30 de septiembre de 2010

REZAR EL ROSARIO

La vida espiritual se suele iniciar con el rezo del Santo Rosario. Es la más frecuente con la que se inician los que empezamos a caminar en la vida espiritual, pero ocurre, a la experiencia me remito, que una vez hecho el largo recorrido se suele terminar volviendo a ella. 

Rezar el rosario es un método fácil y adaptable a toda clase de personas, aún las menos instruidas y una excelente manera de ejercitar los actos más sublimes de fe y contemplación.

El Santo Rosario es una profunda meditación de los misterios que envuelven y descubren la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro SEÑOR JESUCRISTO. En ellos descubrimos actitudes que nos sirven de referencia para nuestro actuar y vivir diario. Desde la alegría del anuncio de su encarnación, a su entrega obediente, en la más absoluta pobreza, a una muerte de Cruz.

Cada misterio está encabezado por una recopilación del Evangelio, porque el PADRE Nuestro viene a ser un resumen del Evangelio, donde JESÚS nos enseña y descubre el lugar que ocupa Nuestro PADRE y su Reino y la prioridad máxima de hacer su Voluntad. Añadiendo a ello la necesidad ineludible de perdonar para ser perdonado y de una súplica constante en demanda (oración) por ser librado de toda tentación y de las acechanzas del demonio.

Y luego, como gratitud a tan prodigiosa oración, sólo nos queda esos piropos contenidos en la letanía a la Madre que nos acompaña en todo el recorrido y a la que vamos suplicándole su intercesión y venerando su Hermosura llena de Gracia e Inmaculada.

El Ave María está centrado en el Misterio de la Encarnación, y es la oración más apropiada para centrar ese Misterio. Aunque en el Ave María hablamos directamente con la santísima Virgen e invocamos su intercesión, esa oración es sobre todo una alabanza y una acción de gracia a su HIJO por la Infinita Misericordia que nos mostró al encarnarse en Ella y hacerse hombre para su Misión Redentora.

La Santísima Virgen, en su repetidas apariciones, siempre ha sido la súplica más importante que en sus mensajes nos ha dado. Ella nos ha pedido que recemos el rosario. Ella nos lo pide insistentemente porque tiene su rezo un GRAN VALOR: "Quiere que repitamos una y otra vez la súplica, la alabanza, con la esperanza puesta en su gran amor por toda la humanidad.

Tal vez, por lo repetitivo del rezo, como decía la Santa Teresa, la "loca de la casa", nuestra mente, se nos vaya de aquí para allá en pertinaz distracción, pero aún así nuestro corazón y nuestra voluntad está puesto a los pies de la Madre de DIOS, y esas Avemarías son como incienso que sube en oscilantes volutas hasta el corazón de nuestra Madre, La Virgen Santísima.

Nuestro mundo se está olvidando de rezar. Tenemos fe, creemos en DIOS, pero lo tenemos ahogado en nuestro corazón por otras cosas que ocupan nuestro principal interés, y no hablamos con ÉL. El mundo actual, ahora más que nunca, está necesitado de orar y rezar muchos rosarios. 
Hagamos un alto en el camino en nuestro diario vivir, 20 minutos tan sólo, y con seguridad que el mundo y "nuestro mundo" será mejor. 
Y esto es lo que pretendemos con este "Blogueros con el Papa", junto a él, y de la mano de María, y rodeados con todos los que nos sentimos jóvenes, hombres y mujeres nuevos, "no viejos", con unos corazones abiertos al compromiso y al amor, "UNÁMONOS todos los sábados en el rezo del Santo Rosario.

29 de septiembre de 2010

Para echar una mano a los que quieren recibir al Papa en Barcelona

A través de facebook me ha llegado este comunicado de e-cristians en el que se cuentan las iniciativas que se están siguiendo para recibir por todo lo alto al Papa en Barcelona el próximo mes de noviembre. Es lógico que blogueros con el Papa nos hagamos eco y animemos a nuestros lectores a que echen una mano de la manera que puedan: siempre es posible intensificar la oración y colaborar activamente ya sea de manera presencial o económicamente. 

Apreciados amigos y amigas:

e-cristians está en plena actividad con motivo de la venida del Papa y es bueno que conozcáis todo lo que se está haciendo y que participéis. Si con este motivo no haces ningún "extra" en tu vida, ¿cuándo lo harás?

1. Junto con otras entidades y asociaciones estamos organizando y promoviendo un encuentro de reflexión sobre el sentido y nuestra responsabilidad por la venida del Papa. Será el próximo día 15 de octubre a las 19:30h. en la Basílica de la Purisima Concepción de Barcelona (c/ Aragó, 299). La reflexión correrá a cargo del Prof. Guzman Carriquiry, vicesecretario del Consejo Pontificio para los Laicos, y el laicos de más rango de la Curia, que vendrá ex profeso de Roma. Ven con tus amigos y familiares, para que el viaje del Papa sea también una experiencia interior.

2. Ha finalizado la primera campaña de bienvenida al Papa "Benvingut B16", dirigida a atraer la atención. Durante 14 días se han colgado carteles en el área central de Barcelona con renovación diaria.

3. Comenzará la segunda fase "Benvingut Benet XVI" con un imagen suya: 10 autobuses llevarán esta publicidad durante 14 días. El inicio está previsto el 18 de octubre. Josep Miró ha hablado con el alcalde de Barcelona para garantizar que en esta ocasión no censuren la campaña. A pesar de la respuesta positiva, está previsto un plan B.

4. Se distribuirán 1500 carteles en las paredes de las tiendas que lo autoricen.

5. También se distribuirán 4000 carteles oficiales de la diócesis en la calle con el fin de hacerlos presentes más allá de las parroquias. 

6. Distribuiremos "balconeras" de tela con la imagen oficial del Papa y la Sagrada Familia. Os rogamos que vengáis a recoger la vuestra y además las repartáis entre vuestros familiares y amigos. Contacta con e-cristians: secretaria@e-cristians.net - 93.206.08.83 - 606.22.28.95. 

7. Necesitamos cubrir los costes de la campaña. Si no podéis colaborar pegando carteles, haced una aportación económica por pequeña que sea. Hemos llegado a 8.000 euros. Pero necesitamos más hasta llegar a los 12.000 eurosTambién puedes hacer tu aportación en la cuenta corriente BBVA-0182-0171-83-0201537577.

8. Vamos a dar la bienvenida al Papa en la Sagrada Familia. Tenemos espacio reservado para 300 personas sentadas y 200 de pie, estas últimas en primera fila. Apúntate ya y apunta a tu familia y acompañantes para garantizar vuestro sitio, dado que el acceso a las calles cercanas será solo permitido con invitación. Contacta con e-cristians: secretaria@e-cristians.net - 93.206.08.83 - 606.22.28.95

9. Voluntarios: quien quiera colaborar aquel día debe apuntarse a través de e-cristians

Para más información: secretaria@e-cristians.net - 93.206.08.83 - 606.22.28.95

28 de septiembre de 2010

¿QUÉ HAY DETRÁS DE LOS ATAQUES AL PAPA?


Rodari, vaticanista del periódico Il Foglio y Tornielli, vaticanista del periódico Il Giornale, reconstruyen, enriqueciendo con informaciones inéditas, el hecho de cómo la prensa internacional se ha enfurecido contra Benedicto XVI. Ambos estuvieron en el curso The Church up Close que se realizó en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma del 6 al 12 de septiembre, en la que hablaron sobre este tema a los allí presentes. Para profundizar este tema, ZENIT entrevistó a uno de los autores, Andrea Tornielli, quien ha escrito, entre otros libros, Pio XII.
¿Qué cree que hay detrás de los ataques al Papa? No creo que los ataques vengan de una sola dirección ni que sea un complot. Creo que son varios grupos, varias realidades sueltas y diferentes entre ellas, que tienen un interés que es el de transformar la Iglesia en una secta protestante cualquiera, porque las enseñanzas de la Iglesia molestan. No me refiero sólo, como muchos podrían pensar, a los temas de ética o de sexualidad sino también a los temas de globalización, desarrollo, defensa del ambiente, política multilateral, entre otras aproximaciones. Estos grupos no necesariamente actúan usando una única orientación pero es claro que critican públicamente y que atacan el Papa. Creo que tienen todo un interés en hacer énfasis a los problemas de la Iglesia como, por ejemplo el escándalo de la pedofilia.
El poder secularizado teme al anuncio de una verdad irreducible, hay lobbies y grupos de poder a los que les molesta la moral cristiana y la enseñanza ética de la Iglesia. En ciertas situaciones la voz de la Iglesia permanece como el único baluarte de una conciencia no anestesiada.
Un cambio radical que el Papa impide a todos sea el de ser conscientes de que la Iglesia no está “hecha” por nosotros, no se le puede considerar una empresa, no todo puede quedar reducido a reivindicaciones sobre funciones y ministerios, su vida no puede estar planificada sólo con estrategias pastorales. Si aprendiéramos de este constante llamamiento del Papa, a lo mejor muchos opositores abiertos y ocultos comprenderían que el Papa no es un monarca absoluto, sino que obedece a Jesucristo en la transmisión del depositum fidei.
Los medios de comunicación han trasladado la atención de lo que el Papa verdaderamente quería decir o hacer. Por ejemplo, en Ratisbona. El Papa no estaba hablando contra el Islam sino que estaba haciendo un discurso sobre la fe y la razón. Este discurso pasó a un segundo plano desde el punto de vista mediático. Luego, poco a poco se extendió al diálogo con los intelectuales islámicos.El preservativo es un tema que el Papa nunca tocó en los discursos que dio en África. Este fue un viaje bellísimo: atención de la gente, participación de la liturgia, mensaje importante en lo que tiene que ver con el trabajo del Sínodo y con los aspectos importantes del desarrollo en África, mensajes importantes sobre el desarrollo de una teología africana. Todo olvidado…Así, en el caso de Williamsom, una iniciativa como levantar la excomunión, que se trataba de un gesto de reconciliación, fue explicada como una gran crisis en las relaciones con el mundo judío. El elemento en común es que no se transmite el verdadero mensaje del Papa.

