Aquí estoy, Jesús, para comenzar esta nueva semana contigo. Acallo las voces que me impiden escuchar tu voz. Me llamas por mi nombre y yo, en medio de otras muchas voces, reconozco tu voz porque tú eres mi Pastor. Quiero dejarme conducir por ti, descansar en ti, porque tú no solo eres mi Pastor, eres también mi pasto. Jesús, sé que tú me guías, que caminas conmigo, y eso me hace sentir seguro. Ahora, Señor, junto a ti, comienzo este día. Amén.
Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.