He aquí a tu madre". En el cielo tenemos una madre. El cielo está abierto; el cielo tiene un corazón.

2. María desea que Dios sea grande en el mundo, que sea grande en su vida, que esté presente en todos nosotros. No tiene miedo de que Dios sea un "competidor" en nuestra vida, de que con su grandeza pueda quitarnos algo de nuestra libertad, de nuestro espacio vital. Ella sabe que, si Dios es grande, también nosotros somos grandes. No oprime nuestra vida, sino que la eleva y la hace grande: precisamente entonces se hace grande con el esplendor de Dios.

3. María fue elevada en cuerpo y alma a la gloria del cielo, y con Dios es reina del cielo y de la tierra. ¿Acaso así está alejada de nosotros? Al contrario. Precisamente al estar con Dios y en Dios, está muy cerca de cada uno de nosotros. Cuando estaba en la tierra, sólo podía estar cerca de algunas personas. Al estar en Dios, que está cerca de nosotros, más aún, que está "dentro" de todos nosotros, María participa de esta cercanía de Dios. Al estar en Dios y con Dios, María está cerca de cada uno de nosotros, conoce nuestro corazón, puede escuchar nuestras oraciones, puede ayudarnos con su bondad materna.



Perlas del martes 15 de agosto de 2006

Queridos hermanos y hermanas:

1. "Me felicitarán todas las generaciones". Nosotros podemos alabar a María, venerar a María, porque es "feliz", feliz para siempre. Y este es el contenido de esta fiesta. Feliz porque está unida a Dios, porque vive con Dios y en Dios. El Señor, en la víspera de su Pasión, al despedirse de los suyos, dijo: "Voy a prepararos una morada en la gran casa del Padre. Porque en la casa de mi Padre hay muchas moradas" (cf. Jn 14, 2). María, al decir: "He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra", preparó aquí en la tierra la morada para Dios; con cuerpo y alma se transformó en su morada, y así abrió la tierra al cielo.

2. María es "feliz" porque se ha convertido —totalmente, con cuerpo y alma, y para siempre— en la morada del Señor. Si esto es verdad, María no sólo nos invita a la admiración, a la veneración; además, nos guía, nos señala el camino de la vida, nos muestra cómo podemos llegar a ser felices, a encontrar el camino de la felicidad.

3. "Me felicitarán todas las generaciones": esto quiere decir que el futuro, el porvenir, pertenece a Dios, está en las manos de Dios, es decir, que Dios vence. Y no vence el dragón, tan fuerte, del que habla hoy la primera lectura: el dragón que es la representación de todas las fuerzas de la violencia del mundo. Parecen invencibles, pero María nos dice que no son invencibles.




Perlas del miércoles 15 de agosto de 2007

Queridos hermanos y hermanas:

1. María superó la muerte; está totalmente vestida de vida, elevada en cuerpo y alma a la gloria de Dios; así, en la gloria, habiendo superado la muerte, nos dice: "¡Ánimo, al final vence el amor! En mi vida dije: "¡He aquí la esclava del Señor!". En mi vida me entregué a Dios y al prójimo. Y esta vida de servicio llega ahora a la vida verdadera. Tened confianza; tened también vosotros la valentía de vivir así contra todas las amenazas del dragón".

2. Ciertamente, vemos cómo también hoy el dragón quiere devorar al Dios que se hizo niño. No temáis por este Dios aparentemente débil. La lucha es algo ya superado. También hoy este Dios débil es fuerte: es la verdadera fuerza. Así, la fiesta de la Asunción de María es una invitación a tener confianza en Dios y también una invitación a imitar a María en lo que ella misma dijo: "¡He aquí la esclava del Señor!, me pongo a disposición del Señor". Esta es la lección: seguir su camino; dar nuestra vida y no tomar la vida. Precisamente así estamos en el camino del amor, que consiste en perderse, pero en realidad este perderse es el único camino para encontrarse verdaderamente, para encontrar la verdadera vida.




Perlas del viernes 15 de agosto de 2008

Queridos hermanos y hermanas:

1. María es, en efecto, la primicia de la humanidad nueva, la criatura en la cual el misterio de Cristo —encarnación, muerte, resurrección y ascensión al cielo— ha tenido ya pleno efecto, rescatándola de la muerte y trasladándola en alma y cuerpo al reino de la vida inmortal...La fiesta de hoy nos impulsa a elevar la mirada hacia el cielo. No un cielo hecho de ideas abstractas, ni tampoco un cielo imaginario creado por el arte, sino el cielo de la verdadera realidad, que es Dios mismo: Dios es el cielo. Y él es nuestra meta, la meta y la morada eterna, de la que provenimos y a la que tendemos.