27 de septiembre de 2010

PREGUNTA SIN RESPUESTA

Había una vez un viudo que vivía con sus dos hijitas. Las niñas hacían preguntas que el padre no sabía responder. Deseoso de darles la mejor educación, las envió a casa de un sabio, que sabía todas las respuestas.

Las niñas inventaron una pregunta que el sabio no sabría responder. Una capturó una linda mariposa azul para engañarlo. La escondería en sus manos y le preguntaría si estaba viva o muerta. Si decía que muerta, abriría sus manos y la dejaría volar. Si decía que viva, la apretaría y la aplastaría. En todo caso, sería una respuesta equivocada.

Así lo hicieron. El sabio sonrió y respondió:

“Depende de ti. Ella está en tus manos.”

Así es nuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro. No debes culpar a nadie cuando algo falle: nosotros somos los responsables por lo que conquistamos o no conquistamos. Nos toca a nosotros escoger que hacer con la mariposa azul que llevamos en nuestros corazones.

* * * * * *

Anoche tuve un sueño extraño. Habían abierto una tienda nueva llamada “Regalos de Dios”.
Un ángel del Señor atendía los clientes. Pregunté qué vendía, y me dijo:

“Ofrezco cualquier don de Dios.”

Interesado por los precios, me dijo que los dones de Dios son gratuitos.
Había ánforas de amor, frascos de fe, bultos de esperanza, cajas de salvación y muchas cosas más. Yo las quería todas.

“Dame por favor bastante amor a Dios; dame perdón de Dios; un bulto de esperanza, un frasco de fe y una caja de salvación.”

Vi que el ángel, de todo ese gran pedido mío, había hecho un sólo paquetico, y ahí lo tenía sobre el mostrador, tan pequeño como el tamaño de mi corazón.

“¿Será posible? ¿Eso es todo?”

El ángel me explicó:

“Es todo. Dios nunca da frutos maduros. Él sólo da pequeñas semillitas, que cada quien debe cultivar.”

La elección depende de nosotros y esa es la causa por la que somos libres. Sabemos, por el Evangelio del domingo lo que eligió el rico Epulón, y lo que eligió Lázaro. Podemos matar a la mariposa o dejarla vivir, y de la misma manera podemos matar nuestra propia vida, condenándola al sufrimiento eterno o ganarla para siempre en la presencia gozosa de DIOS.

Vivir es caminar, peregrinar comprometidos en compartir, hacer que las semillas que DIOS nos ha regalado sellándolas en nuestro corazón, sean cultivadas con la tierra buena de los sacramentos, especialmente Eucaristía y Penitencia, abonos indispensables para la obtención de buenos frutos.

Y regadas con el agua diaria de la Oración, motivo y fundamento principal de esta comunidad bloguera que nace junto y por la venida de nuestro Papa, en las JMJ, a nuestra país. Y al que acompañamos unidos en la oración constante por transmitir y vivir el Mensaje de la Buena Noticia, que él preside por mandato de Nuestro SEÑOR JESÚS.

No nos quedemos quietos, activemos nuestra oración, confiados, esperanzados, en paz y serenos, y dejándonos cuidar, nuestro propio jardín, por la luz del ESPÍRITU SANTO, para siendo instrumentos de paz y amor, podamos ayudar a construir un mundo mejor.

26 de septiembre de 2010

Anecdotario de un amigo (8)

Aunque no lo parezca, nuestro amigo el Papa es muy accesible. Su carácter amigable lo facilita. Es normal pues que le llamemos amigo. Cualquiera puede acercársele un sombrero tirolés, un tricornio, pasarle su teléfono móvil o lo que se le ocurra, siempre y cuando este dentro de los límites del decoro.

El otro día nuestra nuestra hermana bloguera Guerrera de la Luz se me adelantó y nos ilustro con unos bonitos tocados de Benedicto.

Pero, como digo, es muy accesible; cientos de testimonios lo corroboran. Tomemos tan solo uno. La cuenta la periodista católica y enviada especial durante décadas en el Vaticano Paloma Gómez Borrero:

Un internauta, en un encuentro digital le pregunta:

- ¿Cuál ha sido la anécdota más llamativa, para usted, del nuevo Papa Benedicto XVI?

-“El Papa hablando por el móvil con una monja que cuidaba a un enfermo y ese enfermo estaba en la Plaza de San Pedro y al enseñarle el móvil diciendo me acaba de llamar la monja que me cuida en el hospital que me ha dicho que le diga al Papa Benedicto que le bendiga y que le quiere mucho. Y el Papa le dijo a aquel enfermo, que estaba en silla de ruedas, "Llámela, llámela otra vez". El chico llamó y le pasó el teléfono al Santo Padre y así pudo hablar con la monja. Fue una imagen curiosa, yo antes no había visto a un Papa hablar por el móvil de un enfermo.”

