*ORACION: HUMILDAD*
Recuerda, Señor, que tu ternura y tu lealtad nunca se acaba; no te acuerdes de mis pecados. Acuérdate de mí con tu lealtad, por tu bondad, Señor.
Tú eres bueno y recto y enseñas el camino de los desorientados. Encamina a los humildes a la rectitud, enseña a los humildes su camino. Tus sendas son la lealtad y la fidelidad para los que guardan tu alianza y tus mandatos.
Porque eres bueno, perdona mi culpa. Cuando te soy fiel, Señor, tú me enseñas un camino cierto; así viviré feliz y enriquecerás mi vida con tus dones. Tú Señor, te fías de mí y me esperas siempre. Tú, Señor, quieres que sea de verdad tu amigo. Amén.
Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.