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La Vida no se para, porque pararse significa dejar de latir y, en consecuencia, morir. La Vida sigue, sigue porque importa, porque es un derecho que todos tenemos y porque por y con la vida alcanzamos la verdadera Vida, la que dentro de cada uno de nosotros sentimos que nunca muere.
Si no puedes asistir, camina la marcha con tus oraciones.
Si no puedes asistir, camina la marcha con tus oraciones.
Salvador Pérez Alayón