Con el tiempo me he dado cuenta de que la avaricia está en aquellos que cegados por el poder del dinero no se dan cuenta de que aquí el tiempo es poco. Por tanto, de muy poco sirve - valga la redundancia - poseer todo el dinero y el poder del mundo porque todo se acabará pronto, y todo se quedará aquí. De que te vale, pues, ganar el mundo si pierdes tu alma y tu vida condenándola para la eternidad. Hoy el Papa Francisco toca este vicio tan peligroso de la avaricia y nos invita a reflexionar sobre el mismo.
PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA GENERAL
Aula Pablo VI
Miércoles, 24 de enero de 2024
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Catequesis. Vicios y virtudes. 5. La avaricia.
Queridos hermanos y hermanas:
En la catequesis de hoy reflexionamos sobre el vicio de la avaricia. Es el vicio que provoca un apetito compulsivo por el dinero. Corrompe la voluntad del hombre inclinándolo a poner su corazón en los bienes materiales. La presencia de este vicio en cada uno de nosotros no depende de la cantidad de riquezas o del valor de los objetos que deseamos, depende más bien de cómo nos disponemos interiormente para relacionarnos con ellos.
Los santos monjes del desierto proponían un remedio eficaz para escapar de las garras de la avaricia; este remedio consiste en meditar sobre la propia muerte y darse cuenta de que la relación con las posesiones personales es sólo una apariencia, es una ilusión, porque nada de este mundo nos pertenece. También nos hará bien considerar que en esta tierra somos extranjeros, somos peregrinos. No dejemos, pues, que las riquezas nos posean, antes bien aprendamos de Cristo que siendo rico se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza (cf. 2 Cor 8,9).
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Saludo cordialmente a todos los peregrinos de lengua española. Estamos celebrando la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. El apóstol Pablo, de quien mañana recordamos su conversión, nos exhorta a trabajar juntos y con generosidad en la construcción del único e indivisible cuerpo de Cristo. Que Dios los bendiga y la Virgen Santa los acompañe. Muchas gracias.