22 de septiembre de 2010

AUDIENCIA GENERAL DEL PAPA

Benedicto XVI: he hablado al corazón de todos los ingleses


Hoy en la Audiencia General

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 22 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación la intervención del Papa Benedicto XVI durante la Audiencia General, celebrada en la Plaza de San Pedro, con los miles de peregrinos procedentes de todo el mundo.
* * * * *
Queridos hermanos y hermanas
Hoy quisiera detenerme a hablar del viaje apostólico en el Reino Unido, que Dios me ha concedido realizar en estos días pasados. Ha sido una visita oficial y, al mismo tiempo, una peregrinación al corazón de la historia y del hoy de un pueblo rico de cultura y de fe, como lo es el británico. Se ha tratado de un acontecimiento histórico, que ha marcado una nueva fase importante en la larga y compleja historia de las relaciones entre esas poblaciones y la Santa Sede. El objetivo principal d la visita era el de proclamar beato al cardenal John Henry Newman, uno de los ingleses más grandes de los tiempos recientes, insigne teólogo y hombre de Iglesia. En efecto, la ceremonia de beatificación representó el momento principal del viaje apostólico, cuyo tema estaba inspirado en el lema de la insignia cardenalicia del beato Newman: “El corazón habla al corazón”. Y en las cuatro intensas y bellísimas jornadas transcurridas en esa noble tierra tuve la gran alegría de hablar al corazón de los habitantes del Reino Unido, y ellos han hablado al mío, especialmente con su presencia y con el testimonio de su fe. Pude de hecho constatar cómo la herencia cristiana es aún fuerte e incluso activa en todos los estratos de la vida social. El corazón de los británicos y su existencia están abiertos a la realidad de Dios y hay numerosas expresiones de religiosidad que esta visita mía ha puesto aún más en evidencia.
Desde el primer día de mi permanencia en el Reino Unido, y durante todo el periodo de mi estancia, he recibido en todas partes una calurosa acogida por parte de las Autoridades, de los representantes de las diversas realidades sociales, de los representantes de las diversas Confesiones religiosas y especialmente de la gente común. Pienso de modo particular en los fieles de la Comunidad católica y en sus Pastores que, aún siendo minoría en el país, son muy apreciados y considerados, comprometidos en el anuncio gozoso de Jesucristo, haciendo resplandecer al Señor y haciéndose su voz especialmente entre los últimos. A todos renuevo la expresión de mi profunda gratitud, por el entusiasmo demostrado y por la encomiable diligencia con la que han trabajado por el éxito de esta visita mía, cuyo recuerdo conservaré para siempre en mi corazón.
La primera cita fue en Edimburgo con Su Majestad la Reina Isabel II, que juntamente con su Consorte, el Duque de Edimburgo, me acogió con gran cortesía en nombre de todo el pueblo británico. Se trató de un encuentro muy cordial, caracterizado por compartir algunas profundas preocupaciones por el bienestar de los pueblos del mundo y por el papel de los valores cristianos en la sociedad. En la histórica capital de Escocia pude admirar las bellezas artísticas, testimonio de una rica tradición y de profundas raíces cristianas. Hice referencia a esto en el discurso a Su Majestad y a las Autoridades presentes, recordando que el mensaje cristiano se ha convertido en parte integrante de la lengua, del pensamiento y de la cultura de los pueblos de esas Islas. Hablé también del papel que Gran Bretaña ha tenido y sigue teniendo en el panorama internacional, mencionando la importancia de los pasos llevados a cabo para una pacificación justa y duradera en Irlanda del Norte.
La atmósfera de fiesta y de alegría creada por los jóvenes y por los niños alegró la etapa de Edimburgo. Al llegar después a Glasgow, ciudad embellecida por encantadores parques, presidí la primera Santa Misa del viaje precisamente en el Bellahouston Park. Fue un momento de intensa espiritualidad, muy importante para los católicos del país, también considerando el hecho de que en aquel día se celebraba la fiesta litúrgica de san Ninian, primer evangelizador de Escocia. En esa asamblea litúrgica reunida en oración atenta y compartida, hecha aún más solemne por las melodías tradicionales y los cantos pegadizos, recordé la importancia de la evangelización de la cultura, especialmente en nuestra época en la que un relativismo penetrante amenaza con oscurecer la inmutable verdad sobre la naturaleza del hombre.
En la segunda jornada comencé la visita a Londres. Allí encontré en primer lugar al mundo de la educación católica, que tiene un papel relevante en el sistema de instrucción de ese país. En un autentico clima de familia hablé a los educadores, recordando la importancia de la fe en la formación de ciudadanos maduros y responsables. A los numerosos adolescentes y jóvenes, que me acogieron con alegría y entusiasmo, les propuse que no persigan objetivos limitados, contentándose con elecciones cómodas, sino de apuntar hacia algo más grande, es decir, la búsqueda de la verdadera felicidad que se encuentra sólo en Dios. En la cita siguiente con los responsables de las demás religiones mayormente presentes en el Reino Unido, recordé la ineludible necesidad de un diálogo sincero, que necesita el respeto del principio de reciprocidad para que sea plenamente fructífero. Al mismo tiempo, puse de manifiesto la búsqueda de lo sagrado como terreno común a todas las religiones sobre el que reforzar la amistad, la confianza y la colaboración.
La visita fraternal al Arzobispo de Canterbury fue la ocasión para reafirmar el compromiso común de dar testimonio del mensaje cristiano que une a católicos y anglicanos. Fue seguido por uno de los momentos más significativos del viaje apostólico: el encuentro en el gran salón del Parlamento británico con personalidades institucionales, políticas, diplomáticas, académicas, religiosas, representantes del mundo cultural y empresarial. En ese lugar tan prestigioso subrayé que la religión, para los legisladores, no debe representar un problema que resolver, sino un factor que contribuye de forma vital al camino histórico y al debate público de la nación, en particular al recordar la importancia esencial del fundamento ético para las decisiones en los diversos sectores de la vida social.
En ese mismo clima solemne, me dirigí después a la Abadía de Westminster: por primera vez un Sucesor de Pedro en el lugar de culto símbolo de las antiquísimas raíces cristianas del país. El rezo de la oración de las Vísperas, junto a las diversas comunidades cristianas del Reino Unido, representó un momento importante en las relaciones entre la Comunidad católica y la Comunión anglicana. Cuando veneramos juntos la tumba de san Eduardo el confesor, mientras el coro cantaba: Congregavit nos in unum Christi amor, alabó a Dios, que nos conduce en el camino de la unidad plena.
En la mañana del sábado, la cita con el Primer Ministro abrió la serie de encuentros con los mayores representantes del mundo político británico. Fue seguida de la celebración eucarística en la catedral de Westminster, dedicada a la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor. Fue un extraordinario momento de fe y de oración – que puso de manifiesto la rica y preciosa tradición de música litúrgica “romana” e “inglesa” – a la que tomaron parte los diversos componentes eclesiales, espiritualmente unidas a las multitudes de creyentes de la larga historia cristiana de esa tierra. Es grande mi alegría por haber encontrado un gran número de jóvenes que participaban en la Santa Misa desde el exterior de la catedral. Con su presencia llena de entusiasmo y a la vez atenta y ansiosa, demostraron querer ser los protagonistas de una nueva etapa de valiente testimonio, de solidaridad con los hechos, de generoso compromiso al servicio del Evangelio.
En la Nunciatura Apostólica me encontré con algunas víctimas de abusos por parte de miembros del clero y de religiosos. Fue un momento intenso de conmoción y de oración. Poco después, me encontré también con un grupo de profesionales y voluntarios responsables de la protección de los niños y de los jóvenes en los ambientes eclesiales, un aspecto particularmente importante y presente en el compromiso pastoral de la Iglesia. Les di las gracias y les animé a continuar su trabajo, que se inserta en la larga tradición de la Iglesia de cuidado por el respeto, la educación y la formación de las nuevas generaciones. Siempre en Londres, visité el asilo de ancianos que regentan las Hermanitas de los Pobres, con la preciosa aportación de numerosas enfermeras y voluntarios. Esta estructura de acogida es signo de la gran consideración que la Iglesia ha tenido siempre por el anciano, como también expresión del compromiso de los católicos británicos en el respeto a la vida sin tener en cuenta la edad o las condiciones.
Como decía, el culmen de mi visita al Reino Unido fue la beatificación del cardenal John Henry Newman, ilustre hijo de Inglaterra. Ésta fue precedida y preparada por una vigilia especial de oración que tuvo lugar el sábado por la noche en Londres, en el Hyde Park, en una atmósfera de profundo recogimiento. A la multitud de los fieles, especialmente los jóvenes, quise volver a proponer la luminosa figura del cardenal Newman, intelectual y creyente, cuyo mensaje espiritual se puede resumir en el testimonio de que el camino del conocimiento no es cerrazón en el propio “yo”, sino que es apertura, conversión y obediencia a Aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida. El rito de beatificación tuvo lugar en Birmingham, durante la solemne Celebración eucarística dominical, con la presencia de una gran muchedumbre procedente de toda Gran Bretaña y de Irlanda, con representaciones de muchos otros países. Este impresionante acontecimiento ha puesto aún más de relieve a un erudito de gran talla, un insigne escritor y poeta, un sabio hombre de Dios, cuyo pensamiento iluminó muchas conciencias y que aún hoy ejerce una fascinación extraordinaria. Que en él, en particular, se inspiren los creyentes y las comunidades eclesiales del Reino Unido, para que también en nuestros días esa noble tierra siga produciendo frutos abundantes de vida evangélica.
El encuentro con la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales y con la de Escocia concluyó una jornada de gran fiesta y de intensa comunión de corazones para la comunidad católica en Gran Bretaña.
Queridos hermanos y hermanas, en esta visita mía al Reino Unido, como siempre quise sostener en primer lugar a la comunidad católica, animándola a trabajar sin descanso para defender las verdades morales inmutables que, retomadas, iluminadas y confirmadas por el Evangelio, están a la base de una sociedad verdaderamente humana, justa y libre. He querido también hablar al corazón de todos los habitantes del Reino Unido, sin excluir a nadie, de la verdadera realidad del hombre, de sus necesidades más profundas, de su destino último. Al dirigirme a los ciudadanos de ese país, encrucijada de la cultura y de la economía mundial, tuve presente a todo Occidente, dialogando con las razones de esta civilización y comunicando la perenne novedad del Evangelio, de la que ésta está impregnada. Este viaje apostólico ha confirmado en mí una convicción profunda: las antiguas naciones de Europa tienen un alma cristiana, que constituye una unidad con el “genio” y la historia de los respectivos pueblos, y la Iglesia no deja de trabajar para mantener continuamente en pie esta tradición espiritual y cultural.
El beato John Henry Newman, cuya figura y escritor conservan aún una actualidad extraordinaria, merece ser conocido por todos. Que él sostenga los propósitos y los esfuerzos de los cristianos para “difundir en todas partes el perfume de Cristo, para que toda su vida sea sólo una irradiación de la suya”, como escribía sabiamente en su libro Irradiar a Cristo.
[Llamamiento]
En esta semana tiene lugar en Viena la reunión plenaria de la Comisión Mixta Internacional para el Diálogo Teológico entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa en su conjunto. El tema de la actual fase de estudio es el papel del obispo de Roma en la comunión de la Iglesia universal, con particular referencia al primer milenio de la historia cristiana. La obediencia a la voluntad del Señor Jesús, y la consideración de los grandes desafíos que hoy se presentan ante el cristianismo, nos obligan a comprometernos seriamente en la causa del restablecimiento de la plena comunión entre las Iglesias. Exhorto a todos a rezar intensamente por los trabajos de la Comisión y por un continuo desarrollo y consolidación de la paz entre los bautizados, para que podamos dar al mundo un testimonio evangélico cada vez más auténtico".