2. ¡Qué gran misterio de amor se nos propone hoy a nuestra contemplación! Cristo venció la muerte con la omnipotencia de su amor. Sólo el amor es omnipotente. Ese amor impulsó a Cristo a morir por nosotros y así a vencer la muerte. Sí, ¡sólo el amor hace entrar en el reino de la vida! Y María entró detrás de su Hijo, asociada a su gloria, después de haber sido asociada a su pasión. Entró allí con ímpetu incontenible, manteniendo abierto detrás de sí el camino a todos nosotros. Por eso hoy la invocamos: "Puerta del cielo", "Reina de los ángeles" y "Refugio de los pecadores". Ciertamente, no son los razonamientos los que nos hacen comprender estas

3. Mirando a la Virgen elevada al cielo comprendemos mejor que nuestra vida de cada día, aunque marcada por pruebas y dificultades, corre como un río hacia el océano divino, hacia la plenitud de la alegría y de la paz. Comprendemos que nuestro morir no es el final, sino el ingreso en la vida que no conoce la muerte. Nuestro ocaso en el horizonte de este mundo es un resurgir a la aurora del mundo nuevo, del día eterno.



Perlas del Sábado 15 de agosto de 2009

Venerados hermanos en el episcopado y en el sacerdocio; (debe ser que otros años los obispos estaban de vacaciones y no querían ver al jefe ni en pintura:)

Queridos hermanos y hermanas:

1. La Asunción nos recuerda que la vida de María, como la de todo cristiano, es un camino de seguimiento, de seguimiento de Jesús, un camino que tiene una meta bien precisa, un futuro ya trazado: la victoria definitiva sobre el pecado y sobre la muerte, y la comunión plena con Dios, porque —como dice san Pablo en la carta a los Efesios— el Padre "nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos en Cristo Jesús" (Ef 2, 6). Esto quiere decir que, con el bautismo, fundamentalmente ya hemos resucitado y estamos sentados en los cielos en Cristo Jesús, pero debemos alcanzar corporalmente lo que el bautismo ya ha comenzado y realizado. En nosotros la unión con Cristo, la resurrección, es imperfecta, pero para la Virgen María ya es perfecta, a pesar del camino que también la Virgen tuvo que hacer. Ella ya entró en la plenitud de la unión con Dios, con su Hijo, y nos atrae y nos acompaña en nuestro camino.

2. En la Virgen elevada al cielo contemplamos la coronación de su fe, del camino de fe que ella indica a la Iglesia y a cada uno de nosotros: Aquella que en todo momento acogió la Palabra de Dios, fue elevada al cielo, es decir, fue acogida ella misma por el Hijo, en la "morada" que nos ha preparado con su muerte y resurrección (cf. Jn 14, 2-3).

3. La vida del hombre en la tierra —como nos ha recordado la primera lectura— es un camino que se recorre constantemente en la tensión de la lucha entre el dragón y la mujer, entre el bien y el mal. Esta es la situación de la historia humana: es como un viaje en un mar a menudo borrascoso; María es la estrella que nos guía hacia su Hijo Jesús, sol que brilla sobre las tinieblas de la historia (cf. Spe salvi, 49) y nos da la esperanza que necesitamos: la esperanza de que podemos vencer, de que Dios ha vencido y de que, con el bautismo, hemos entrado en esta victoria. No sucumbimos definitivamente: Dios nos ayuda, nos guía. Esta es la esperanza: esta presencia del Señor en nosotros, que se hace visible en María elevada al cielo. "Ella (...) —leeremos dentro de poco en el prefacio de esta solemnidad— es consuelo y esperanza de tu pueblo, todavía peregrino en la tierra".


Pues estas han sido las 15 perlas maravillosas que nos ha regalado Benedicto XVI para este día grande en tantos pueblos y ciudades de todo el mundo. Quince perlas con las que hacer un Rosario de la Ascensión que harán nuestra escalada diaria más llevadera.

Un abrazo y buen día a todos de fiesta, de romerías, de procesiones, de vivas y olés a la Virgen.