1 de agosto de 2016

CONTINUAMOS CON LA CAMPAÑA "CON FRANCISCO POR FRANCISCO"

Continuamos con esta Campaña de Oración "CON FRANCISCO POR FRANCISCO" en la que la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia (La Alegría del Amor) nos sirve de plataforma de lanzamiento para conocerla, meditarla y al mismo tiempo convertirla en oración y así lograr una comprensión correcta, iluminados por el Espíritu Santo y sin dejar que las opiniones contrarias nos contaminen, y ser fieles al Magisterio del Papa y de la Iglesia. 

Puedes encontrar todos los puntos con las tarjetas de sus respectivas oraciones haciendo click en:


EXHORTACIÓN APOSTÓLICA AMORIS LAETITIA
“SOBRE EL AMOR EN LA FAMILIA”
Capítulo II Realidad y desafíos de las familias `Situación actual de la familia´
Punto 38. Debemos agradecer que la mayor parte de la gente valora las relaciones familiares que quieren permanecer en el tiempo y que aseguran el respeto al otro. Por eso, se aprecia que la Iglesia ofrezca espacios de acompañamiento y asesoramiento sobre cuestiones relacionadas con el crecimiento del amor, la superación de los conflictos o la educación de los hijos. Muchos estiman la fuerza de la gracia que experimentan en la Reconciliación sacramental y en la Eucaristía, que les permite sobrellevar los desafíos del matrimonio y la familia. En algunos países, especialmente en distintas partes de África, el secularismo no ha logrado debilitar algunos valores tradicionales, y en cada matrimonio se produce una fuerte unión entre dos familias ampliadas, donde todavía se conserva un sistema bien definido de gestión de conflictos y dificultades. En el mundo actual también se aprecia el testimonio de los matrimonios que no sólo han perdurado en el tiempo, sino que siguen sosteniendo un proyecto común y conservan el afecto. Esto abre la puerta a una pastoral positiva, acogedora, que posibilita una profundización gradual de las exigencias del Evangelio. Sin embargo, muchas veces hemos actuado a la defensiva, y gastamos las energías pastorales redoblando el ataque al mundo decadente, con poca capacidad proactiva para mostrar caminos de felicidad. Muchos no sienten que el mensaje de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia haya sido un claro reflejo de la predicación y de las actitudes de Jesús que, al mismo tiempo que proponía un ideal exigente, nunca perdía la cercanía compasiva con los frágiles, como la samaritana o la mujer adúltera.