4 de agosto de 2025

ORACIÓN: LIBRES DE TODA CODICIA

Señor, enséñanos a vivir con sencillez y confianza, libres de la codicia, buscando nuestra alegría en amarte y servir con generosidad.

Espíritu Santo, guíanos para construir tesoros en el cielo con obras de amor, recordando que todo es don tuyo.

María, Madre, ayúdanos a vivir desprendidos, con el alma abierta a la eternidad. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

3 de agosto de 2025

ORACIÓN: Tú me harás fuerte

Como la cierva anhela los arroyos, así te anhela mi ser, Dios mío. Mi ser tiene sed de Dios, del Dios vivo, ¿cuándo podré ver tu rostro?

Cuando mi vida se vuelve gris, cuando me pregunto: ¿dónde estás? Cuando me asalta la nostalgia por tiempos mejores, cuando desfallezco y me siento apagado, entonces me vuelvo a ti, Dios mío.

Te preguntaré: '¿dónde estás?' Te diré: 'no me olvides', y tú me responderás. De día me enviarás tu amor y de noche cantaré tu canto.

Cuando me sienta cansado, cuando me invada la duda, cuando me duelan las cosas, cuando me falte el amor, entonces me volveré a ti, Dios mío.

Enviarás tu luz y tu verdad; ellas me guiarán, me llevarán por el camino de la vida y me darán la alegría profunda, la esperanza firme, la luz única. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

2 de agosto de 2025

ORACIÓN: CONFINÁNDOME EN TI

Señor, tú que nos diste el que te encontráramos y el ánimo para seguir buscándote, no nos abandones al cansancio ni a la desesperanza.

Haznos buscarte siempre y cada vez con más ardor. Y danos fuerzas para adelantar en la búsqueda.

Manda y ordena lo que quieras, pero limpia mis oídos para que escuche tu voz.

Sana y abre mis ojos, para que descubran tus indicaciones. Aparta de mí toda ignorancia para que reconozca tus caminos.

Dime a dónde debo dirigir la mirada para verte a ti, y así poder cumplir lo que te agrada. Amén.

(San Agustín)

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

1 de agosto de 2025

ORACIÓN: Señor, Tú me conoces

Señor, Tú me conoces mejor de lo que yo me conozco a mí mismo. Tu Espíritu empapa todos los momentos de mi vida. 

Gracias por tu gracia y por tu amor que derramas sobre mí. 

Gracias por tu constante y suave invitación a que te deje entrar en mi vida.

Perdóname por las veces que he rehusado tu invitación, y me he encerrado lejos de tu amor. Ayúdame a que en este día venidero reconozca tu presencia en mi vida, para que me abra a Ti. Para que Tú obres en mí, para tu mayor gloria. Amén.

(San Ignacio de Loyola)

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina