Señor, venimos a ti cansados, distraídos y enfermos de muchas cosas.
Venimos a ti para que nos sanes, para que pongas tu mano sobre nosotros nos endereces, nos llenes de salud, y nos liberes de autocompasiones.
Venimos a ti hambrientos: de compartir todo lo que tenemos, de enseñar lo que sabemos, de regalar el amor recibido.
Venimos para que nos sacies el corazón, nos liberes de ansiedades y deseos, nos limpies de competitividades y nos hagas vivir como comunidad.
Venimos para que nos hagas hermanos, para que impulses en nosotros el compartir. Amén.
Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.