30 de abril de 2024

ORACIÓN: MÍRAME, SEÑOR

Mírame de nuevo Señor, a los ojos, porque muchas veces vuelvo a confundirme, y creo saber quién soy y qué tengo que hacer con mi vida.

Pero escapo de tu proyecto y vuelvo a mi propio camino. Escapo de mi realidad, la que tú conoces, y me destruyo.

A veces presento a los demás una imagen, y me preocupo inútilmente por ser bien visto, por ser aprobado, por agradar.

Y al final ni yo mismo sé quién soy en realidad, se me olvida mi propia verdad.

Mírame Señor, y dime quién soy. Tú que conoces mis fibras más íntimas y percibes hasta el fondo de mi ser.

Tú que sabes por qué y para qué tengo este temperamento, este rostro, esta forma de pensar y de actuar. Sólo tú conoces “lo que hay en el corazón humano”  porque “los demás miran las apariencias, pero tú miras el corazón” (1 Sam16,7).

Mírame Jesús, como a Pedro en aquel primer encuentro. Enséñame a descubrirme a mí mismo como tú me miras.

Dame tu gracia, para llegar a ser lo que tú sabes que debo ser.

AMÉN.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

29 de abril de 2024

ORACIÓN: ME MOLDEAS

Señor, estar en tus manos me duele. Me moldeas, me arreglas, me curas. Quitas los parches que pongo mostrándome lo que soy y me rediseñas a tu modo

Con el dolor me vas enseñando qué es eso de “entregarme” como tu. Si bajo las defensas vas actuando más. Me dices entre mirada y mirada: “déjate llevar”

Todos mis errores y desaciertos los vas tomando y te haces cargo. Con tus manos enderezas mi camino y rearmas lo que desarmo.

Señor, estar en tus manos me duele pero si me resisto, duele más. Ayúdame a confiar y a esperar. Que se cumpla tu obra, en mí y en los demas. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

28 de abril de 2024

ORACIÓN: SÁBADO CON MARÍA

En este nuevo día, Jesús, me acerco a ti de la mano de María. Hoy, como todos los sábados, me uno a ella en su oración. Admiro tanto su confianza, su entrega sin reservas, su fiat. Ella fue tu mejor discípula, cuánto aprendisteis el uno del otro. De ella aprendo cada día a ponerme en camino, a entregarme y a verte en cada uno de mis hermanos. Con ella sé que no yerro el camino, pues ella siempre me conduce a ti, al Padre.

Padre, hoy con María te doy las gracias por tu Hijo, porque en él te he encontrado y ahora sé que también yo soy tu hijo amado, tu predilecto y, al descubrirme amado, me sé transformado. Como Jesús, yo también quiero transparentar tu rostro, rostro que es todo amor, fuente de alegría. Ahora ya sé, que estar contigo, Jesús, es vivir en el Padre.Que también yo, como tú, Jesús, pueda reflejar la inmensidad de Dios. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

27 de abril de 2024

ORACIÓN: LUZ DEL MUNDO

Jesús me invita hoy a ser luz, luz que ilumine la oscuridad de mis hermanos, luz que ilumine para ellos caminos sin descubrir, horizontes nuevos. Me invita a ser sal, sal que dé sabor a sus vidas, sal que cure sus heridas. Hoy me siento interpelado por ti: «¿Estás siendo luz, estás siendo sal en medio de los tuyos?».

Señor, quiero ser luz, quiero ser sal y así comprometerme en la vida, siendo sal y luz de tu presencia en el mundo.

Gracias, Señor, por ser luz y sal en mi vida. Que no deje yo de vivir abierto a tu luz para así alumbrar generosa y gratuitamente la oscuridad de un mundo muchas veces sumido en las tinieblas. Que no deje de ser sal, pues la sal significa vivir para los otros, no para mí mismo, siendo condimento disuelto en la vida de los demás, sazonando así el mundo entero. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

26 de abril de 2024

ORACIÓN: SENTIRTE HOY

Me dispongo para la oración y aquieto mi corazón preparándome para la sorpresa porque sé, Jesús, que en generosidad y delicadeza nadie te gana. Quiero despojarme de todo lo accesorio para centrarme en ti, lo único necesario. Me vacío para acoger tu presencia, que es la única que de verdad puede desbordar mi vida. Deseo experimentar que tu amor me habita y así proclamarlo hasta los confines de la tierra.

Gracias, Señor, por contar conmigo, por aceptarme entre tus íntimos. Sé que caminas conmigo, que eres compañero de camino, que estás junto a mí, que trabajas conmigo cada vez que me pongo a anunciar tu Evangelio.

Sé, que cuando te anuncio, tú confirmas mi palabra con la fuerza de tu Espíritu y te haces presente en mí, acompañándome en la marcha de la vida. Yo también quiero ser tu palabra y tus manos allí donde me pongas. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

25 de abril de 2024

ORACIÓN: SEÑOR, TÚ MI LUZ

Jesús, me abro a tu presencia y hago silencio para escuchar tu voz. Como cada amanecer, tú me estás esperando y yo me hago el encontradizo. Te busco dentro, en lo más profundo de mí, porque ahí es donde tiene lugar el encuentro, porque tú, Señor, eres un Dios escondido y yo he de esconderme para encontrarte. Aquí estoy, Jesús, porque sé que tú sacarás lo mejor de mí. Saboreo este momento y tu presencia, dejándome en ti.

