23 de agosto de 2017

AUDIENCIA DEL PAPA FRANCISCO

Hoy las palabras del Papa nos llenan de esperanza y alegría. Y nos llenan, porque son palabras que descansan y se apoyan en las Palabras de nuestro Señor. Él nos espera para darnos Vida Eterna. En el Evangelio de -Mt 19, 23-30- Jesús nos promete heredar Vida Eterna: "El que por Mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredara la Vida Eterna".

Nuestra vida tiene una meta y un sentido, nos recuerda el Papa, y sin esa meta nada se sostiene y nuestra esperanza no tiene donde apoyarse. Y un hombre sin esperanza es un hombre a la deriva y camino hacia la muerte. Que gran alegría y esperanza leer esas palabras del Papa que nos recuerda que Jesús nos espera para enjugar nuestras lágrimas y daros descanso en nuestras luchas y fatigas. Pero, más todavía, y donde nuestra esperanza descansa es en la Palabra del Señor que nos promete Salvación y Vida Eterna. Él es el Camino, la Verdad y la Vida.




PAPA FRANCISCO 
AUDIENCIA GENERAL
Miércoles 23 de agosto de 2017

Saludos:
Queridos hermanos:

En la catequesis de hoy hemos considerado cómo la esperanza cristiana está abierta a la novedad más grande, porque está abierta a Dios que sabe crear siempre cosas nuevas y sorprendentes en nuestra vida y en la historia.

La Biblia nos muestra que el camino del creyente tiene una meta y un sentido. Es la Jerusalén del Cielo, donde nos espera lleno de ternura para enjugar nuestras lágrimas y darnos descanso en nuestras luchas y fatigas. Frente a tanto sufrimiento en el mundo, a tantos niños que sufren por la guerra, al llanto de las madres, a los sueños rotos de tantos jóvenes, a las penurias de tantos refugiados, la esperanza cristiana nos asegura que tenemos un Padre; tenemos un Padre que llora y se apiada de sus hijos, que nos espera para consolarnos, porque conoce nuestros sufrimientos y ha preparado para nosotros un futuro distinto.

La esperanza nos lleva a creer con firmeza que la muerte y el odio no tienen la última palabra. Que el mal al final será eliminado como la cizaña del campo. Y, sobre todo, nos da a Jesucristo que nos acompaña y consuela en nuestro camino.
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Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en modo particular a los grupos provenientes de España y América Latina. Por intercesión de santa Rosa de Lima, cuya fiesta celebramos hoy, pidamos a la Virgen María que aun en medio de las dificultades y oscuridades de la vida mantengamos encendida la luz de la esperanza, la certeza de que Dios es nuestro Padre y nunca nos abandona. Que el Señor los bendiga. Muchas gracias.