Los
pasados días 4, 5 y 6 de octubre, tuvimos la gracia de celebrar el III
Encuentro Internacional de Blogueros con el Papa, en Valladolid, rodeados de muchos amigos
blogueros y personas interesadas por las nuevas tecnologías de la Información.
Desde
fuera puede parecer que estos encuentros son algo similar a un congreso de
sesudos expertos y que los que estamos dentro, formamos algo parecido a un
lobby cerrado. La realidad es muy diferente. La palabra “encuentro” nos da una
pista esencial. Somos personas normales que vivimos en la red de forma
similar a la vida física. La red es un ámbito vital adicional que nos
ofrece oportunidades únicas de relacionarnos, trabajar juntos, tomar conciencia
de la universalidad de la Iglesia. Sin olvidar que nos permite de vivir nuestra
vida de Fe acompañados por personas de todo el mundo. En la red se vive la
comunidad y la amistad aparece en donde menos lo esperamos. Las mismas restricciones
en la comunicación que parecen alejarnos, también propician la apertura hacia
los demás y la amistad.
Dentro
de este nuevo ámbito existencial, disponemos de multitud de herramientas para
evangelizar, siendo nuestra presencia el cimiento de cualquier actividad que
queramos desarrollar. Pero, como es lógico, este nuevo ámbito existencial no es
perfecto, tiene carencias que hay que compensar. Una de ellas es la estrechez
del canal de comunicación que tenemos que manejar. Dicho de forma coloquial:
nos hace falta vernos físicamente para que la comunicación se complete con un
mayor conocimiento de la persona. ¿Qué mejor que vernos una vez al año y
compartir unos días juntos?
Ya que
nos reunimos, no podemos desaprovechar la ocasión para “hacer lío”. Así
que lo ideal es que el encuentro tenga repercusión en la Iglesia local y los medios
de comunicación. Esta presencia mediática no debe ser nunca el objetivo
principal del encuentro, ya que terminaríamos montando un show carente de
sentido y continuidad. Generaremos lío creíble, en la media que seamos
auténticos y la autenticidad parte de ser nosotros mismos. El carisma del
evangelizador virtual es estar presente en ámbito existencial de las redes
siendo el mismo, con toda honestidad.
Eso es
lo que buscamos y volvimos a encontrar en Valladolid. Un grupo de blogueros
maravilloso, creó las condiciones ideales para que el encuentro fuese
fructífero, cercano y muy humano. Después vino la organización de las conferencias
y las mesas redondas, que siendo necesarias y muy interesante, son una escusa
para dar encontrarnos y hacer lío.
En este
sentido el Señor supo darnos la posibilidad de crear un impacto mediático que
no podíamos esperar. El “efecto Francisco” jugó un papel esencial en el interés
que los medios locales, regionales, nacionales e internaciones. El Papa
Francisco ha sabido crear entornos de comunicación que tenemos que aprovechar
para hacernos presentes y dar testimonio de nuestra Fe. Estos entornos de
comunicación son algo que ha fascinado a los medios y se prestan con facilidad
a entrar en el “juego” de hacer visible a la Iglesia real y cotidiana.
Ser
católico no se contrapone a estar presentes en la sociedad moderna en un plano
de igualdad. Algunas personas creen que esta actitud es
un oximorón, es decir algo que sólo la retórica puede unir, ya que son
antagónicos. Sociedad actual y Fe no sólo son compatibles, sino que cada vez es
más necesario que aportemos soluciones al vacío existencial que tanto daño nos
está haciendo. Las periferias existenciales están presentes a nuestro alrededor
¿A qué esperamos para acercarnos a ellas con misericordia y humildad?
El III
Encuentro se podría evaluar en tres dimensiones:
- El encuentro de
evangelizadores que viven su misión en la red. En este caso, fue estupendo
vernos de nuevo y conocer físicamente nuevos a amigos de la red. Estos encuentros
siempre son maravillosos, ya que con cruzar dos palabras nos damos
cuenta que los vacíos de la “amistad virtual”, se rellenan y generan un
fuerte vínculo. Vinculo que es superior al que tenemos con personas
con las que convivimos diariamente. ¿Por qué? Porque nos unen misión y
visión, fe y vivencia, cercanía y humanidad.
- El encuentro con otros
ámbitos sociales y eclesiales. Crear un evento implica contactar con
instituciones eclesiales y civiles, para que faciliten que pueda ser
llevado a cabo. De este encuentro surge el conocimiento y el
reconocimiento mutuo. Son formas de unir aquello que a veces parece
disperso o lejano, con un objetivo común. Es una forma de tomar conciencia
de la necesaria armonía que el Espíritu Santo genera en la diversidad que
nos rodea. Cofradías, obispado, ayuntamiento, conventos, gestores de
espacios públicos, pueden trabajar unidos y hacerlo con eficacia.
- El encuentro con los
medios. En muchos casos este ámbito se sustenta en una misma misión
evangelizadora, pero excede la empatía y sinergias que nacen de la amistad y el compromiso entre personas. Los medios son herramientas que conforman una
red comunicativa. En la medida que trabajamos juntos encontramos que
podemos complementarnos y generar sinergias muy importantes. Estas sinergias,
a veces, no se desarrollan con toda la velocidad que nos gustaría, pero en
cada encuentro vamos afinando líneas de colaboración que seguro darán
frutos a medio plazo.
La
presencia de personas de relevancia en la comunicación y la evangelización, es
fundamental para generar expectación e interés en el entorno local. En esta
ocasión hemos tenido la gracia de contar con Fray Nelson Medina (O.P.), P. José
Antonio Medina (Sacerdote argentino), D. Vicente Vide, (Rector de la
Facultad de Teología de Deusto) Bosco Ybarra (fundador de Mayfeelings), Mayra Novelo
(Catholic.net), Carmen Alvarez Mira (Aleteia), Miguel Ángel Sánchez (Aceprensa) entre
otras muchas personas de relevancia. Blogueros como Irina Orellana, Pilar V.
Padial, Sacramento Rosales, Benat Goñi, Jesús Rodríguez Arias o P. Jesús García Gañán. Muchos más amigos cercanos
participaron de muy diversas formas. También es reseñable la mesa redonda más
espiritual que se celebró el sábado tarde. En ella participaron el P. Jose Luis
Rey Repiso, P. Román Llamas y P. Julio de Pablos, ofreciéndonos una visión más
profunda de nuestra fe, enfocada a dar testimonio de ella ente los demás.
Mi
agradecimiento sincero a todos los que hicieron posible este encuentro,
empezando por el grupo de organizadores de Valladolid: Cristina Llano, Mauricio
Traeger, Alfonso García Chillón, Fernando Carazo y Alejandro González.
Si me
piden una conclusión final del encuentro, se podría resumir en una frase: fue
un encuentro de la familia que anda dispersa por todo el mundo y una recarga de
nuestro ánimo, para seguir adelante.
Rogamos
para el IV encuentro, que vamos a realizar, Dios mediante, en Cádiz en el año
que viene (2014) sea al menos tan fructífero como este.
Néstor Mora N.