Jesús, gracias por iluminar cada uno de mis días con la lámpara de tu Palabra. Que con la claridad que me da tu luz pueda yo también iluminar las oscuridades de todos aquellos hermanos que hoy vas a poner en mi camino, pues el milagro de la luz es que lo despierta todo, todo se embellece y resucita. Si tú eres mi luz, Jesús, nada podrá oscurecer mi vida, mi mundo interior. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

24 de abril de 2024

AUDIENCIA DEL PAPA FRANCISCO

No hay ser humano perfecto. Eso lo decimos todo y, por nuestra propia experiencia, lo sabemos. Sin embargo, en algunas ocasiones somos suficiente y creemos saberlo todo. Y es ahí donde está el peligro, nos dice el Papa Francisco hoy en su audiencia. creernos suficientes para distinguir el bien del mal. Necesitamos ese auxilio del Espíritu Santo para asistidos en Él distinguir donde está el bien y donde el mal. Y, por supuesto, guiados por Él tener la fortaleza y valentía para elegir hacer el bien. 

PAPA FRANCISCO

AUDIENCIA GENERAL

Plaza de San Pedro
Miércoles, 24 de abril de 2024

Catequesis. Vicios y virtudes. 16. La vida de gracia según el Espíritu

Queridos hermanos y hermanas:

En las catequesis pasadas reflexionamos sobre las cuatro virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Hoy nos acercamos a las tres virtudes teologales, que son la fe, la esperanza y la caridad. Se denominan teologales porque son infundidas por Dios y se viven en la relación con Él. Estas virtudes nos dan una especial asistencia del Espíritu Santo para poder seguir las huellas de Jesús en nuestra vida cotidiana.

El Espíritu Santo nos ayuda a distinguir claramente el bien del mal y a tener la fuerza para optar por el bien. En el deseo de hacer lo correcto, sin embargo, podemos caer en la autosuficiencia o en el voluntarismo. Pero si nos abrimos con humildad al Espíritu Santo, Él reaviva en nosotros las virtudes teologales. Así, cuando perdemos la confianza, Dios aumenta nuestra fe; cuando nos desalentamos, despierta en nosotros la esperanza; y cuando nuestro corazón se enfría, Él lo enciende en el fuego de su amor.    

***

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Pidamos al Espíritu Santo que nos conceda la gracia de creer, esperar y amar a imitación del Corazón de Cristo, siendo sus testigos en toda circunstancia. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Muchas gracias.

ORACIÓN: EN TU PRESENCIA

Aquí estoy, Señor. Hago silencio y me dispongo contigo a comenzar este nuevo día. Te entrego todo mi mundo interior para que sanes todo aquello que está herido. Te siento muy dentro, en lo escondido.

Señor, hoy quiero pedirte que aumentes mi fe para descubrir en mi vida cada una de las señales que me regala tu amor.

Señor, no quiero dejar de escucharte, pues no hay nada más eficaz que tu Palabra.

Señor, cómo deseo estar contigo porque sé que tú eres el lugar de encuentro con Dios. No dejes de escribir conmigo y con cada uno de mis hermanos una hermosa historia de amor. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

23 de abril de 2024

ORACIÓN PARA COMENZAR LA SEMANA

Aquí estoy, Jesús, para comenzar esta nueva semana contigo. Acallo las voces que me impiden escuchar tu voz. Me llamas por mi nombre y yo, en medio de otras muchas voces, reconozco tu voz porque tú eres mi Pastor. Quiero dejarme conducir por ti, descansar en ti, porque tú no solo eres mi Pastor, eres también mi pasto. Jesús, sé que tú me guías, que caminas conmigo, y eso me hace sentir seguro. Ahora, Señor, junto a ti, comienzo este día. Amén. 

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

22 de abril de 2024

ORACIÓN: QUE NO ME PIERDA, SEÑOR

En los momentos difíciles de nuestra vida, míranos con misericordia, Señor.

Cuando estamos ciegos y ofuscados, llénanos con tu luz.

Cuando tropezamos y caemos, tómanos con tus manos de Buen Pastor.

 Cuando nos extraviamos, recuérdanos que Tú eres el camino.

Cuando caminamos sedientos, llévanos a manantiales de agua abundante.

Cuando olvidamos tu llamada, susurra nuevas promesas a nuestros oídos.

Cuando desfallecemos de cansancio, ofrécenos tu Pan de Vida.

Cuando se entrecruzan falacias y mentiras haz resonar tu Palabra que es verdad. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

21 de abril de 2024

ORACIÓN: ACOGERTE, SEÑOR

Que cada día, Señor, sepa acoger, como un mendigo que se sabe afortunado, tu Luz, que me ayuda a ver la verdad y la mentira, tu Fuerza, que me sostiene, tu Palabra, que me recuerda quién soy y para qué he nacido, tu Mano, que me defiende, tu Sabiduría, que me conduce a la Vida, tu Mirada, que me da la Paz que a veces no tengo, tu Eucaristía, tu pan y tu vino, que alimenta mi hambre de amor y de alegría, de entregar mi tiempo y mi vida entera, como Tú y siempre contigo. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

20 de abril de 2024

ORACIÓN ESPÍRITU SANTO

Espíritu Santo, toma mis ojos. Mis ojos tentados por la curiosidad. Mis ojos que juzgan y condenan, que controlan, que envidian. Incapaces de contemplar la verdad sin miedo. Toma mis ojos, y conviértelos en admiración, ternura, disculpa, compasión. Coloca en ellos la mirada de Cristo.