20 de septiembre de 2010

Vídeoblog



Don Joan nos propuso hacer un vídeoblog donde pudiesemos expresar nuestro apaoyo con la Jornada Mundial de la Juventud. Aquí está mi entrada del vídeoblog.


Muchas gracias. Un abrazo a todos.

19 de septiembre de 2010

Anecdotario de un amigo (7)


Las falsas anécdotas de Benedicto XVI

Nuestro amigo Benedicto, como todo personaje público, también tiene un buen montón de anécdotas falsas. La más falsa y la peor intencionada es la de que el Papa fue nazi en su juventud. Ya hablamos al respecto en el anterior post y demostramos la intención anticristiana de los que difunden tal mentira.

Pero no todas las falsas anécdotas de Benedicto son malintencionadas. Las hay incluso simpaticas como las dos que voy a relatar a continuación.

La primera la cuenta el escritor y premio Nobel aleman Günter Grass de esta manera:

“Sólo es una suposición. Ese pensamiento no me vino hasta que no me puse a escribir. Lo cierto es que en Bad Aibling, ese campo masivo con unos 100 mil prisioneros de guerra a cielo abierto, pasé mucho tiempo en un agujero en la tierra con un chico de mi edad. Los dos teníamos 17 años. Él era de procedencia bávara, era intensamente católico, hasta el fanatismo, y a sus 17 años era capaz de meter en la conversación citas en latín. Teníamos mucho tiempo, hambre y tiempo. En el mercado negro, a cambio de insignias, conseguí una bolsa de dados y masticábamos grano. Con el bote lanzábamos los dados por nuestro futuro. Él quería subir en la jerarquía eclesiástica y yo quería ser artista y famoso”.

“Incluso nos peleamos acerca de si yo también podía ser papa. En la historia hay suficientes papas que no creían en Dios, argumentaba yo… Y mientras escribo el manuscrito de mi libro de memorias, un alemán se convierte en papa. Y entonces leo -sabía quién era el cardenal Ratzinger, su postura conservadora, su actuación silenciosa perseverante desde un segundo plano- que estuvo en Bad Aibling. Este Joseph me resultaba familiar, y también su forma de ser por lo tímido, perseverante y silencioso. Sólo puedo suponer que era él”.


(Entrevista a Günter Grass con motivo de la aparición de sus memorias de juventud, "Pelando la cebolla", en las que habla por primera vez de su pertenencia adolescente a las SS).

La historia tendría visos de veracidad si no fuera porque quien la cuenta es un consumado literato y lo que cuenta es un conocido tópico literario y cinematográfico. ¿Qué se jugaron en la celda de castigo los jóvenes Grass y Ratzinger? ¿La túnica de una pieza de Cristo? ¿Se jugaron quizás el Papado? ¿Se jugaron la vida como el caballero y la muerte en la película el Séptimo Sello del cineasta Ingmar Bergmann? ¿Jugaron a los dados como cada noche hace el Diablo con Falkenburg , el capitan del Flying Dutchman, el Barco Fantasma de la novela de Frederick Marryat? Günter Grass es un notorio ateo y lo que quiere trasmitir con esta fábula es la conocida tesis atea de que Dios, si existe, juega a los dados con nosotros.

La segunda anécdota falsa de Ratzinger es más inocente y la protagoniza dos hospitaleros del Camino de Santiago y se cuenta así:

Alfredo Álvarez tiene un albergue en Molinaseca, en, en León, que cada año es visitado por miles de peregrinos. Álvarez cuenta que en el 2000 recibió a un visitante con quien charló largo rato sobre el futuro de la Iglesia.

Alfredo Ávarez reveló, ante una televisión, que ese huésped fue nada más y nada menos que Joseph Ratzinger. Según el testimonio de Alfredo Álvarez, el amable peregrino le habló del futuro de la Iglesia y le envió desde Francia, pocos días después de su visita al albergue, una postal firmada de la siguiente manera: “Louis Joseph, futuro papa Benedicto XVI”.

Alfredo Álvarez, asegura tener una postal que le envió hace cinco años el actual Papa, desde Montpellier, Francia, en la que firmaba como «futuro Papa Benedicto XVI».

Resulta que nada más asomarse el nuevo Papa a la Plaza de San Pedro, al buen hospedero le sonó su cara en la memoria. Esa sintonía con el recuerdo quedó ratificada en cuanto conoció el nombre elegido por el nuevo pontífice. Benedicto XVI no sólo había visitado su hospedería hace cinco años, sino que el entonces cardenal peregrino había remitido al albergue, a la atención de su propietario, una amable postal.

A pesar de que ni el Obispado de Astorga, ni el Arzobispado de Santiago de Compostela, ni la Nunciatura Apostólica en Madrid les consta que Benedicto XVI haya realizado el Camino de Santiago, y mucho menos que escribiera dicha postal, la notoriedad alcanzada con la anécdota por el hospitalero de Molinaseca cundió ejemplo y otro hospitalero, en este caso de Galicia afirmó lo mismo:

Así, en Guitiriz, Lugo, Camino de Santiago, D. Romualdo contó la siguiente historia:

"Hace unos cinco años, paró en mi establecimiento, un albergue para peregrinos del camino, un señor con acento extranjero. Venía acompañado por tres jóvenes con aspecto de curas. Todos ellos eran muy amables, discretos y educados. El señor de más edad, de rostro bondadoso y una sonrisa casi permanente en los labios, descansó aquí dos días, reponiéndose de las pequeñas heridas sufridas a consecuencia de las largas caminatas por los senderos del país, al abrigo del tiempo infernal que en aquellos días azotó la provincia. Yo intuía que aquella era gente principal, todos tan finos, tan suaves en el trato, tan sociables en la urbanidad. Daba gusto servirles, de verdad".

"Dos semanas después de que los viajeros extranjeros se marcharan, recibí este sobre y esta carta, con matasellos estampado en una ciudad francesa. El texto de la carta decía así:

Carísimo amigo Romualdo. Cumplido nuestro deseo de rendir viaje ante la tumba del apóstol Santiago e instalados de nuevo en la vida cotidiana, no quiero dejar de escribir estas líneas para agradecer, desde lo más profundo de nuestros corazones, el cálido trato dispensado por usted y su familia, en esos días luminosos de fe y esperanza transcurridos por los caminos de España, compartiendo el gozo de tantos y tantos peregrinos en busca de la luz que emana de la Verdadera Instancia. Que el Señor, en su infinita bondad, ilumine sus corazones cristianos. Reciba usted y los suyos el testimonio de nuestro agradecimiento por los sencillos favores recibidos. Joseph Luis Futuro Papa Benedicto XVI ".

El dueño del hostal explicó a los periodistas que había guardado aquella carta por ser la más extraña que había recibido en su vida. La carta permaneció a buen recaudo en un armario de la vivienda de Romualdo, hasta que el martes, día 19 de abril de 2004, la fumata blanca anunciaba la noticia de que el nuevo Papa era el cardenal Ratzinger, Benedicto XVI.


Lo curioso de las dos anécdotas apócrifas de Benedicto XVI, la que cuenta Günter Grass y la que cuentan los hospitaleros del Camino, es que ambas coinciden en un punto, Joseph Ratzinger sabía con muchos años de antelación que sería Papa. ¿Os imagináis al Cardenal Prefecto para la Doctrina de la Fe delante de la bola de cristal ejerciendo de pitonisa?

Si mañana decimos que conocimos a Ratzinger tambien en 2000 en el Camino de Santiago y que le vimos resucitar un niño y hacer dos pajarillos de barro y darles vida, nos hacemos famosos y multiplicamos por 100 los lectores de nuestros respectivos Blogs. Pensadlo bien, Blogueros con el Papa...

