9 de octubre de 2013

Me Encomendé Mucho A Mi Padre Y Señor San José

Las relaciones personales de Santa Teresa con san José son algo realmente extraordinario a lo largo de toda su vida. Para ella es el fundador de sus conventos. Se lo debe todo a san José y San José debe a santa Tersa más que a nadie su gloria sobre la tierra. Yo solo me voy a fijar ahora en lo que la santa nos dice en el capítulo 6 de la Vida de su experiencia de san José, que as algo realmente extraordinario y desde que escribe la Vida le quedan todavía 17 años de vida. Para mi este capítulo es el mejor panegírico que se ha escrito de San José por estar escrito desde la propia experiencia y con el corazón., citado y recordado luego por la mayoría de los predicadores españoles.

Santa Teresa es devota de san José desde su niñez, Se lo enseñó su madre y, sin duda, leyó la vida de San José en la Leyenda de oro El hecho es que cuando entró en la Encarnación a sus 20 años esta devoción al santo Patriarca tiene una profundidad y una intimidad extraordinarias. Por su devoción y fe en San José se le encomienda en la gravísima enfermedad que la tuvo a las puertas de la muerte y cuya curación compara a una resurrección ¿Por qué se encomienda precisamente a san José? Por la fe que tiene en él y por esa grandísima confianza en su amor y poder San José le libra de la enfermedad. “como me vi…cual me habían dejado los médicos de la tierra, determiné acudir a los del cielo para que me sanasen” (V 6,5) “Y tomé por abogado y señor al glorioso san José y encomendéme mucho a él” (V 6,6)

Fruto de esta ciega confianza que le llevó a encomendarse mucho a él, “vi claro que así de esta necesidad, como de otras mayores de honra y pérdida de alma,  este padre y señor mío me sacó con más bien que yo le sabía pedir.. No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer. Es cosa que espanta las grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado Santo; de los peligros que me ha librado, así de cuerpo como de alma; que a otros santos parece les dio el  Señor gracia para socorrer en una necesidad, a este glorioso Santo tengo experiencia que socorre en todas, y que quiere el Señor darnos a entender que así como le fue sujeto en la tierra, que como tenía nombre de padre –siendo ayo-  le podía mandar, así en el cielo hace cuanto le pide”(V 6,6) Y esto lo corrobora con el ejemplo de otras personas que  a indicación de ella se encomendaron al Santo Patriarca. Esto han visto otras algunas personas a quien yo decía se encomendasen a él, también por experiencia; y así muchas que le son devotas de nuevo,  experimentan esta verdad… No he conocido persona que de veras le sea devota y haga particulares servicios que no la vea más aprovechada en la virtud, porque aprovecha en gran manera a las almas que a él se encomiendan.” Y vuelve a su caso particular: “Paréceme ha algunos años que cada año en su día le pido una cosa y siempre la veo cumplida. Si va algo torcida la petición, él la endereza para más bien mío” (V 6,7).

Bellísimo texto desde la experiencia sobre el poder de su padre y señor san José en todas las necesidades para rodas las personas, y practicísimo y consolador y creador de confianza en el poder y bondad del santo Patriarca, que por eso nos invita ella misma  desde su experiencia: “Querría yo persuadir a todos fuesen devotos de este glorioso Santo, por la gran experiencia que tengo de los bienes que alcanza de Dios” (V 6,7).

Hay que leer muy despacio este panegírico de Santa Tersa sobre san José desde su propia experiencia y meditarlo en el corazón y encomendarnos muy mucho a este glorioso santo en todas nuestras necesidades y hacerle  grandes y pequeños servicios.


                                                           P. RománLlamas, ocd