Espíritu, toma mis oídos, que sólo escuchan lo que les conviene, o que se atontan escuchando todos los ruidos del mundo. Mis oídos cerrados al hermano, incapaces de escuchar la Palabra que invita al cambio. Toma mis oídos y conviértelos, para que sean acogedores, y escuchen con amor al hermano; llenos de sensibilidad, de apertura, atentos a la voz del buen Pastor, sensibles al susurro amable de Cristo.

Espíritu Santo, toma mi boca, usada muchas veces para reprochar, ironizar, criticar, mentir, para quejarse, para murmurar. Tómala Espíritu, y conviértela en un lugar de canción, de aliento, de perdón. Hazla capaz de decir la palabra justa, el consejo justo, las palabras fecundas de amor sincero, las palabras que diría Cristo. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

19 de abril de 2024

ORACIÓN: CERCA DE TI

Quiero acercarme a ti, Jesús, con gozo y confianza, superando todas las dudas que me cercan y las resistencias que me retan. Quiero prepararme para escuchar tu voz en mi corazón, para dejarme enseñar por el Padre, que me muestra a ti cada día a través de la Palabra y de los acontecimientos. Ven, Señor, a mí.

Señor Jesús, aliméntame con tu Espíritu para no seguir atrapado en mis miedos y falsos respetos; aliméntame con tu Espíritu para dejar de vivir una religión deformada, anclada en otros tiempos, en otras gentes; aliméntame con tu Espíritu para engendrar y alimentar mi fe y la fe de los hombres y mujeres de hoy, con los que me has llamado a compartir la vida desde tu Evangelio. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

18 de abril de 2024

ORACIÓN: ERES PAN DE VIDA

Yo soy el Pan de Vida.

Señor, gracias por las personas buenas como el pan, que contagian vida y alegría allá por donde pasan, a pesar de sus limitaciones, enfermedades y problemas.

Señor, gracias por ser nuestro pan en la Eucaristía, por regalarnos tu cercanía y tu Palabra de vida, por saciar nuestra hambre de amor y de esperanza.

Señor, danos un corazón compasivo y generoso, para ser pan que alimenta y agua que refresca, para compartir la vida que Tú nos regalas a manos llenas. 

Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

17 de abril de 2024

AUDIENCIA DEL PAPA FRANCISCO

Actuar con templanza es ser equilibrado, conscientes de tus pasiones, de las inclinaciones que pueden desequilibrarte y distorsionar la realidad de tu propio ser y ver lo que realmente no es ni hacer lo que no debes de hacer. La templanza nos ayuda a dominarnos y a dirigir nuestras pasiones de forma correcta y moral. Hoy, el Papa Francisco nos habla de esta virtud.

PAPA FRANCISCO

AUDIENCIA GENERAL

Plaza de San Pedro
Miércoles, 17 de abril de 2024

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Catequesis. Vicios y virtudes. 15. La templanza

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy hablaré de la cuarta y última virtud cardenal: la templanza. Esta virtud comparte con las otras tres una historia que se remonta   muy atrás en el tiempo y no pertenece sólo a los cristianos. Para los griegos, la práctica de las virtudes tenía como meta la felicidad. El filósofo Aristóteles escribió su tratado más importante sobre ética para su hijo Nicómaco, con el fin de instruirlo en el arte de vivir. ¿Por qué todos buscamos la felicidad y, sin embargo, tan pocos la alcanzan? Esta es la pregunta. Para responderla, Aristóteles aborda el tema de las virtudes, entre las que ocupa un lugar de relieve la enkráteia, es decir, la templanza. El término griego significa literalmente “poder sobre sí mismo”. La templanza es un poder sobre sí mismo. Esta virtud es, por lo tanto, la capacidad de autodominio, el arte de no dejarse arrollar por las pasiones rebeldes, de poner orden en lo que Manzoni llama "el revoltijo del corazón humano".

El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice que «la templanza es la virtud moral que modera la atracción de los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados». «Ella – continúa el Catecismo – asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la honestidad. La persona moderada orienta hacia el bien sus apetitos sensibles, guarda una sana discreción y no se deja arrastrar para seguir la pasión de su corazón» (n. 1809).

Entonces, la templanza, como dice la palabra italiana, es la virtud de la justa medida. En cada situación, se porta con sabiduría, porque las personas que actúan movidas por el ímpetu o la exuberancia son, en última instancia, poco fiables. Las personas sin templanza son siempre poco fiables. En un mundo en el que tanta gente se jacta de decir lo que piensa, la persona templada prefiere, en cambio, pensar lo que dice. ¿Entienden la diferencia? No digo lo que se me ocurre, así sin más; no: pienso lo que tengo que decir. Asimismo, quien practica la templanza no hace promesas vacías, sino que asume compromisos en la medida en que puede cumplirlos.

También en los placeres, la persona templada actúa juiciosamente. El libre curso dado a los impulsos y la total licencia concedida a los placeres acaban volviéndose contra nosotros mismos, sumiéndonos en un estado de aburrimiento. ¡Cuántas personas que han querido probarlo todo vorazmente se han encontrado con que han perdido el gusto por todo! Mejor entonces buscar la justa medida: por ejemplo, para apreciar un buen vino, es mejor saborearlo a pequeños sorbos que tragárselo todo de golpe. Todos sabemos esto.

La persona templada sabe pesar y dosificar bien las palabras. Piensa en lo que dice. No permite que un momento de ira arruine relaciones y amistades que luego sólo pueden reconstruirse con gran esfuerzo. Especialmente en la vida familiar, donde las inhibiciones son menores, todos corremos el riesgo de no mantener bajo control las tensiones, las irritaciones, la ira. Hay un momento para hablar y otro para callar, pero ambos requieren la justa medida. Y esto se aplica a muchas cosas, como por ejemplo el estar con otros y el estar solos.