18 de septiembre de 2010

Un discurso histórico



El discurso de Benedicto XVI en la Abadía de Westminster ha sido emocionante. En el mismo lugar donde la conciencia fue mancillada -en la persona de Tomás Moro- Benedicto XVI ha reivindicado su dignidad ante las autoridades civiles y religiosas de Inglaterra. Viendo este vídeo me da la impresión de que los asistentes al acto son conscientes de la trascendencia del momento. El Papa de Roma está de pie pronunciando un discurso a la altura de un gran Pontífice. No habla de política, pero sí de los límites de la política; no habla de economía, pero sí de la necesidad de una ética universal que limite a los poderosos y sirva de defensa de los intereses de los más necesitados.

Sin embargo, abundan los medios de comunicación -me refiero sólo a los españoles- que prefieren ser altavoz de unos grupos minoritarios.

Así como hace XX siglos hubo fariseos que se rasgaron las vestiduras ante la persona y el mensaje de Jesucristo, así también ahora algunos han hecho lo mismo ante algunas declaraciones del Papa. ¿Motivo? Que hay una continuidad o semejanza entre el nazismo y el ateísmo o laicismo extremo. Hay un dicho catalán - Qui té cua de palla, por té al foc - que expresa bien esta actitud. El Papa no ha hablado del laicismo, sino del laicismo ateo extremo.

Los que se han sentido aludidos por las palabras del Papa son los mismos que acusan a la Iglesia y a los creyentes en general de las mayores atrocidades y genocidios, presentándolos como los principales enemigos de la democracia y de la civilización occidental. Es curioso lo corta que es la memoria de estas personas.

Son capaces de recordar las guerras de Religión para poner a los creyentes en el banquillo y acusarles de aquellos "delitos" cometidos hace siglos. El silogismo que emplean es elemental. Si no hubiera existido la Religión, evidentemente no se hubiera producido las guerras de Religión. Luego éstas son causadas por los creyentes, que son un peligro público.

Olvidan, en cambio, dos datos importantes:

  1. Que las mayores matanzas se han producido hace menos de un siglo en el altar del ateísmo que ha alimentado las ideologías totalitarias de izquierdas o derechas.
  2. Que el único que ha reconocido los errores de forma pública ha sido Juan Pablo II al cruzar el umbral del nuevo milenio y lo hizo sobre una culpas que no eran propiamente suyas, sino especialmente de los cristianos de otras épocas. 
Benedicto XVI ha puesto el dedo en la llaga, pero no para herir u ofender, sino para extender el bálsamo curativo. La verdad ha sido proclamada por Benedicto XVI. Quien quiera rasgarse las vestiduras con furor farisaico, allá él. 

17 de septiembre de 2010

¿Qué dificultad puede detener al embajador de Jesucristo?



Dicen que el viaje del Papa Benedicto a Gran Bretaña será difícil. Los medios de comunicación y determinados lobbys están haciendo lo posible para enardecer al pueblo británico contra la Iglesia católica y su máximo representante. El Papa llega precedido de calumnias contra su persona y de campañas a favor de la ordenación de las mujeres, o la absurda petición de arrestar al Pontífice por 'crímenes contra la humanidad'.

Otro Papa, Benedicto XV, en la Carta Apostólica “Maximun Illud” sobre la propagación de la fe católica en el mundo, se preguntaba:

"¿Qué dificultad, molestia o peligro puede haber capaz de detener en el camino comenzado al embajador de Jesucristo?"

Y respondía:

"Ninguno, ciertamente; ya que, agradecidísimo para con Dios por haberse dignado escogerle para tan sublime empresa, sabrá soportar y aun abrazar con heroica magnanimidad todas las contrariedades, asperezas, sufrimientos, fatigas, calumnias, indigencias, hambres y hasta la misma muerte, con tal de arrancar una sola alma de las fauces del infierno."

¿Y qué podemos hacer nosotros para colaborar con el Santo Padre en esta tarea? Muy sencillo. Encomendar la misión del Papa y orar, pues "sabido es que el único camino para lograr esta gracia es la humilde perseverancia de la oración".

Y "así como Moisés, cuando luchaban los israelitas contra Hamalec, levantaba sus brazos suplicantes al cielo en la cumbre de la montaña, del mismo modo, mientras los misioneros del Evangelio se fatigan en el cultivo de la viña del Señor, todos los fieles cristianos deben ayudarles con sus oraciones."

Ese es, al fin y al cabo, uno de los objetivos de este blog: que los blogueros mantengamos nuestros brazos alzados al cielo en todo momento, para apoyar al Papa en su misión.

16 de septiembre de 2010

LIVE WEBCAST: EL PAPA YA ESTÁ EN UK



La visita del Papa al Reino Unido en directo 24 horas
24/7 live webcast




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Benedicto XVI hablará donde Santo Tomás Moro se opuso a Enrique VIII

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El Papa defenderá la separación Iglesia-Estado en la nación cuya Reina es cabeza de la iglesia nacional

Casi quinientos años después de que Enrique VIII se proclamara cabeza de la Iglesia de Inglaterra, uniendo en su persona la autoridad civil y eclesiástica, Benedicto XVI lanzará esta semana en Londres un encendido mensaje en defensa de la separación entre Iglesia y Estado, entendida ésta como un respeto mutuo que suponga el reconocimiento de los poderes civiles del derecho de sus ciudadanos a manifestar y desarrollar también en la vida pública sus compromisos religiosos. En Gran Bretaña los nombramientos de los obispos anglicanos siguen siendo firmados por el Primer Ministro.
13/09/10 
(ABC/InfoCatólica) La vital importancia de la conciencia personal, y la libertad necesaria para seguirla en medio de la sociedad, será el hilo conductor de una visita a Gran Bretaña que el Santo Padre comenzará el jueves en Edimburgo, donde será recibido por Isabel II en lo que es la primera visita de Estado de un Papa a suelo británico, y concluirá el domingo en Birmingham con la beatificación del cardenal John Henry Newman, apóstol de la conciencia.
El viaje incluye un esperado discurso a la sociedad civil que Benedicto XVI pronunciará el viernes en Westminster Hall, la dependencia más antigua del Parlamento británico, en la que Santo Tomás Moro, patrón de la clase política, fue condenado por su oposición a los planes de Enrique VIII.
Se da la circunstancia de que a día de hoy la monarquía británica sigue conservando el privilegio de ser cabeza de la Iglesia de Inglaterra. Además, aunque el gobierno respeta la autonomía de la comunión anglicana, los nombramientos de obispos de dicha confesión religiosa en territorio británico son firmados por el Primer Ministro.
Otro singular momento será la vigilia que tendrá lugar el sábado en Hyde Park, el gran parque de Londres. Esa jornada ha sido la elegida por algunas voces opuestas a la Iglesia Católica para intentar sacar a la calle manifestantes contra la visita papal.

Apoyo social al viaje

A pesar de esas quejas, como las expresadas por el líder de la causa homosexual Peter Tatcherll en un documental que emite esta noche Channel 4 cuestionando la autoridad del Papa a raíz de los escándalos de pederastia, la mayoría de la sociedad británica se ha pronunciado en apoyo de la visita papal o, en todo caso, pidiendo respeto a la sensibilidad de los católicos, como ha hecho el grueso de la usualmente mordaz prensa inglesa.
Una encuesta realizada para la BBC por ComRes indicaba ayer que el 70 por ciento de los católicos del Reino Unido consideran que el viaje ayudará a la Iglesia Católica en su papel en el seno de la sociedad británica. Ese mismo sondeo apunta que el 52 por ciento de los fieles católicos se han visto sacudidos en su fe por los casos de pederastia, aunque en realidad en el país apenas se han producidos escándalos. Un 49 por ciento se pronuncia a favor de «relajar» el celibato de los sacerdotes y un 62 por ciento considera que las mujeres deberían tener mayor autoridad en la Iglesia, si bien en ambas cuestiones es menor el porcentaje de quienes reclaman abiertamente la eliminación del celibato y el sacerdocio femenino.
Pero sobre cualquier estimación pesa especialmente el carácter histórico del viaje y la importancia que le da el propio Vaticano. Se trata de la primera visita de Estado de un Papa (el único precedente fue el de Juan Pablo II en 1982, pero fue una visita pastoral) y además se produce en medio de un proceso de conversiones desde la Iglesia Anglicana al Catolicismo.
Como ya ocurriera con el Movimiento de Oxford comenzado en 1833, que llevó a la conversión del Newman en 1845 y abrió una ola de destacados ingresos en la Iglesia Católica, en estos momentos se produce otra peregrinación de anglicanos hacia Roma, iniciada en 1994 con la ordenación de mujeres como sacerdotes por parte de la Iglesia Anglicana y proseguida ahora con la decisión de nombrar mujeres obispo. En 2009, la Santa Sede promulgó sus instrucciones para la creación de un Ordinariato para la integración de grupos de anglicanos que, en plena comunión con el Papa y la doctrina católica, deseen mantener su propia liturgia.
El Santo Padre pondrá especial atención en su viaje en cuidar las relaciones con la Iglesia Anglicana para impedir que el anunciado Ordinariato suponga una fricción entre ambas Iglesias. Precisamente uno de los momentos destacados de la visita será su encuentro con Rowan Williams, arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia de Inglaterra, y con un grupo de obispos de esa confesión.

