Dios misericordioso, espérame.
Espérame porque el camino de regreso es largo y a veces me cuesta seguirlo.
Espérame porque pierdo tiempo pensando en lo que pasó y no en el perdón.
Espérame porque me cuesta asumir el error.
Dios misericordioso, abrázame.
Abrázame porque no sé elegir lo que es bueno.
Abrázame porque me duele alejarme de ti y mucho más me duele el vacío, la ruptura, el desamor.
Abrázame porque sólo así tendré fuerzas para dejarme transformar.
Dios misericordioso, perdóname.
Perdóname porque solo así viviré la alegría.
Perdóname y transfórmame porque tú conoces mi debilidad, y sólo tu perdón amoroso puede conducirme hacia la verdad y darme nueva vida. Amén.