Aunque la persona templada sabe controlar su irascibilidad, esto no significa que se la vea perennemente con un rostro pacífico y sonriente. De hecho, a veces es necesario indignarse, pero siempre de la manera correcta. Estas son las palabras: la justa medida, la manera correcta. Una palabra de reproche a veces es más saludable que un silencio agrio y rencoroso. La persona templada sabe que no hay nada más incómodo que corregir a otro, pero también sabe que es necesario: de lo contrario se estaría dando rienda suelta al mal. En ciertos casos, la persona templada consigue mantener unidos los extremos: afirma principios absolutos, reivindica valores innegociables, pero también sabe comprender a las personas y mostrar empatía por ellas. Muestra empatía.

El don de la persona templada es, por tanto, el equilibrio, una cualidad tan valiosa como rara. De hecho, en nuestro mundo todo empuja al exceso. En cambio, la templanza se lleva bien con actitudes evangélicas como la pequeñez, la discreción, el escondimiento, la mansedumbre. Quien es templado aprecia la estima de los demás, pero no hace de ella el único criterio de cada acción y de cada palabra. Es sensible, sabe llorar y no se avergüenza de ello, pero no llora sobre sí mismo. Derrotado, se levanta; victorioso, es capaz de volver a su antigua vida escondida. No busca el aplauso, pero sabe que necesita de los demás.Hermanos y hermanas, no es cierto que la templanza nos vuelva grises y sin alegría. Al contrario, hace que uno disfrute mejor de los bienes de la vida: estar juntos en la mesa, la ternura de ciertas amistades, la confianza con las personas sabias, el asombro ante la belleza de la creación. La felicidad con templanza es alegría que florece en el corazón de quien reconoce y valora lo que más importa en la vida. Recemos al Señor para que nos dé este don: el don de la madurez, de la madurez de la edad, de la madurez afectiva, de la madurez social. El don de la templanza.

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Saludos

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Pidamos a Cristo resucitado que nos enseñe a vivir con sobriedad y en acción de gracias por tantos dones que recibimos de su generosidad. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Muchas gracias.

ORACIÓN: VEN ESPÍRITU SANTO

“Ven Espíritu Santo, sácame del encierro donde me he clausurado, y abre mi vida a los demás.

Derriba las paredes de mi pequeño yo.

Regálame, Espíritu Santo, el don de la disponibilidad.

Hazme disponible para servir.

Hazme disponible para escuchar.

Hazme disponible para compartir.

Hazme disponible para ayudar.

Hazme disponible para acompañar.

Hazme disponible para consolar.

Hazme disponible para alentar.

Hazme disponible para celebrar.

Ven Espíritu Santo, abre mi corazón cerrado, para que no esté siempre pensando sólo en mis necesidades y proyectos, para que aprenda a caminar con los demás, como un verdadero hermano de todos.

Ven Espíritu Santo.

Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

16 de abril de 2024

ORACIÓN: Tu sueño es mi sueño.

Señor, Jesús, te pido que me fortalezcas internamente para que cada día, cada hora, cada instante de mi vida, no me mueva otra cosa que seguirte, otro sueño que trabajar, con otros, porque venga tu Reino.

Señor Jesús, amigo entrañable, te pido que nada me satisfaga más que saberme instrumento dócil, confiado, vivo y audaz. Haz conmigo lo que quieras, como quieras.

Jesús, amigo y Señor. Es tiempo de que irrumpas en mí, y me cambies, me transformes, me modeles, conforme a tu sueño. Tu sueño es mi sueño. Amén. 

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

15 de abril de 2024

ORACIÓN: DANOS ENTENDIMIENTO, SEÑOR

Dios Padre, danos entendimiento para comprender lo que dicen las Escrituras de nuestra vida.

Cuando sufrimos, la Escritura nos recuerda que compartes nuestro dolor y nos das tu consuelo.

Cuando no sabemos qué hacer, la Escritura nos dice que Jesús es el camino, la verdad y la vida.

Cuando nuestro corazón se llena de alegría, la Escritura nos recuerda que Tú ríes con nosotros.

Cuando nos cansamos de trabajar, de hacer el bien, la Escritura nos anima a seguir, apoyados en Ti.

Cuando nos equivocamos y pecamos, la Escritura disipa nuestro orgullo y nos ayuda a pedir y a recibir tu perdón.

Cuando no vemos el fruto de nuestro esfuerzo, la Escritura nos recuerda todas las semillas algún día darán el treinta, el sesenta o el ciento por uno.

Cuando nos sentimos satisfechos de lo realizado,  la Escritura nos recuerda que hemos hecho lo que debíamos hacer.

Cuando nos creemos mejores que los demás, la Escritura nos recuerda que, si estamos libres de pecado, tiremos la primera piedra.

Cuando nos sentimos solos y despreciados, la Escritura nos recuerda que somos preciosos a tus ojos y que, aunque nuestra madre nos olvide, Tú jamás nos olvidarás.

Cuando nos faltan los ánimos, la Escritura nos recuerda que hemos recibido al Espíritu Santo. Él es nuestra fuerza, nuestro defensor, nuestro guía. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

14 de abril de 2024

ORACIÓN: ESCUCHARTE

Si logro el silencio lograré escucharte. Escucharte para hacer Tu voluntad y emprender el desafío de amar. Escucharte y dejarme llevar. Porque escuchándote te dejo nacer en mí,  me das la paz que me falta y me quitas el miedo que me sobra. Pones las palabras que necesito, aliviando cualquier pena.