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15 de septiembre de 2010

AUDIENCIA GENERAL DEL PAPA


Benedicto XVI: santa Clara de Asís, esposa de Cristo


Hoy en la audiencia general


CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 15 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación la catequesis que el Papa Benedicto XVI dirigió hoy a los peregrinos reunidos en el Aula Pablo VI del Vaticano para la audiencia general, tras la cual el Pontífice regresó a Castel Gandolfo.

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Queridos hermanos y hermanas,

una de las santas más amadas es sin duda santa Clara de Asís, vivida en el siglo XIII, contemporánea de san Francisco. Su testimonio nos muestra cómo toda la Iglesia es deudora a mujeres valientes y ricas de fe como ella, capaces de dar un decisivo impulso para la renovación de la Iglesia.

¿Quién era por tanto Clara de Asís? Para responder a esta pregunta poseemos fuentes seguras: no sólo las antiguas biografías, como la de Tomás de Celano, sino también las Actas del proceso de canonización promovido por el Papa sólo pocos meses después de la muerte de Clara, y que contiene los testimonios de aquellos que vivieron junto a ella durante mucho tiempo.

Nacida en 1193, Clara pertenecía a una familia aristocrática y rica. Renunció a la nobleza y a la riqueza para vivir pobre y humilde, adoptando la forma de vida que Francisco de Asís proponía. Aunque sus parientes, como sucedía entonces, estaban proyectando un matrimonio con algún personaje de importancia, Clara, a los 18 años, con un gesto audaz inspirado por el profundo dese de seguir a Cristo y por la admiración por Francisco, dejó la casa paterna y, en compañía de una amiga suya, Bona di Guelfuccio, alcanzó secretamente a los frailes menores en la pequeña iglesia de la Porciúncula. Era la tarde del Domingo de Ramos de 1211. Ante la conmoción general, se realizó un gesto altamente simbólico: mientras sus compañeros tenían en la mano antorchas encendidas, Francisco le cortó el cabello y Clara vistió un basto hábito penitencial. Desde aquel momento se había convertido en la virgen esposa de Cristo, humilde y pobre, y se consagraba a Él totalmente. Como Clara y sus compañeras, innumerables mujeres en el transcurso de la historia han sido fascinadas por el amor por Cristo que, en la belleza de su Divina Persona, llena sus corazones. Y la Iglesia entera, por medio de la vocación nupcial mística de las vírgenes consagradas, muestra lo que será para siempre: la Esposa bella y pura de Cristo.

En una de las cuatro cartas que Clara envió a santa Inés de Praga, la hija del rey de Bohemia, que quiso seguir sus huellas, habla de Cristo, su amado Esposo, con expresiones nupciales, que pueden sorprender, pero que conmueven: “Amándolo, sois casta, tocándolo, seréis más pura, dejándoos poseer por él sois virgen. Su poder es más fuerte, su generosidad más elevada, su aspecto más bello, el amor más suave y toda gracia más fina. Ahora estáis estrechada entre sus brazos por él, que ha adornado vuestro pecho de piedras preciosas... y os ha coronado con una corona de oro marcada con el signo de la santidad” (Carta primera: FF, 2862).

Sobre todo al principio de su experiencia religiosa, Clara tuvo en Francisco de Asís no sólo un maestro cuyas enseñanzas seguir, sino también un amigo fraterno. La amistad entre estos dos santos constituye un aspecto muy bello e importante. De hecho, cuando dos almas puras e inflamadas por el mismo amor por Dios se encuentran, sacan de su amistad recíproca un estímulo fortísimo para recorrer la vía de la perfección. La amistad es uno de los sentimientos humanos nobles y elevados que la Gracia divina purifica y transfigura. Como san Francisco y santa Clara, también otros santos vivieron una profunda amistad en el camino hacia la perfección cristiana, como san Francisco de Sales y santa Juana Francisca de Chantal. Y es precisamente san Francisco de Sales quien escribe: “Es hermoso poder amar en la tierra como se ama en el cielo, y aprender a quererse en este mundo como haremos eternamente en el otro. No hablo aquí del simple amor de caridad, porque éste debemos tenerlo por todos los hombres; hablo de la amistad espiritual, en el ámbito de la cual, dos, tres o más personas se intercambian la devoción, los afectos espirituales, y llegan a ser realmente un solo espíritu” (Introducción a la vida devota III, 19).

Tras haber transcurrido un periodo de algunos meses en otras comunidades monásticas, resistiendo a las presiones de sus familiares que al principio no aprobaban su elección, Clara se estableció con sus primeras compañeras en la iglesia de san Damián, donde los frailes menores habían preparado un pequeño convento para ellas. En ese monasterio vivió durante más de cuarenta años hasta su muerte, que tuvo lugar en 1253. Nos ha llegado una descripción de primera mano de cómo vivían estas mujeres en aquellos años, en los inicios del movimiento franciscano. Se trata del informe lleno de admiración de un obispo flamenco de visita en Italia, Santiago de Vitry, el cual afirma haber encontrado un gran número de hombres y mujeres, de toda clase social, que “dejando todo por Cristo, huían del mundo. Se llamaban frailes menores y hermanas menores y son tenidos en gran consideración por el señor Papa y por los cardenales… Las mujeres... moran juntas en diversos hospicios no lejanos de las ciudades. No reciben nada, sino que viven del trabajo de sus propias manos. Y les duele y les turba profundamente porque son honradas más de lo que quisieran, por clérigos y laicos” (Carta de octubre de 1216: FF, 2205.2207).

Santiago de Vitry había captado con perspicacia un rasgo característico de la espiritualidad franciscana a la que Clara fue muy sensible: la radicalidad de la pobreza asociada a la confianza total en la Providencia divina. Por este motivo, ella actuó con gran determinación, obteniendo del papa Gregorio IX o, probablemente, ya del papa Inocencio III, el llamado Privilegium Paupertatis (cfr FF, 3279). En base a éste, Clara y sus compañeras de san Damián no podían poseer ninguna propiedad material. Se trataba de una excepción verdaderamente extraordinaria respecto al derecho canónico vigente y las autoridades eclesiásticas de aquel tiempo lo concedieron apreciando los frutos de santidad evangélica que reconocían en la forma de vivir de Clara y de sus hermanas. Esto demuestra también que en los siglos medievales, el papel de las mujeres no era secundario, sino considerable. A propósito de esto, es oportuno recordar que Clara fue la primera mujer en la historia de la Iglesia que compuso una Regla escrita, sometida a la aprobación del Papa, para que el carisma de Francisco de Asís se conservara en todas las comunidades femeninas que se iban estableciendo en gran número ya en sus tiempos, y que deseaban inspirarse en el ejemplo de Francisco y de Clara.

En el convento de san Damián Clara practicó de modo heroico las virtudes que deberían distinguir a cada cristiano: la humildad, el espíritu de piedad y de penitencia, la caridad. Aún siendo la superiora, ella quería servir en primera persona a las hermanas enfermas, sometiéndose también a tareas humildísimas: la caridad, de hecho, supera toda resistencia y el que ama realiza todo sacrificio con alegría. Su fe en la presencia real de la Eucaristía era tan grande que en dos ocasiones se comprobó un hecho prodigioso. Solo con la ostensión del Santísimo Sacramento, alejó a los soldados mercenarios sarracenos, que estaban a punto de agredir el convento de san Damián y de devastar la ciudad de Asís.

También estos episodios, como otros milagros, de los que se conservaba memorial, empujaron al papa Alejandro IV a canonizarla sólo dos años después de su muerte, en 1255, trazando un elogio de ella en la Bula de canonización en la que leemos: “Cuán vívida es la fuerza de esta luz y cuán fuerte es la claridad de esta fuente luminosa. En verdad, esta luz estaba encerrada en el escondite de la vida claustral, y fuera irradiaba resplandores luminosos; se recogía en un pequeño monasterio, y fuera se expandía por todo el vasto mundo. Se custodiaba dentro y se difundía fuera. Clara de hecho se escondía; pero su vida se revelaba a todos. Clara callaba, pero su fama gritaba” (FF, 3284). Y es precisamente así, queridos amigos: son los santos los que cambian el mundo a mejor, lo transforman de forma duradera, inyectándole las energías que sólo el amor inspirado por el Evangelio puede suscitar. ¡Los santos son los grandes benefactores de la humanidad!

