Señor Jesús, dame un corazón como el tuyo, que sepa compartir y servir, que goce con los que gozan, que sufra con los que sufren, que se prolongue hacia los últimos, que anuncie el Amor del Padre a todos, que critique las injusticias y mentiras, que se deje conducir por el Espíritu, que tenga entrañas de misericordia, que escuche los problemas de las personas agobiadas y tenga un trato exquisito con ellas, que mire el corazón de cada ser humano y le ayude a curar sus propias heridas, que sea libre para liberar a los oprimidos. Que sepa amar hasta en los detalles más pequeños.
Amén.
Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.