Para escucharte me detengo y deteniéndome es que Tu palabra se hace carne en mi. Sólo deteniéndome puedo tomar impulso y abrir mi alma a la magia de Tu amor. Amor del que me mantiene en pie, me renueva y vivifica.  Amor que me invita a retomar el camino, según Tu plan, según lo que soñaste para mi.  Amor que podemos descubrir -en cada detalle-, dándonos lo mejor,  si nos silenciamos, acallando nuestro interior, dejando que reposes tu calma. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

13 de abril de 2024

ORACIÓN: CORAZÓN DE JESÚS

Señor Jesús, gracias por tu corazón compasivo, un corazón que nunca pasa de largo que siente nuestras hambres más profundas y nos ofrece gratis el mejor alimento.

Jesús Resucitado, gracias por compartir con nosotros el pan bendito de tu vida nueva, el vino bueno de la alegría eterna, el agua fresca de la esperanza cierta.

Señor nuestro, danos un corazón como el tuyo, un corazón cercano y generoso para compartir el pan, el vino y el agua con todos los hambrientos del camino. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

12 de abril de 2024

ORACIÓN: SEÑOR

Señor del amor verdadero, pon tu luz en nuestras sombras, pon tu paz en nuestras luchas, pon tu voz en nuestros ruidos.

Pon armonía en nuestras diferencias, pon sentido en nuestras preguntas, pon ternura en nuestros juicios y limpieza en cada proyecto.

Pon dignidad en nuestra mirada, y libertad en nuestras certidumbres, pon tu aliento en el bregar cotidiano, y tu amistad en nuestros contrastes.

Pon, Señor, tu verdad en nuestras dudas. Ponnos, Señor, contigo, cuando buscamos tu evangelio para este mundo. Tú que eres el camino, la verdad, y la vida. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

11 de abril de 2024

ORACIÓN: HAS VENIDO

Señor, no has venido a juzgar nuestros fallos y tonterías sino a buscar a quien anda extraviado, defender a quien está acusado, liberar a quien está aprisionado, curar a quien está herido, acoger a quien está desamparado, lavar a quien está manchado, sanar a quien está enfermo, levantar a quien ha caído, salvar a quien se siente culpable, perdonar a quien ha pecado, devolver la dignidad a quien la ha perdido.

Tú que crees en nosotros,
Tú que esperas de nosotros,
Tú que nos amas más que nosotros mismos,
Tú que eres mayor que todos nuestros pecados, recréanos y danos un futuro nuevo y mejor. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

10 de abril de 2024

AUDIENCIA DEL PAPA FRANCISCO

Hoy el Papa Francisco nos habla de la virtud de la fortaleza. Y es que sin ella, al menos yo lo pienso así, nuestra vida iría a la deriva y sometida a las pasiones. Necesitamos la fortaleza para sobreponernos a nuestra debilidades y frágiles inclinaciones a la que nos someten nuestras propias pasiones y nuestros más grandes enemigos: mundo, demonio y carne.

PAPA FRANCISCO

AUDIENCIA GENERAL

Plaza de San Pedro
Miércoles, 10 de abril de 2024

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Catequesis. Vicios y virtudes. 13. La fortaleza

Queridos hermanos y hermanas:

En la catequesis de hoy reflexionamos sobre la virtud de la fortaleza. Es esa virtud que nos asegura el firme y constante deseo de buscar el bien. Para los antiguos pensadores no era posible imaginar un ser humano sin pasiones, sin ellas seríamos como piedras inertes. Todos tenemos pasiones, todos. Sin embargo, hay que educar las pasiones, hay que encauzarlas, hay que purificarlas en el agua del Bautismo, con el fuego del Espíritu Santo.

La fortaleza nos sirve para confrontar y vencer los enemigos internos, por ejemplo, la ansiedad, la angustia, el temor, la culpa y muchas otras fuerzas que se agitan en nuestro interior y que tantas veces nos paralizan. También nos ayuda a combatir a los enemigos externos que se presentan en la vida en forma de dificultades de cualquier tipo. Cultivar esta virtud nos hará ser personas que no se atemorizan ni se desaniman ante las pruebas y que se toman en serio los desafíos del mundo, actuando decididamente contra el mal y contra la indiferencia.

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Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Que este tiempo pascual aumente en nosotros los dones de la gracia, para que comprendamos mejor la excelencia del bautismo y que la misericordia eterna del Señor, que hemos celebrado el domingo pasado, nos haga crecer más en la virtud de la fortaleza y en las obras de bien. Que Dios los bendiga y la Virgen Santa los acompañe. Muchas gracias.

ORACIÓN: NACER DE NUEVO

Jesús, como a Nicodemo, me invitas a nacer del Espíritu, pero nacer del Espíritu no es fácil, no es empresa que pueda acometer solo.

Estoy acostumbrado a tener todo está bajo mi control, a que todo dependa de mí: de mis fuerzas y mi talento, de mis creencias y mis normas, de mi manera de ver y analizar la realidad. Estoy acostumbrado a marcar el rumbo, a ir donde quiera.

Hazme entender que nacer del Espíritu es otra cosa. Es estar dispuesto a marchar contigo adonde no pensaba ir, mirar contigo donde antes desviaba la mirada, es acercarme y abrazar contigo realidades y personas que antes rechazaba. 