La espiritualidad de santa Clara, la síntesis de su propuesta de santidad está recogida en la cuarta carta a santa Inés de Praga. Santa Clara utiliza una imagen muy difundida en la Edad Media, de ascendencias patrísticas, el espejo. E invita a su amiga de Praga a mirarse en ese espejo de perfección de toda virtud que es el mismo Señor. Escribe: “Feliz ciertamente aquella a la que se le concede gozar de esta sagrada unión, para adherirse con lo profundo del corazón [a Cristo], a aquel cuya belleza admiran incesantemente todas las beatas multitudes de los cielos, cuyo afecto apasiona, cuya contemplación restaura, cuya benignidad sacia, cuya suavidad colma, cuyo recuerdo resplandece suavemente, a cuyo perfume los muertos volverán a la vida y cuya visión gloriosa hará bienaventurados a todos los ciudadanos de la Jerusalén celeste. Y dado que él es esplendor de la gloria, candor de la luz eterna y espejo sin mancha, mira cada día este espejo, oh reina esposa de Jesucristo, y escruta en él continuamente tu rostro, para que puedas adornarte así toda por dentro y por fuera... en este espejo resplandecen la bienaventurada pobreza, la santa humildad y la inefable caridad” (Carta cuarta: FF, 2901-2903).

Agradecidos a Dios que nos da a los santos que hablan a nuestro corazón y nos ofrecen un ejemplo de vida cristiana a imitar, quisiera concluir con las mismas palabras de bendición que santa Clara compuso para sus hermanas y que aún hoy las Clarisas, que llevan a cabo un precioso papel en la Iglesia con su oración y con su obra, custodian con gran devoción. Son expresiones de las que surge toda la ternura de su maternidad espiritual: “Os bendigo en mi vida y después de mi muerte, como puedo y más de cuanto puedo, con todas las bendiciones con las que el Padre de las misericordias bendice y bendecirá en el cielo y en la tierra a sus hijos e hijas, y con las cuales un padre y una espiritual bendice y bendecirá a sus hijos y a sus hijas espirituales. Amen” (FF, 2856).

[Tras los saludos]

Deseo ahora saludar con particular afecto a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Hagamos hoy memoria de la Beata Virgen María de los Dolores, que con fe permaneció junto a la cruz de su Hijo. Queridos jóvenes, no tengáis miedo de permanecer también vosotros como María junto a la Cruz. El Señor os infundirá el valor para superar todo obstáculo en vuestra existencia cotidiana. Y que vosotros, queridos enfermos, podáis encontrar en María consuelo y apoyo para aprender del Señor Crucificado el valor salvífico del sufrimiento. Vosotros, queridos recién casados, dirigíos con confianza en los momentos de dificultad a la Virgen de los Dolores, que os ayudará a afrontarlos con su intercesión maternal.

[Llamamiento]

Sigo con preocupación los acontecimientos que han tenido lugar en estos días en varias regiones de Asia meridional, especialmente en India, en Paquistán y en Afganistán. Rezo por las víctimas y pido que el respeto de la libertad religiosa y la lógica de la reconciliación y de la paz prevalezcan sobre el odio y sobre la violencia.




14 de septiembre de 2010

De nuestros enemigos

He creado una alerta google con la voz "Benedicto XVI" y llevo unos días enterándome de las campañas de desinformación y de calumnias que se están orquestando para recibir al Papa en el Reino Unido. Al leer esas noticias, el ánimo se suele soliviantar un  poquito.

Esta mañana he meditado sobre este asunto. Todos los días dedico unos ratos a la meditación y los comienzo con un acto de persignación, gesto con el que el cristiano hace la señal de la cruz en la frente, en los labios y en el pecho mientras dice estas palabras: "Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos libranos Señor nuestro, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo". Las rezo siempre, varias veces al día, y sin embargo hoy -fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz- se me han iluminado de repente. Nuestros principales enemigos están dentro de nosotros. Los discípulos de Jesús no tenemos enemigos realmente. Quiero decir que podemos encontrarnos con personas que digan ser nuestros enemigos, pero nosotros no los debemos ver así. No tenemos enemigos exteriores. Devolvemos bien por mal.

Esta mañana la cruz de la JMJ ha llegado a Potes, un pueblo de Cantabria. Esa cruz itinerante deberá recordarnos continuamente esa enseñanza de Juan Pablo II tan digna de ser tenida en cuenta. En nuestras días, los laicistas nos acusan a los creyentes de todos los desmanes y atropellos. La respuesta de Juan Pablo II es estupenda. Nosotros tenemos por maestro a Cristo y no a sus discípulos. Y si estos en alguna ocasión se han olvidado de la Cruz, ésa es su responsabilidad. Quien mira agradecido a Cristo, que abre sus brazos acogiendo a todos en un abrazo cósmico, podrá ser víctima, pero nunca verdugo.

La Cruz deberá librarnos de ese enemigo que llevamos dentro y que nos incita a defendernos con las mismas armas con las que nos ultrajan. Los blogueros cerramos filas con el Papa y no queremos ser más papistas que el Papa. Si el Papa responde con mansedumbre y humildad a los ataques, nosotros no vamos a ser menos.

12 de septiembre de 2010

Anecdotario de un amigo (6)



Cuando nuestro amigo Benedicto fue elegido Papa, los medios anti cristianos ventilaron un supuesto pasado nazí del Cardenal Ratzinger. Como siempre hacen los maestros de la sospecha para difundir sus mentiras, parten de una verdad y apoyados en esa verdad te convencen de una mentira que si te la tragas es venenosa para ti.

La verdad de la que partían era que el joven Joseph Ratzinger militó en la Juventudes Hitlerianas y que participó en la 2º Guerra Mundial como soldado del Reich. Esto es un hecho cierto. La mentira que estos maestros sospechos de las masas quieren que te tragues es que, en consecuencia, el joven Ratzinger fue nazi. Si te la tragas, estás muerto: el Papa queda desautorizado moralmente y, entonces, te puedes creer cualquier cosa: que la autoridad moral la detentan los filosofos, los teólogos de no sé qué, los políticos, los periodistas, el Abat de Monserrat, el Dalai Lama, el Tarot de las Estrellas o, incluso Dan Brown y su Código Da Vinci. Muchos cristianos se han tragado la mentira y andan, pues como ovejas sin pastor, llevados por los vientos de las falsas doctrinas.

Lo que no cuentan estos medios es que la familia de Ratzinger era profudamente católica y que como tal aborrecían el nazismo, al que consideraban un neo-paganismo. Especialmente contrario al nazismo era el padre de Joseph, el cual fue degradado en su puesto de policia por su desafección al III Reich. No cuentan que los jóvenes alemanes, si querían ser escolarizados, debían pertenecer a las Juventudes Hitlerianas donde se les impartía una educación para la ciudadanía nazi. Tampoco cuentan que ya en el seminario, con apenas 14 años, todos los seminaristas de su promoción fueron llamados a filas y militarizados. Y , por su supuesto, no cuentan que al final de la guerra, cuando la derrota nazi era próxima, el joven Ratzinger desertó de su unidad con grave peligro para su vida. Pero dejemos que sea nuestro propio amigo quien nos lo cuente:

“Fueron implantadas la «Hitlerjugend» (Juventudes hitlerianas) y la «Bund deutscher Mädchen»(Liga de muchachas alemanas), asociadas a la escuela, de tal modo que mi hermano y mi hermana tuvieron que tomar parte en sus manifestaciones. Mi padre sufría mucho por el hecho de estar al servicio de un poder estatal a cuyos representantes consideraba unos criminales, si bien, gracias a Dios, en aquel tiempo su trabajo en el pueblo apenas se vio afectado. En los cuatro años que nosotros pasamos en Aschau, por lo que puedo recordar, el nuevo régimen se dedicó sólo a espiar y tener bajo control a los sacerdotes que tenían una conducta «hostil al Reich»; se comprende fácilmente que mi padre no sólo no colaboró en ello, sino que, por el contrario, protegió y ayudó a los sacerdotes que sabía que corrían peligro.”


