*ORAR CON EL EVANGELIO DE HOY*
Señor Jesús, Tú me llamas, como llamaste a Simón, Andrés, Santiago y Juan, cuando estaban trabajando en sus barcas. Y yo quiero responderte como ellos, sin excusas, sin dejarlo para mañana, con prontitud, inmediatamente. Quiero responder a tus llamadas, a las llamadas de la conciencia y del corazón, a las llamadas de los más cercanos y de los más pobres.
Señor, tu cercanía, tu amor, tus palabras cambiaron radicalmente la vida de aquellos primeros discípulos. Ayúdame a estar cerca de ti, a acoger tu Palabra y tu amor, para que mi vida cambie, como se transforma el barro en manos del alfarero.
Señor, Tú hiciste y haces de tus discípulos pescadores de hombres. Que mis palabras y nuestros compromisos, nuestra alegría y nuestra esperanza anuncien a todos que Tú, Jesús, eres el Amor que siempre nos acompaña y nos salva y el Camino que nos conduce a la Felicidad más grande. Amén.