Dame unos oídos muy abiertos y atentos para percibir susurros y latidos de vida, para descubrir tu presencia y escuchar tus llamadas donde aparentemente solo hay fragilidad y desnudez, aridez y desierto. 

Ayúdame a confiar en ti plenamente, a dejarme llevar por tu mano, a tener el corazón abierto de par en par para que tu Espíritu me transformarme, para que tu fuerza me aliente y me recree, para cumplir contigo mis mejores sueños. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

9 de abril de 2024

LUNES. ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR

Hoy oramos con María de Nazaret, la mujer de vida interior, que acogió el plan de Dios en su vida, sin entenderlo, con total abandono y confianza en la Palabra y en la fuerza del Espíritu Santo.

Recorremos el camino de la Pascua con María. Celebramos su gozo y el nuestro. En ella se manifiesta la ternura entrañable de nuestro Padre Dios, se dibuja la humanidad nueva inaugurada por Jesús, y se estrena cada día el canto nuevo del Espíritu. María acoge el dolor y el gozo de nuestro mundo, alienta todas las esperanzas. María nos hace familia, nos abre su hogar. Por su maternidad, su historia es la nuestra, su camino el nuestro, su pascua la nuestra.

*ORACIÓN*

Quiero decir sí al Plan de Dios en mi vida, como tú, María. 

Quiero abandonarme en él, tal y como soy, como tú, María.

Quiero dejarme amasar por la fuerza de la Palabra, como tú, María.

Toma mi vida, Señor, hazla de nuevo. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

8 de abril de 2024

DOMINGO II DE PASCUA O DE LA DIVINA MISERICORDIA

Jesús abre las puertas de nuestros miedos, incertidumbres, tribulaciones, y nos regala la paz. Nos habla de un Dios con entrañas, que abraza, que tiene corazón.

Viene a nuestro encuentro. Viene con la paz y la alegría, dones para una Iglesia resucitada, para una humanidad levantada. Las dificultades de la vida nos paralizan, pero no impiden el movimiento hacia Jesús. Nuestro espacio, nuestros tiempos los puede llenar él de vida. Entra, Jesús, hasta el fondo y llénanos de paz, de misericordia y compasión.

ORACIÓN II DOMINGO DE PASCUA.

Jesús, te pones en el centro, eres una fuente de vida. Tú nos das la paz. Vuelves la noche mediodía. Tu costado abierto nos muestra tu amor sin límites. Tus manos nos dan fortaleza para continuar la obra de tu amor. Con el apóstol Tomás te decimos: «¡Señor mío y Dios mío!». Tócanos con tu vida, Jesús, con el amor. Tocamos a los demás con ese amor. ¡Aleluya!

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

7 de abril de 2024

ORACIÓN: PON TU LUZ

Señor del amor verdadero, pon tu luz en nuestras sombras, pon tu paz en nuestras luchas, pon tu voz en nuestros ruidos.

Pon armonía en nuestras diferencias, pon sentido en nuestras preguntas, pon ternura en nuestros juicios y limpieza en cada proyecto.

Pon dignidad en nuestra mirada, y libertad en nuestras certidumbres, pon tu aliento en el bregar cotidiano, y tu amistad en nuestros contrastes.

Pon, Señor, tu verdad en nuestras dudas. Ponnos, Señor, contigo, cuando buscamos tu evangelio para este mundo. Tú que eres el camino, la verdad, y la vida. Amén 

(José Mª Rodríguez Olaizola, sj)

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

6 de abril de 2024

VIERNES DE LA OCTAVA DE PASCUA

MOTIVACIÓN. Hoy, el Señor Jesús se nos presenta en la orilla de nuestra vida, en nuestro amanecer. Es cercano, es familiar, es el Señor. Es el Amado de nuestra alma que nunca nos abandona y está atento a nuestra necesidad. No nos desampara y vela por nosotros. Él es el Resucitado que se deja conocer por aquel que reconoce sus signos. ¿Cuántos signos de su presencia reconocemos en este día?

ORACIÓN

Jesús, cuántas veces te tenemos a nuestro lado, inmersos en nuestras preocupaciones y en tantos quehaceres, y no te reconocemos. Una vez más, eres tú el que toma la iniciativa y nos abres los ojos. Solo al que tanto amas y te ama te reconoce. Danos, Jesús, de este amor, para que nuestros ojos y nuestro corazón sean capaces de verte en toda persona y situación y exclamar con convicción profunda: “¡Es el Señor!”.

(Marilena Milani, cm)

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

5 de abril de 2024

ORACIÓN: LUZ EN MIS CONTRADICCIONES

Ayúdame Señor  a clarificar mis intenciones. purifica mis sentimientos, santifica mis pensamientos y bendice mis esfuerzos, para que todo en mi vida sea de acuerdo a tu voluntad.

Tengo tantos deseos contradictorios… Me preocupo por cosas que ni importan ni son duraderas. Pero sé que si te entrego mi corazón haga lo que haga seguiré a mi nuevo corazón.

En todo lo que hoy soy, en todo lo que intente hacer, en mis encuentros, reflexiones, incluso en las frustraciones y errores, y sobre todo en este rato de oración, en todo eso, haz que ponga mi vida en tus manos.

Señor, soy todo tuyo. Haz de mí lo que Tú quieras. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

4 de abril de 2024

ORACIÓN MIÉRCOLES DE LA OCTAVA DE PASCUA

MOTIVACIÓN. Cristo vive. Él es nuestra esperanza. Un nuevo día se abre, volvemos a emprender el camino. Contigo Jesús. ¿Qué nos regalará el día de hoy? Quiero tener el corazón despierto, el oído atento, los ojos bien abiertos a lo que me irás contando en las situaciones que viviré, en las personas que encontraré… Tú caminarás conmigo. Ojalá en estas situaciones y personas arda mi corazón y te pueda reconocer.