“Al principio la guerra parecía casi irreal. Después de que Hitler había machacado brutalmente a Polonia, en colaboración con la Unión Soviética de Stalin, la situación pareció serenarse de modo imprevisto. Las potencias occidentales Joseph parecían indecisas y en el frente francés no sucedía prácticamente nada. El año 1940 fue el año de los grandes triunfos de Hitler: ocupación de Dinamarca y Noruega; Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Francia fueron sometidas en poco tiempo. Incluso personas que habían sido contrarias al nacionalsocialismo experimentaban una especie de satisfacción patriótica. Mi padre veía con incorruptible claridad que la victoria de Hitler no sería una victoria de Alemania, sino del Anticristo, y que era el comienzo de los tiempos apocalípticos para todos los creyentes. Y no sólo para ellos”.

“En vista de la creciente carencia de personal militar, los hombres del régimen idearon en 1943 una solución. Dado que los estudiantes de los internados debían vivir juntos en comunidad, lejos de casa, no había ningún obstáculo para trasladar de lugar sus colegios, colocándolos próximos a las baterías antiaéreas. Por otro lado, como evidentemente no podían estudiar todo el día, parecía del todo normal que utilizasen su tiempo libre en servicios de defensa de los ataques aéreos enemigos. De hecho, yo no estaba en el internado desde hacía mucho tiempo, pero desde el punto de vista jurídico sí formaba parte todavía del seminario de Traunstein. Así, el pequeño grupo de seminaristas de mi clase -de los nacidos entre 1926 y 1927- fue llamado a los servicios antiaéreos de Munich. A los dieciséis años tuve que aceptar un tipo muy particular de «internado». Habitábamos en barracones como los soldados regulares, que eran obviamente una minoría, usábamos los mismos uniformes y. en lo esencial, debíamos llevar a cabo los mismos servicios, con la sola diferencia que a nosotros se nos permitía asistir a un número reducido de clases, impartidas por los profesores”

Hago un inciso en la narración de nuestro buen amigo Joseph para hacer notar a los blogueros por el Papa y a todo el que tenga un mínimo de honradez intelectual que los maestros de la mentira desacreditan a Benedicto por unos hechos que sucedieron cuando el protagonista tenía 16 años. A un tio abuelo mío con esta misma edad le obligaron a subir a un camión y se lo llevaron a matar rojos a un pueblo vecino. A miles de niños africanos se los llevan los señores de la guerra para convertirlos en prematuros soldados, prematuros alcohólicos, prematuros drogadictos, prematuros violadores y prematuros asesinos. ¿Son estos niños y jóvenes secuestrados responsables...?

“Es casi superfluo señalar que el período transcurrido en la base antiaérea trajo consigo situaciones embarazosas, sobre todo para una persona tan poco inclinada a la vida militar como soy yo.... Pero, desde luego, las circunstancias históricas generales no eran lo que se dice alentadoras. A comienzos de año; nuestra batería fue atacada con el resultado de un muerto y varios heridos.... En esta situación, la mayor parte de nosotros veía como una esperanza la invasión de Francia por parte de los aliados, que había comenzado finalmente en julio: había en el fondo una gran confianza en las potencias occidentales y la esperanza de que su sentido de la justicia ayudaría también a Alemania a una nueva
existencia pacífica. Pero ¿quién de nosotros viviría todo esto? Nadie podía estar seguro de salir vivo de aquel infierno.”

Una noche nos sacaron de la cama y nos hicieron formar filas, medio dormidos, vestidos de chandal. Un oficial de las SS nos llamó uno a uno fuera de la fila y trató de inducirnos a enrolarnos como «voluntarios» en el cuerpo de las SS, aprovechándose de nuestro cansancio y comprometiéndonos delante del grupo reunido. Un gran número de camaradas de carácter bondadoso fueron enrolados de este modo en este cuerpo criminal. Junto con algunos otros, yo tuve la fortuna de decir que tenía la intención de ser sacerdote católico. Fuimos cubiertos de escarnio e insultos, pero aquellas humillaciones nos supieron a gloria, porque sabíamos que nos librábamos de la amenaza de este enrolamiento falsamente «voluntario» y de todas sus consecuencias.”

Sorprendentemente no fuimos llamados al frente, cada vez más cercano. Recibimos, no obstante, nuevos uniformes y teníamos que marchar por Traunstein cantando canciones de guerra, quizás para mostrar a la población civil que el Führer disponía todavía de soldados jóvenes y recién instruidos. La muerte de Hitler reforzó la esperanza que el fin estuviese próximo, pero la lentitud con la que los americanos procedían en su avance hacía que el día de la liberación se retrasara. A fines de abril o primeros de mayo -no recuerdo con toda precisión- tomé la decisión de marcharme a casa. Sabía que la ciudad estaba rodeada de soldados que tenían la orden de fusilar en el acto a los desertores. Por eso tomé, para salir de la ciudad, un camino secundario, con la esperanza de pasar desapercibido. Pero a la salida de un túnel estaban apostados dos soldados y, por un momento, la situación pareció sumamente crítica para mí. Por fortuna, eran de aquellos que estaban hartos de guerra y no querían transformarse en asesinos. Obviamente debían buscar una excusa para dejarme pasar. Debido a una lesión, llevaba el brazo vendado y enlazado al cuello. Entonces dijeron: «Camarada, estás herido. ¡Pasa pues!» De este modo conseguí llegar a casa incólume.”

Testimonio de Joseph Ratzinger tomado de su libro de memorías “Mi Vida – Recuerdos 1927- 1977”. Ediciones Encuentro. Madrid, 1997. ISBN: 9788474907667



Un testimonio dramático personificado en nuestro amigo Joseph Ratzinger pero que, sin embargo no es excepcional, sino uno de tantos como pueden contar millones de coetáneos y que demuestra que a sus 16 años, Benedicto ni fue nazi por militar obligatoriamente en el ejercito del III Reich, ni fue cobarde o menos alemán por desertar del ejercito poco antes del fin de la guerra.

Y una curiosidad, su Santidad no es el único santo desertor. Tiene el honor de compartir este adjetivo con dos santos de la categoría de San Francisco de Asís y de San Juan Bautista María Vianney (Cura de Ars). No son una mala compañía.


En efecto, San Francisco cubierto con el escudo blasonado, pertrechado de yelmo, espada y lanza, mil sueños de gloria bailándole en el alma, rodeado de la juventud más dorada de Asís, iba hacia los campos de batalla de Appulia, para combatir a favor de los ejércitos del Papa, cuando al pasar por Espoleto oyó en sueños estas palabras: «Vuelve a Asís y allí se te dirá lo que tienes que hacer»; y al día siguiente regresó a Asís, así le calificaran de cobarde y desertor sus compañeros, sin importarle los comentarios de la ciudadanía o el ridículo en que quedaban él y sus padres.”


A San Juan Bautista María Vianney , “por un error no le alcanza la liberación del servicio militar que el cardenal Fesch había conseguido de su sobrino el emperador Napoleón para los seminaristas de Lyón. Juan María es llamado al servicio militar. Cae enfermo, ingresa en el hospital militar de Lyón, pasa luego al hospital de Ruán, y por fin, sin atender a su debilidad, pues está aún convaleciente, es destinado a combatir en España. No puede seguir a sus compañeros, que marchan a Bayona para incorporarse. Solo, enfermo, desalentado, le sale al encuentro un joven que le invita a seguirle. De esta manera, sin habérselo propuesto, Juan María será desertor. Oculto en las montañas de Noés, pasará desde 1809 a 1811 una vida de continuo peligro, por las frecuentes incursiones de los gendarmes, pero de altísima ejemplaridad, pues también en este pueblecillo dejó huella imperecedera por su virtud y su caridad.”

Al escribir estas blogolineas me he acordado de mi abuelo Santiago, a quien Dios tenga en Gloria. Era socialista hasta la médula, hijo de un maestro socialista de la primera hora, de la de Pablo Iglesias, y un republicano convencido. Cuando empezó la Guerra Civil española mi abuelo estaba recien casado. Le pilló en bando republicano, en su bando, y fue llamado a filas pues era reservista (había hecho el servicio militar en el año 34 en el Protectorado de Marruecos). Pues el sabio de mi abuelo, se metió los principios en el bolsillo y no acudió al llamamiento de su Gobierno. Fue declarado prófugo en búsqueda (para fusilarlo, se entiende). 

Al año, mi abuela María se quedo embarazada. En el pueblo la gente hablaba mal de ella, pues su marido estaba huído, pero ella callaba a todas las indirectas y bien directas acusaciones de sus vecinos. Al minuto de acabar la guerra, mi abuelo reapareció milagrosamente en el pueblo. Resultó que nunca había salido de su casa. Se pasó los 3 años de la guerra escondido en la gavillera y ese hijo vergonzante era suyo legítimo y yo su legítimo nieto que, tal vez, vine al mundo y ahora escribo esto, gracias a su deserción.