Un buen amigo de Córdoba me envía el siguiente testimonio invitándonos a participar en la próxima Jornada Mundial de la Juventud. Como bien dice Emilio será un momento de gracia y bendición para todos aquellos que participaremos de este encuentro. ¡Que el Señor derrame abundantes gracias de conversión!
Por Cristo, ve a las Jornadas.
Del 6 al 12 de Junio nos visitó en Córdoba la Cruz del Papa, la Cruz de los jóvenes, y fue un verdadero y auténtico acontecimiento de Gracia. Al igual que en otras diócesis de España, miles de jóvenes acompañaron a este símbolo humilde pero elocuente del cristiano como en un testimonio sincero de Fe. Fue una experiencia extremadamente inolvidable. Pero hubo algunos, muy pocos, que defendían que aquellas multitudinarias manifestaciones de lo que es ser cristiano eran consecuencia de los colegios concertados católicos o de la obligatoriedad por la pertenencia a determinados movimientos eclesiales. No es verdad.
A lo largo de mi vida como cristiano, donde reconozco mi indignidad y torpeza, he descubierto asombrado la vivencia de muchísimos jóvenes que, en torno a Cristo, destellan un entusiasmo y una fuerza que sólo puede venir de lo Alto. Me sobrecoge esa visión tan real que nos demuestra lo viva que está la Iglesia por mucho que quieran ver en ella una Iglesia muerta. La Iglesia está viva y la Iglesia está con los jóvenes, no contra los jóvenes.
Ahora nos visita el Vicario de Jesucristo en la convocatoria que nos hace a todos nosotros para las Jornadas Mundiales de la Juventud. Y esto sí que es una explosión que desconcertará a muchas mentes enturbiadas. Madrid será el epicentro del cristianismo, Madrid será el manantial de Aguas de Vida Eterna que regarán las tierras secas de una España secularizada. Serán los jóvenes de todo el mundo quienes proclamen a la Sociedad la hermosura de seguir y amar a Jesucristo dentro de la Iglesia. Yo nunca he visto a un joven más alegre y más pleno que aquél que vive su vida por Jesucristo y en su Iglesia. Jesucristo, decía un buen amigo mío, no es una alternativa; es la solución, es nuestra meta, es nuestro punto y nuestra referencia. Es verdaderamente hermoso.
No vayamos a las Jornadas a ver al Papa. No. Que sea por Cristo, que sea por Dios. Os aseguro que allí experimentaréis algo tremendamente nuevo, algo tremendamente transformador, algo que os hará distintos. Sentiréis como os toca el corazón el Señor y cómo os dirá que cuenta con vosotros, que vosotros tenéis mucho que decir y que hacer en la Iglesia de la que, eso sí, el Papa es Cabeza y es Pastor. No desaprovechéis esta oportunidad única porque merece la pena. Allí veréis que no estáis solos, allí recibiréis la fuerza que se puede repetir en cada encuentro con el Señor y que os hará “arraigados y edificados en Cristo, firmes en la Fe”. Os necesita la Iglesia, os necesita el mundo, os necesita Cristo.
Aquél que ha tenido un encuentro personal con el Señor es una persona nueva y esa persona nueva irradia tal vida que hace posible que muchos que tienen miedo, vean en él un referente que les dice que esto es posible. No tengas miedo. Dios es mayor que tu conciencia y si tu conciencia te acusa, nada ni nadie podrá separarte del amor de un Dios que se entregó a la Cruz por ti y que tiene en sus palmas escrito tu nombre. Es importante, no eres cualquier cosa.
Ten ánimo, asiste con los jóvenes del mundo a las Jornadas Mundiales de la Juventud, experimenta el gozo de pertenecer a la Iglesia de Jesucristo. Sobre ti tiene el Señor proyectos maravillosos, y cuenta contigo porque te quiere, porque te necesita, porque te espera.
Rezo por ti que me lees para que lo vivas. Se valiente y, una vez allí, cuando recibas al Señor Eucarístico, acuérdate de este humilde pecador que hoy te escribe. Que seas bueno y feliz.
Emilio Francisco Amo Urbano
Acólito