ORACIÓN.

No estamos solos; tú, Jesús, estás siempre con nosotros en el camino de la vida, como huésped y peregrino, como compañero de camino, que escucha y se revela. «¡Quédate con nosotros!», en nuestras penas y dudas; en nuestros sufrimientos y alegrías, en nuestro trabajo y en nuestras familias. «¡Quédate con nosotros!» y aviva las ascuas de nuestra fe. Amén.

(Marilena Milani, cm)

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

3 de abril de 2024

AUDIENCIA DEL PAPA FRANCISCO

Hoy el Papa Francisco nos habla de la justicia, virtud social por excelencia que el catecismo de la Iglesia Católica define así: La virtud moral que consiste en la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que les es debido.Y es que donde no haya justicia la convivencia e igualdad entre las personas no existe, se desvanece y termina en conflicto. Leamos lo que nos dice el Santo Padre.



 PAPA FRANCESCO

AUDIENCIA GENERAL

Plaza de San Pedro
Miércoles, 3 de abril de 2024

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Catequesis. Vicios y virtudes. 13. La justicia

Queridos hermanos y hermanas, ¡Feliz Pascua, buenos días!

Llegamos hoy a la segunda de las virtudes cardinales: vamos a hablar de la justicia. Es la virtud social por excelencia. El Catecismo de la Iglesia Católica la define así: «La virtud moral che consiste en la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que les es debido» (n. 1807). Esta es la justicia. A menudo, cuando se nombra la justicia, se cita también el lema que la representa: “unicuique suum”, o sea, “a cada uno lo suyo”. Es la virtud del derecho, que trata de regular las relaciones entre las personas con equidad.

Está representada alegóricamente por la balanza, porque su objetivo es "igualar las cuentas" entre los hombres, sobre todo cuando corren el riesgo de verse distorsionadas por algún desequilibrio. Su finalidad es que en una sociedad cada uno sea tratado según su dignidad. Pero los antiguos maestros ya enseñaban que esto requiere también otras actitudes virtuosas, como la benevolencia, el respeto, la gratitud, la afabilidad, la honestidad: virtudes que contribuyen a la buena convivencia entre las personas. La justicia es una virtud para una buena convivencia entre las personas.

Todos comprendemos que la justicia es fundamental para la convivencia pacífica en la sociedad: un mundo sin leyes que respeten los derechos sería un mundo en el que es imposible vivir, se parecería a una jungla. Sin justicia no hay paz. Sin justicia no hay paz. De hecho, si no se respeta la justicia, se generan conflictos. Sin justicia, se ratifica la ley del fuerte sobre los débiles, y eso no es justo.

Pero la justicia es una virtud que actúa tanto en lo grande como en lo pequeño: no sólo concierne a las salas de los tribunales, sino también a la ética que caracteriza nuestra vida cotidiana. Establece relaciones sinceras con los demás: cumple el precepto del Evangelio según el cual el hablar cristiano debe ser: «“Sí, sí”, “No, no”; Todo lo que se dice de más, procede del Maligno.» (Mt 5,37). Las medias verdades, los discursos sutiles que buscan engañar al prójimo, las reticencias que ocultan las verdaderas intenciones, no son actitudes acordes con la justicia. La persona justa es recta, sencilla y directa, no usa máscaras, se presenta tal como es, dice la verdad. En sus labios se encuentra a menudo la palabra "gracias": sabe que, por más que nos esforcemos para ser generosos, estamos siempre en deuda con nuestro prójimo. Si amamos es también porque hemos sido amados primero.

En la tradición se pueden encontrar innumerables descripciones de la persona justa. Veamos algunas de ellas. La persona justa venera las leyes y las respeta, sabiendo que son una barrera que protege a los indefensos de la arrogancia de los poderosos. La persona justa no sólo se preocupa por su bienestar individual, sino que quiere el bien de toda la sociedad. Por eso, no cede a la tentación de pensar sólo en sí mismo y de ocuparse de sus propios asuntos, por legítimos que sean, como si fueran lo único que existe en el mundo. La virtud de la justicia evidencia -y pone la exigencia en el corazón- que no puede haber verdadero bien para mí si no hay también el bien de todos.

Por eso, la persona justa vigila su propio comportamiento para que no perjudique a los demás: si comete un error, pide perdón. La persona justa siempre pide disculpas. En algunas situaciones es capaz de sacrificar un bien personal para ponerlo a disposición de la comunidad. Desea una sociedad ordenada, en la que sean las personas las que den lustre a los cargos, y no los cargos los que den lustre a las personas. Aborrece el favoritismo y no comercia con favores. Ama la responsabilidad y es ejemplar viviendo y promoviendo la legalidad.

Además, el justo rehúye comportamientos nocivos como la calumnia, el falso testimonio, el fraude, la usura, la burla, la deshonestidad. El justo mantiene la palabra dada, devuelve lo que ha recibido prestado, reconoce un salario justo a los trabajadores: la persona que no reconoce el justo salario a los trabajadores, no es justa, es injusta.

