“La paz esté con
ustedes”-
Después dijo a Tomás:
“Acerca tu dedo y
comprueba mis manos;
acerca tu mano y métela
en mi costado.
Y no seas incrédulo,
sino creyente.
Tomás contestó:
-¡Señor mío y Dios mío!-
(Juan 20, 26-28)
Santo Tomás necesitaba
testimonios de fe para creer en la Resurrección de Jesús. Los
testimonios de los discípulos no satisfacían su necesidad de creer.
Hoy en día, hay muchas almas que no comparten la alegría de la
Pascua, no obstante que han sido formados en el seno de familias
Cristianas. ¿Estamos evangelizando realmente para compartir la
Pascua? Reflexionemos sobre el acompañamiento que estamos brindando
a nuestros seres queridos, amigos y a nuestra comunidad parroquial.
Como blogueros, tenemos que extender el Reino y brindar
acompañamiento a otros hermanos más, que pudieran vivir hasta en
otro continente.
Jesús acompañó por el
camino a los discípulos. Hoy nos toca a nosotros acompañar a los
alejados que transitan por los oscuros y turbios caminos del
agnosticismo, de la desesperanza y a otros más, que viven el trauma
del abandono porque no hay acción pastoral dirigida a ellos. Hay
muchos vacíos que llenar con nuestros blogs. Hay muchas réplicas de
Santo Tomás a quienes podemos enseñarles cómo acercar su mano al
costado de Cristo. Quizás el blog sea el medio eficaz para traerlos
a la viña del Señor, ya que muchos no recurren a los sacramentos,
ni a retiros ni al templo. Han abrazado el agnosticismo pero en sus
corazones todavía existe la ansiedad por creer.
San Juan Crisóstomo
nos ofrece un sencillo perfil de Santo Tomás que no dista mucho de
tantos hermanos nuestros que no se acercan a celebrar la Pascua:
“Santo
Tomás probó su fe mediante sus buenas obras. Llevó el Evangelio a
los países más lejanos y selló con su propia sangre la verdad de
su enseñanza. En vano tus palabras dan fe de que crees en
Jesucristo, si tus acciones desmienten a tu lenguaje. ¿Estás pronto
a morir por confirmar tu fe? Tú, que pierdes el cielo y la gracia de
Dios antes que privarte de un ligero placer, ¿eres cristiano? Si
ni siquiera puedo en ti reconocer a un hombre razonable, ¿cómo
habría de darte el nombre de cristiano?”
Ese
es el reto a plantear en la Evangelización, a través de la
Blogósfera. Santo Tomás pide ver para creer y nosotros no vemos las
caras de nuestros destinatarios, pero tenemos que ver el rostro de
Cristo en ellos. ¿Cómo hacerles llegar la invitación para ellos
para participar en el gran triunfo de Jesús? Empecemos por
visualizar nuestro entorno tanto inmediato como virtual:
- La Pascua no es una edad oscura. Es toda una iluminación que procede de Dios. ¿Cómo la ven en nuestras comunidades? Tratemos de captar sus expresiones generales.
- Dentro de estas expresiones generales, examinemos qué tendencias predominan: conejitos con huevitos de Pascua, conocimiento de las oraciones, si asisten o no a la Vigilia Pascual, qué celebraciones del Triduo Pascual atienden y qué templos o celebraciones acuden.
- Sigamos con atención la programación televisiva de los canales católicos. Qué ofrecen y qué no ofrecen. Qué tanta atención directa y programas en vivo hay. Hay algunos que usan regrabaciones de experiencias pasadas, dejan música grabada frente a alguna imagen. Posiblemente falten sacerdotes que acudan a evangelizar en los medios. No todos los sacerdotes se sienten cómodos en los medios.
- Hay cierta evangelización y Pastoral que no se presta mucho para la televisión. Es más adecuada para blogs. La Pascua ofrece algunas oportunidades con la Doctrina Social de la Iglesia, encíclicas, debates filosóficos y teológicos cuyo contenido sería opacado por la imagen personal y el carisma.
- Espacios Interactivos que la TV no puede satisfacer. En la pastoral con niños, hay muchos espacios y oportunidades que edificarían mucho espiritualmente, además de que ofrecerían una pedagogía más compatible con su desarrollo emocional e intelectual.
- Dentro de los espacios interactivos, usemos actividades manuales creativas, juegos, epigramas, dibujos, videos instructivos, música, diseños de tarjetas de Pascua y cuentos de Pascua verdaderamente Cristianos.
-
Evitemos cuentos ‘New Age’ o de la Nueva Era. Cuentos con mujeres semidesnudas y sirenas personificando angelitos; imágenes de la era de Acuario; imágenes de Cristo post-modernistas; cantos que tengan trasfondo secular.
- No todo lo que diga ‘Felices Pascuas’ o ‘Happy Easter’ es realmente Cristiano. Existe una tendencia en el mercado a expulsar a Cristo de su propia Pascua y substituirlo con una Pascua políticamente correcta. Demos más prioridad a imágenes de Cristo resucitado y de pasajes del Evagelio relacionados con la Pascua. Por ejemplo: Los discípulos de Emaús, la tumba vacía, cirios pascuales, la Ascensión del Señor y Pentecostés.
- Si decides incluir los ‘huevitos de Pascua’, procura que no sea la versión consumista. Más bien explica esta tradición y otras.
- Incluye historias y testimonios de vida en familia durante la Pascua. Tratemos de comunicar la riqueza de esas vivencias, incluyendo fotos de alguna ocasión.
- Recurramos a la tradición ortodoxa. Nuestros hermanos ortodoxos del Este cuentan con tradiciones muy hermosas y celebran la Pascua con un gran despliegue de devoción y fiestas. Gracias a Juan Pablo II y su labor ecuménica, podemos compartir en espíritu de Comunión.
- No olvides incluir en tu blog servicios de Pascua en tu área geográfica. Si piensas realizar un blog de Pascua para un área turística, destaca aspectos que puedan ir conformando una tradición para esa área. Ya hay blogs que destacan este espíritu para vacacionistas y visitantes de Padre Island, Texas y San Juan Capistrano, California, entre otros.
- No olvides que hay hermanos que necesitan oír la gran noticia y nosotros también necesitamos oír de ellos: los enfermos, los niños con enfermedades congénitas, los adictos en recuperación, los leprosos (¡sí, sí, todavía los hay, aunque ‘oficialmente’ no existan!), los ancianitos en los asilos, los huérfanos, etc.
Vivir
la Pascua es una bendición que debemos compartir. Hay muchas maneras
de hacerlo y los blogs son también eficaces instrumentos que Dios
pone en nuestras manos.
¡Felices
Pascuas, Queridos Blogueros!
Yvette Camou