Jesús, al nacer te hiciste pequeño y humilde, para que no te tengamos miedo y te acojamos, para curar nuestros aires de grandeza.
Jesús, fuiste un bebé para mostrarnos tu ternura, para que podamos sentir y gozar con tu cariño, para que nuestro corazón sepa recibir y regalar amor.
Jesús, te has acercado a nosotros, a todas las personas, para encontrarte con nosotros y darnos tu alegría, para que nos acerquemos a cuantos nos necesitan.
Jesús, viniste hace 2000 años y hoy sigues a nuestro lado, en el corazón de cada persona, en el pan que comulgamos. Gracias por tu cercanía, por tu alegría, por tu paz. Amén.
Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.