Nadie sabe si en nuestro mundo las personas justas son numerosas o escasas como perlas preciosas. Sin embargo, son personas que atraen gracia y bendiciones tanto sobre sí mismas como sobre el mundo en el que viven. Los justos no son moralistas que se erigen en censores, sino personas rectas que "tienen hambre y sed de justicia" (Mt 5,6), soñadores que custodian en su corazón el deseo de una fraternidad universal. Y de este sueño, especialmente hoy en día, todos tenemos una gran necesidad. Necesitamos ser hombres y mujeres justos, y esto nos hará felices.

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Saludos

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Que la luz de Cristo resucitado nos guíe por caminos de justicia y de paz, y la fuerza vivificante de su amor nos haga audaces constructores de un mundo más fraterno y solidario. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Muchas gracias.

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Llamamiento

Desgraciadamente, siguen llegando tristes noticias de Oriente Medio. Reitero mi firme llamamiento a un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza. Expreso mi profundo pesar por los voluntarios muertos mientras participaban en la distribución de ayuda humanitaria en Gaza. Rezo por ellos y por sus familias. Reitero mi llamamiento para que se permita el acceso de la población civil, exhausta y sufriente, a la ayuda humanitaria y para que se libere inmediatamente a los rehenes. Que se evite todo intento irresponsable de ampliar el conflicto en la región y que se trabaje para que ésta y otras guerras que siguen llevando muerte y sufrimiento a tantas partes del mundo terminen cuanto antes. Recemos y trabajemos sin descanso para que callen las armas y vuelva a reinar la paz.

Y no olvidemos la atormentada Ucrania, ¡tantos muertos! Tengo en mis manos un rosario y un libro del Nuevo Testamento que dejó un soldado que murió en la guerra. Este muchacho se llamaba Oleksandr, Alejandro, tenía 23 años. Alejandro leía el Nuevo Testamento y los Salmos, y había subrayado, en el libro de los Salmos, el Salmo 129: "Desde las profundidades a ti grito, Señor; Señor, escucha mi voz". Este joven de 23 años murió en Avdiïvka, en la guerra. Tenía toda una vida por delante. Y estos son su rosario y su Nuevo Testamento, con los que leía y rezaba. Quisiera guardar un poco de silencio en este momento, hagámoslo todos nosotros, pensando en este muchacho y en tantos otros como él, que murieron en esta locura de la guerra. ¡La guerra siempre destruye! Pensemos en ellos y oremos.

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Resumen leído en español

Queridos hermanos y hermanas:

En la catequesis de hoy reflexionamos sobre la virtud cardinal de la justicia. Se trata de la virtud social por excelencia, ya que es fundamental para la convivencia pacífica en la sociedad. Consiste en regular con equidad las relaciones —con Dios y entre las personas—, dando a cada uno lo suyo; y por eso se la representa simbólicamente con la balanza.

La persona justa es recta, sencilla, honesta; conoce las leyes y las respeta; mantiene la palabra dada; en su hablar no utiliza medias verdades ni sutilezas engañosas. Para vivir esta virtud es necesario vigilar y examinarse, ser fieles “en lo poco y en lo mucho”, y ser agradecidos.

La justicia es un antídoto contra la corrupción y contra otros comportamientos nocivos —como la calumnia, el falso testimonio, el fraude, la usura— que carcomen la fraternidad y la amistad social. Por eso, es primordial educar en el sentido de justicia y fomentar la cultura de la legalidad.

ORACIÓN MARTES DE LA OCTAVA DE PASCUA

Motivacion desde el Evangelio de hoy: "¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!" Nos disponemos a orar, a buscar, como María Magdalena, al Señor que vive, a dejarnos encontrar por él, iluminar y confortar por su Palabra. Él hoy te quiere encontrar a ti. Vuélvete hacia él, ábrele el corazón, mírale y escucha… Él pronuncia tu nombre y te dice: «Anda, ve a mis hermanos y diles…». ¿Qué les dirás?

ORACION

Señor, en tu presencia oigo tu voz que me llama por mi nombre, que me pregunta: «¿Por qué lloras? ¿A quién buscas?». Me asombro y me quedo en silencio…

Quisiera tener el amor apasionado que María Magdalena tuvo hacia ti, Señor. Ella fue capaz de amar tanto porque se sintió amada y perdonada, comprendida y acogida con ternura por ti, más allá de su debilidad. Pero sé que a mí también me amas con amor eterno. Gracias, Señor.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

2 de abril de 2024

ORACIÓN LUNES DE PASCUA

Señor Jesús:
Hoy, en este amanecer de mi día, sin importar la hora, estoy ante ti.
Tú eres la Resurrección y la Vida.
Tú eres mi vida.
Regala luz a mis oscuridades.
Con tu mano sanadora retira las piedras que entorpecen mi caminar y ayúdame a salir corriendo en busca de los hermanos.
Gracias porque estás vivo.
Gracias porque tú eres mi esperanza. Amén.
Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

1 de abril de 2024

ORACIÓN EN EL CAMINO DE PASCUA

Empieza la andadura de la Iglesia y en ella voy yo, al menos esa es mi intención. Y yo también, como miembro de la Iglesia quiero aportar mi granito de arena aunque me reconozco débil y muy limitado. 

Es por eso, Señor, siendo consciente de que me has elegido y soy menos que un grano de mostaza, te pido que me des sabiduría, fortaleza y paz para, a pesar de mis defectos y pecados, dar testimonio de que Tú, mi Señor, eres el Hijo de Dios que, dando cumplimiento a todas las profecías, has venido a este mundo a anunciarnos la Buena Noticia de la Infinita Misericordia de tu Padre y nuestra salvación por su Infinito Amor. Amén.