A veces, nos faltan las fuerzas. Danos tu fortaleza.
A veces, no sabemos qué camino escoger. Danos tu consejo.
A veces, abandonamos con facilidad cuidar un corazón orante. Danos tu piedad.
A veces, perdidos en el pasado y en el futuro, se nos olvida saborear los regalos que nos das en el momento presente. Danos tu sabiduría.
A veces, no entendemos tus cosas y tus caminos. Danos tu entendimiento.
A veces, nos perdemos en elucubraciones y teorías, olvidando que la mayor ciencia es amar. Danos tu ciencia.
A veces, tememos perder fama, reconocimiento, aplausos. Que nuestro único temor sea perderte a ti, quedarnos sin ti, dejar de seguirte y de darnos a los demás. Danos el don de temor de Dios.
Envíanos tu Espíritu para que en todo sepamos amar y servir. Amén.