17 de septiembre de 2025

ME CONOCES, SEÑOR

Señor, Tú me conoces y sabes lo que quiero, lo mismo mis proyectos que mis debilidades. No puedo ocultarte nada, Jesús. Quisiera dejar de pensar en mí, y dedicarte todo mi tiempo. Quisiera entregarme por entero a ti. Quisiera seguirte a dondequiera que vayas. Pero ni esto me atrevo a decirte, porque soy débil. Esto lo sabes mejor que yo. Sabes de qué barro estoy hecho, tan frágil e inconstante. Por eso mismo te necesito aún más, para que tú me guíes sin cesar, para que seas mi apoyo y mi descanso. ¡Gracias por tu amistad, Jesús! Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina